❀ Se dice que los accidentes no existen, que todo sucede por algo y que ambos se conocieran fue todo menos que un accidente.
Dos abandonos por parte de sus padres fueron lo que la llevaron a la Aldea de la Arena, un lugar donde podría ser protegida...
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El breve recuerdo de su alumno rubio informando que esa era la chica peliblanca que decía llamarse Uchiha Scarlett le causaba la duda de si en realidad era ella. Estaba ansioso de ver el encuentro de ella, así cuando su nombre apareciera en la pantalla podría saber si en realidad esa ninja de la Arena era o no su hija, pero antes debía de encargarse de sellar la marca de maldición que había en el cuello de su alumno azabache.
Scarlett mantenía la mirada diga en su donante de esperma hasta que sintió como a su lado Gaara comenzaba a temblar, pero no de miedo, ni de terror, sino de ansiedad y emoción al ver la sangre de Yoroi, su mano rapidamente se dirigio a la mano de Gaara que descansaba entre sus brazos ya que el pelirrojo estaba de brazos cruzados, tomo su mano entrelazando sus dedos con los de ella.
-"Cálmate"- murmuró Scarlett al tomar su mano.
-"Estoy tranquilo"- respondió Gaara cortantemente, sin despejar sus ojos de la arena, donde se podía ver como los dos ninjas que se habían enfrentado se retiraban, Yoroi en una camilla por ninja médicos, mientras que Sasuke de pie siendo acompañado por Kakashi.
La peliblanca solo mantenía sus ojos en el censor, que tras los dos competidores retirarse, el camino al centro de la arena para que todos pudieran verlo y observar con claridad.
