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Más o menos después de las cinco treinta de la mañana, Nayeon y yo pudimos conciliar el sueño. Después de haber estado gran parte de la madrugada en el estudio ambas fuimos a la sala, durmiendonos en la alfombra con el resto de las chicas.

(. . .)

Al despertar y ver la hora en mi teléfono vi que eran las diez de la mañana, estiré mis brazos tanto como pude y le di un vistazo rápido a la sala. Muriendo de ternura al ver como todas dormían tiernamente.

—¿Cuánto tiempo llevas despierta? -preguntó una voz a mis espaldas, haciéndome sobresaltar del susto-

—¡Jihyo! -lleve una mano a mi corazón tratando de calmarlo- ¿Piensas matarme de un susto?

Reproché y ella solo río en silencio.

—Acabo de despertar -respondí ya una vez tranquila-

—¿Se durmieron muy tarde? No me fijé en la hora antes de caer rendida.

—Si mal no recuerdo las chicas cayeron profundas a las tres de la mañana -respondí levantándome de suelo- Esa alfombra es muy cómoda.

—Me refiero a ti y a Nayeon Unnie -sonrió maliciosamente, haciéndome sonrojar violentamente-

—Ah... Yo...

—Antes de que me mientas -habló con voz firme, haciéndome encoger del miedo- Lo vi todo. Por lo que quisiera que me respondieras con la verdad. ¿Nayeon besa bien?

Nuevamente sentí mi rostro volverse rojo y caliente de la vergüenza.

—Sus labios son muy suaves -respondí tocando mis labios con la punta de mis dedos-

—¡Por mi! -alzo sus brazos exclamando al techo, tarde unos segundos en procesar la referencia- Ya era hora de que dieran el paso.

—¿A que te refieres? -pregunté confundida emprendiendo el camino a la cocina con Jihyo siguiendo mis pasos-

—¿Creés que no me doy cuenta de las miradas que se dan cuando estamos trabajando? Soy su madre después de todo -ambas reímos- Además... Nayeon no es muy discreta cuando se trata de tí.

—Wao... Eso no lo sabía.

—También me di cuenta de lo que te hizo anoche en el ascensor.

¿Cuántas veces me he sonrojado desde que desperté? No lo sé, ya perdí la cuenta.

—No pensé que te darías cuenta de eso... Ella solo lo hizo y yo me quedé pasmada -respondí sacando la leche del refrigerador y los huevos de la alacena-

—Soy pequeña, me doy cuenta de todo -reí por eso- No te rías, no todos fuimos bendecidos por la naturaleza.

—Lo siento...

—Lo que quiero decir es, que después de lo que nos contaste anoche me siento muy feliz de que te abras nuevamente al amor. Me siento como una madre orgullosa por su hija.

—Y siento mucho miedo por eso. ¿Que pasa si salgo nuevamente herida? No quiero perder la amistad que tengo con ustedes por algo así... -suspiré- Y tampoco me gustaría huir otra vez. Por fin estoy cumpliendo ni sueño de escribir y componer, y ahora seré lo que una vez de niña siempre quise ser junto a Joohyun. No puedo simplemente huir y dejar todo atrás.

Hubo un corto silencio donde solo se escuchaba el ruido que hacían los huevos al ser fritos en la sartén.

—Entiendo como te sientes, también quise dejar todo atrás y huir por alguien. Pero no lo hice, y ahora no puedo dejar de creer que tomé una buena decisión.

𝗖𝗼𝗺𝗲 𝗕𝗮𝗰𝗸 𝗧𝗼 𝗠𝗲 | ᴺᵃʸᵉᵒⁿ ʸ ᵗᵘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora