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Altibajos.

La vida es un constante sube y baja de emociones.

Un día estás irradiando felicidad, y al otro puede estar tan deprimido que no quieres hacer nada.

Los sentimientos son como un ascensor. Con ascender puede llevarte al cielo, sobrevolar las nubes y sentirte el dueño del universo.

Y al descender puede llevarte a las entrañas del infierno. Sentirte miserable, que nada de lo que hagas vale la pena, sentir que eres el peor ser que puede existir. Un error.

Es así como me siento últimamente, como en un jodido ascensor que solo puede descender.

Estar trabajando todo el día en lo que más amo hacer me mantiene ocupada. Casi al punto de olvidar que tengo una vida fuera de esa empresa.

Pero al momento de regresar a mi "pequeño apartamento" (y digo pequeño por qué es inmenso) el silencio es abrumador.

Oscuro, silencioso, gris, sin vida. Casi parecido a un ataúd...

Y en medio de las sombras, es inevitable pensar en lo que fue y nunca pudo ser.

...

"No hagas esto más difícil de lo que ya es... Por favor. -suplicó fastidiada-"

"No lo entiendo. ¿Que fue lo que hice mal? -apreté con fuerza al pequeño peluche que tenía en mis manos, el cual iba a ser un regalo de aniversario- ¿Por qué? -a este momento ya me era imposible detener más las lágrimas- Dime qué hice mal. Así lo puedo solucionar ¿Sí? Sólo no te vayas... No me hagas esto."

"T/N, simplemente sucedió. No quería estar toda mi vida con alguien a quien no amo. ¿Lo entiendes no? -sin decir nada más se quitó la argolla con el pequeño diamante que estaba en su dedo, tirándomela al pecho con rabia- Vete, lárgate de aquí. No quiero saber nada más de ti."

Cerré mis ojos con fuerza para evitar llorar y me agaché para recoger la argolla que había caído en el suelo.

"Por favor, no hagas algo apresurado y estúpido -traté de tomarle las manos, pero recibi un fuerte manotazo de su parte- No, no lo hagas..."

"Adiós"

Dió medía vuelta, y se marchó, dejó a paso apresurado el parque dónde estábamos sin siquiera mirar hacía atrás.
El amor de mi vida, la que iba a ser mi futura esposa se fue, dejándome con el corazón roto y nuevos sentimientos que jamás había experimentado; tristeza, desamor y decepción.

Lo único que podía hacer era llorar, llorar y llorar descontroladamente.

Y como si el cielo estuviera sincronizado con mi estado de ánimo empezó a dejar caer fuertes gotas de agua. Que rápidamente se transformaron en lluvia.
Llevándose mis lágrimas con ella.

...

-Vaya manera de torturarme -suspiré y dejé mis converse en la entrada- ¡Estoy en casa! -grité con la pequeña esperanza de escuchar como alguien me recibía- ¡Y otra vez! Nada...

Ya resignada empecé a caminar por el gran salón. Dejando mi bolso en un sillón para luego dirigirme a la cocina.

El refrigerador estaba vacío. Excelente.

𝗖𝗼𝗺𝗲 𝗕𝗮𝗰𝗸 𝗧𝗼 𝗠𝗲 | ᴺᵃʸᵉᵒⁿ ʸ ᵗᵘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora