Confianza

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Ya había terminado mi turno en el trabajo y Tay nunca volvió a la tienda, tuve que peligrosamente cerrarla solo porque su papá se fue a hacer unas dirigencias, hasta le escribí varios mensajes  y ni uno me contestó. Cuando llego a mi edificio tomo el ascensor hasta mi piso, tal vez debo intentar llamarlo porque me preocupa un poco la verdad, al abrirse el ascensor me sorprendo porque veo a un Tay sentado en el suelo delante de mi puerta con los ojos cerrados.

- Tay.- Me acerco rápidamente y lo llamo.- ¿estás bien?- Pregunto preocupado e inmediatamente noto sus mejillas un poco sonrosadas.

- Gun.- Termino de confirmar que está borracho por el olor que desprende y me preocupo aún más.

Se podría decir que ni Tay ni yo éramos buenos con el alcohol, tenemos esa facilidad de emborracharnos con solo dos cervezas aunque suene patético, no somos bebedores ni mucho menos fumadores, por lo tanto encontrarlo así me puso muy nervioso. Como veo que aún sigue con los ojos cerrados aunque haya dicho mi nombre, lo intento levantar del suelo pero es muy pesado así que solo lo logro arrimar a un lado para poder abrir la puerta de mi hogar, tendré que arrastrarlo para meterlo a la casa.

- Tay.- Lo llamo para ver si sigue despierto y me responde con un ligero “uhm”.- Tal vez esto duela un poco ¿ok?- No dice nada a lo que yo me quito los zapatos y dejo mis cosas en la mesa de la sala.

Me devuelvo, le quito los zapatos y lo acuesto en el piso para luego agarrar sus piernas, con mucho esfuerzo y  lentitud lo adentro a mi casa, no sé si es una buena idea hacerlo por los pies o por la cabeza, o sea técnicamente si lo intento jalar por los brazos le puedo fracturar o sacarle uno ¿no? creo que lo mejor es hacerlo por los pies y tener mucho cuidado de no golpearle la cabeza, ruego por que no se le ocurra abrir los ojos. Literalmente parecía un muerto pero creo que ya se había quedado dormido.

- ¿cómo puedes pesar tanto si eres delgado?- pregunto al aire y siento que Tay se retuerce un poco así que lo suelto un poco asustado.

- Sueño.- Dice en un susurro y se voltea para apoyar tranquilamente su mejilla al suelo.

No le entiendo ¿acaso es cómodo dormir en el suelo? De nuevo intento agarrar sus piernas pero por su posición no logro jalarlo así que trato de voltearlo a como estaba antes pero él no me deja, es como si se opusiera.

- Tay déjame moverte, necesitas una ducha o al menos tocar la cama.- Le digo y él se acomoda mejor para dormir.

- No.- Contesta y me deja con la boca abierta.

Si tan solo tuviera el corazón más frío o poca paciencia ya lo habría dejado allí pero no, no puedo dejarlo así como así. Tenía muchas preguntas que hacerle pero él solo quería dormir. Volví a poner todas mis fuerzas para voltearlo y para mi sorpresa esta vez no se opuso, continúe con lo anterior y lo llevé al baño. Lo dejé allí para cerrar la puerta de la casa y posteriormente buscar una toalla para darle un baño.
Cuando volví al baño veo que Tay se había quitado la camisa y se encontraba abrazando al inodoro, me río y saco mi celular para tomarle una graciosa foto, espero no se moleste por esto. Remojo la toalla y lo llevo al rostro de Tay, esto ayudará a que se despierte un poco y pueda meterlo a la ducha, él protesta un poco al sentir el frío pero yo continuo limpiándolo, vuelvo a remojar la toalla pero esta vez paso por su cuello, lo acomodo mejor a la pared del baño y continúo. Ahora mismo debo ser el mejor amigo del mundo, me estoy muriendo de hambre y no, en vez de comer una deliciosa cena me encuentro limpiando a Tay por su extraña borrachera.

Exprimo la toalla en el lavabo y lo remojo de nuevo para esta vez limpiar su pecho, al menos me quitó el trabajo de sacarle su camisa. Suspiro y noto que Tay ya estaba despertando.

- ¿Gun?- Entreabre sus ojos y me trata de ver.

- Si, ese soy yo.- Me río un poco. Se ve muy tierno y divertido borracho.

¿Cómo conquistar al oficial Jumpol? - OffGunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora