Make it Right - KNJ

Cap 5 - Nuevo Trabajo

Hobi se apresuró a subir sus maletas al auto. Pasaron el estacionamiento del Parque Olímpico de Seúl. Se desviaron por una calle secundaria, pasando el parque infantil y unos minutos más allá, cerca de una tienda de conveniencia, divisaron la casa.

—Léeme la dirección nuevamente.

—No. 10, Sincheon-dong, Songpa-gu, Seoul, Corea del Sur

—Creo que es aquí.

El muchacho pasó la puerta principal, y dio vuelta a la manzana, para luego bajar por la calle lateral. Se detuvo frente a la puerta de madera.

—Puedes bajarte aquí, con tus maletas. Me estacionaré más adelante, a esperar que lleguen por ti y entres. Te esperaré aquí una media hora por si necesitas ayuda o simplemente correr. ¿Está bien?

—Gracias, Hobi.

El bajó del auto rápidamente para ayudarla con las maletas, para subir al auto nuevamente. La calle lateral no era tan transitada, y había suficiente espacio, así que pudo encontrar estacionamiento más adelante.

La chica se había quedado de pie en la acera cerca de la puerta, con su maleta de ruedas, un bolso grande y la mochila en su espalda. Ella miraba nerviosa hacia todos lados, con la vista fija en el auto de su amigo, quien desde el asiento del conductor se había girado para poder verla.

Dos de la tarde, una camioneta negra se estacionó del otro lado de la calle, y un hombre alto y delgado bajó de ella. Caminó hacia la muchacha, saludándola con la mano.

—Señorita Lee, que puntual.

—Buenas tardes Señor Kim

—Entremos.

Tocó la clave en el panel de la entrada, empujó el portón, y la ayudó con una de las maletas sin decir nada. Avanzaron por un camino de piedras planas, llegando a la puerta de la cocina. Entraron, dejando las maletas en el pasillo pasando la mesada.

—Este es tu contrato, favor léelo y fírmalo. Los datos de tu cuenta, y la copia de tu identificación, las necesito para comenzar con los trámites de tu salario.

—Sí, aquí los tengo —dijo sacando las páginas de su maleta. —Con respecto a la cuenta bancaria, me temo que no tengo una. No sé cómo podríamos hacer en ese caso.

—Hmmm... Déjame ver que hago. El contrato... —indicó.

Tomó una fotografía de los papeles que ella le había entregado, y la envió a su agente del banco, mientras ella revisaba los detalles del contrato. Dos minutos después, se lo devolvió.

—Listo, te daré un recorrido ligero. Sígueme.

La chica dejó su mochila sobre la otra maleta y avanzaron.

—Como ya viste, la cocina, a la izquierda este es el comedor —dijo avanzando por el pasillo frente a ellos — la sala. Subamos.

Su teléfono sonó.

—Debo contestar esto. — caminó de regreso a la cocina y ella lo siguió unos pasos más atrás.

Un muchacho joven, de cabello castaño, se encontraba ahora en la cocina.

—Hyun- Señor Kim, no sabía que vendría.

—Ah, Jungkook, estás aquí. —dijo pausando su llamada un momento —¿Podrías enseñarle la casa? Será la niñera, ya regreso.

No dejó que el chico contestara cuando ya había salido rumbo al portón por el que habían entrado.

—Hola, soy Jungkook, mucho gusto.