Prólogo

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El régimen en Norcorea castiga a sus habitantes cuando hablan mal sobre el gobierno, en especial sobre su líder Kim Jong Unn. Así, se enfrentarían a un castigo severo: reclusión en un campo de trabajo forzado o incluso, ejecución.

Algunos de los habitantes de mi país viven con sus familias y disfrutan de tres comidas en los días en los que el negocio va bien. Cuando no hay, pues, mezclamos arroz con maíz.

Comida callejera, ropa y dispositivos electrónicos de contrabando se venden en los mercados en los que muchos trabajan.

El comercio en Corea del Norte contradice de manera directa el comunismo de línea dura del régimen. Pero también permite a la población alimentarse en un contexto de sistema de raciones prácticamente obsoleto y sanciones económicas internacionales.

La información que entra en el país está controlada de forma estricta por el régimen, los muros, parques, edificios, y vayas están cubiertos por propaganda en la cual se exalta a un estado casi intocable e idólatra de nuestro "líder" Kim Jong Unn.

Ha pasado de boca en boca la noticia. Las patrullas recorren más a menudo la frontera bordeando la zona en busca de detractores.

Hace unos años, nuestro padre chino falleció por causas desconocidas. Nuestra madre, por querer investigar sobre el hecho, fue llevada a un centro de detención, en donde luego recibimos la noticia de que había fallecido por una enfermedad. Tanto mi hermano como yo sabemos que no es cierto. El gobierno nos mantiene en un estado de dependencia, basado en el socialismo, muchos mueren de hambre y no tenemos opciones de trabajo.

Desde hace un año, mi hermano, quien tiene la misma edad que yo, consiguió un trabajo en un puesto clandestino de venta de electrónicos. Hemos estado ahorrando algunos euros y yuanes a lo largo de este tiempo, pero no es mucho. Mis opciones son ser casada con un oficial de bajo rango siendo esclava del gobierno o trabajar la tierra arando los campos con miles de otras personas.

Muchos de nosotros, en verdad desearíamos vivir como viven nuestros hermanos del sur, o nuestros vecinos de China. ¿Qué cómo sabemos sobre eso? Mi hermano trae a casa algunas películas y dramas surcoreanos, son fáciles de entender, y las vemos por la noche. La gente tiene curiosidad sobre cómo viven los demás. Ver películas o programas de televisión internacionales de contrabando puede llevar a pasar diez años en los campos de trabajo. El régimen lucha duro por evitar el consumo de prensa extranjera ya que socava su propaganda antioccidental, pero esta consigue entrar a través de China en DVD o memorias USB.

Sin embargo, esto es duramente castigado. He oído que, si te atrapan, el castigo es severo, pero aun así la gente las ve. Yo me incluyo.

Mi hermano quiere que huyamos a China. Dice que cualquier lugar, sea China o Corea del Sur es mejor que esto. Lo entiendo. Nuestro padre era chino, y llegó aquí unos años después de la guerra, para la época de los 70 con 16 años. Conoció a mi madre, y estuvieron juntos por un largo tiempo antes de tenernos. Habían decidido viajar a China junto a mi madre, pero el gobierno no los dejó. Luego nacimos nosotros, en el siguiente verano.

En algunas partes del país, muchos arriesgan su vida para huir a Corea del Sur a través de China. En los últimos años, el número de fugados ha caído, en gran parte porque se incrementó la seguridad en la frontera y se llegó a un muy criticado acuerdo con China para repatriar a los norcoreanos detractores.

Nuestro padre nos había hablado sobre la vida en China, y nos enseñó el idioma. Sabemos algunas cosas y aunque no tenemos familia allí, nos gustaría irnos de este lugar.

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