VI.

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Los rubios cabellos de la chica rebotaban contra su cuerpo con cada paso que daba, no había dejado de correr hasta que llegó al pasillo en el que sabía encontraría a su amigo, se había tardado más de lo esperado al haberse equivocado de lado y llegar al pasillo en el que un chico de cabello semejante al de un arbusto se encontraba, mismo chico que le había indicado como llegar al otro lado completamente sonrojado. Pero por fin había dado con el pasillo, mismo en el que logró divisar la desordenada cabellera pelimorada de su amigo, corrió hasta este, Shinso por su parte estaba recargado en la pared con las manos en los bolsillos completamente relajado en la espera de su amiga, sabía que su pelea estaba por iniciar, pero también sabía que Mako nunca faltaría para apoyarle.

—¡Hitoshi! —gritó el nombre de su amigo provocando que este girara a verla, Mako soltó un suspiro en cuanto se detuvo, en verdad había recorrido toda la arena, pero ya estaba con él.

—Sabes, pudiste tardar menos —la rubia infló sus mofletes con molestia, en verdad había llegado tan rápido como había podido, ni siquiera se había disculpado cuando notó que cada paso que daba dejaba pequeñas raíces levantadas en el suelo, solo esperaba que nadie se accidentara con ellas, el pelimorado suspiró y sonrió antes de acercarse a su amiga y colocar una de sus manos sobre la cabeza de la chica brindándole pequeñas caricias—. Gracias por venir —la chica sonrió esta vez, poco le importaba que estuviese despeinando su cabello, ya tendría tiempo para arreglarlo después.

—Jamás faltaría —los ojos anaranjados de Mako chocaron con los violeta de Hitoshi, si este no estuviese acostumbrado ya a la mirada tan penetrante de su amiga seguramente ya hubiese apartado la vista , la mirada de la chica siempre fue así de inusual cosa que incomodaba a la mayoría, siendo que sentían como si les estuviese amenazando o simplemente como si supiera hasta el más mínimo secreto de todo cosa que influyó mucho a que las personas prefirieran alejarse de la chica, eso y su falta de control en su Quirk—. Tienes que demostrarles a todos lo que Shinso Hitoshi es capaz, es el momento que dejemos los juegos y que demostremos que somos merecedores de pertenecer en el departamento de héroes como los demás. Somos quienes deben luchar el doble para conseguir nuestros sueños, deseo seguir luchando por nuestro sueño junto a ti Hitoshi así que vamos por todo —colocó su mano cerrada en puño en el pecho del chico, justo en dónde el corazón de este se encontraba, el pelimorado por su parte sintió las palabras de la chica calarle hondo, recordó los entrenamientos que habían tenido juntos, en los que daban lo mejor de sí y en los que a veces ganaba la chica o a veces ganaba él—. No te haré prometer que ganaras, pero promete que pase lo que pase seguirás luchando por ser un héroe —esta vez alzó su mano despegándola del cuerpo del chico dejándola hasta la altura de los ojos del chico y levantó el dedo meñique—. ¿Lo prometes? —Hitoshi asintió antes de quitar su mano de la cabeza de la chica y entrelazar su meñique con el de ella, sabía bien que aquella promesa no podía romperla hasta cumplirla porque aquella manera tan peculiar de realizar promesas de la chica era sagrada, según sabía por parte de la madre de la rubia, Mako tenía aquella manía con su padre, pero tras el fallecimiento de este comenzó a tomarse demasiado en serio las promesas.

Control 『Todoroki Shouto』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora