Circunstancias diferentes ~ One-Shots ~ Daiharu

"Solo tuve la mala suerte de gustarle"

 //Especial halloween

Haru estaba bastante estresado, primera división consumía su vida, pero era lo que mas amaba, luchar por la justicia, actualmente estaba a cargo de un caso bastante difícil, se enfrentaba a un yakuza bastante poderoso que rebasaba todos los limites en cuestión de tecnología y contactos fuera de lo común, además ni siquiera tenían un nombre y mucho menos un rostro, básicamente era un caso a ciegas que se estaba comiendo la cabeza de Haru.

Todo comenzó a cambiar desde aquel día donde lograron interceptar un lugar que fue anfitrión de una de las transacciones ilegales de armas mas grandes hasta el momento, al llegar ya no había nadie, pero había algo un poco insignificante pero raro que llamo la total atención del detective, en el centro del lugar tirada en el suelo había un pequeño racimo de flores color pardo púrpura y rojizas que pertenecían a un pequeño arbusto llamado Tamarisco, Haru sabía que esas pertenecen solamente a la región de África, ¿Entonces cómo llegaron ahí?

La verdadera pregunta es cómo es que Haru sabe de esta flor. Su madre tenia en el centro de la ciudad un local bastante grande que se dedicaba exclusivamente a la florería, tenían de todo tipo de flores, y si no las tenían las conseguían, básicamente era la mas importante de la ciudad, y por supuesto que Haru ayudaba a su madre solamente los sábados y domingos, además contaba con el conocimiento total del lenguaje de las flores, haciéndolo ser alguien capacitado para cumplir expectativas en cuanto a significados profundos en sus gloriosos arreglos, prácticamente Haru era el mejor detective y el mejor florista.

El sábado, un día después de interceptar ese lugar que no lo llevo a nada mas que a un ramo de flores pequeño, se encontraba en la florería muy libre de trabajo lo cual era bastante raro debido a que siempre había gente entrando y saliendo, antes de pensar mas acerca de lo que pudiera estar pasando, sonó el tintineo de la puerta, dando paso a una persona bastante atractiva con aires de grandeza, no era sorpresa que Haru era un ser que bateaba hacia el otro lado, era decente pero no pudo evitar arquear su ceja izquierda por ver a gran personaje de frente, le calculaba unos 25-29 años, solo se decepcionó con el hecho de que fuera un poco enano, pero eso no le quitaba lo guapo que se miraba, Haru al estar tan embelesado por ese joven de traje ceñido y cara perfecta, jamás se dio cuenta de los innumerables guaruras que taparon toda la calle para evitar que alguien se acercara a la florería.

-Buenos días bienvenido a la florería Katou, hay algo en lo que te puedo ayudar.

-Creo que con solo saber tu nombre estaría satisfecho. Lo dijo con una pequeña sonrisa que estaba derritiendo por dentro a Haru.

-Ahh...? y-yo... emm.. me llamo Haru... Haru Katou. Esa petición le puso los nervios de punta.

-Tiene sentido, eres hermoso... como las flores que nacen en primavera. Lentamente se acercó a haru pasando con su mano enguantada, un mechón de cabello por detrás de la oreja, ¿cómo es que no se ha desmayado? Ese era un gran misterio.

-Haru, yo me llamo Daisuke y me encantaría saber si estas disponible para ayudarme con un ramo para el cumpleaños de mi prima.

-Oh, por supuesto que puedo, ¿tienes alguna flor en mente?

-Haru, ¿conoces el lenguaje de las flores?

-Debo presumir que lo conozco bastante bien, ¿por qué la pregunta?

-Curiosidad.

Hubo una pequeña pausa en la que el joven se puso a pensar y continuó hablando...

-Qué te parece un ramo de lirios blancos

-Es buena elección, enseguida te lo armaré si me disculpas tendré que ir a la parte de atrás, ya vuelvo.

-Crees que podría acompañarte, me interesaría ver como lo armas.