Halloween flowersIPaperHat

✨Segunda parte✨

— ¡Dulce o truco! — llamaron las niñas a unísono, extendiendo las bolsas decoradas en las que llevaban los dulces que habían recolectado, sonriendo ampliamente al ver el bol repleto que cargaba la chica.

— Que disfraces más hermosos— felicitó, dejando caer un puñado de caramelos en cada bolsa, fingiendo a duras penas no notar las peculiaridades en la apariencia física de las niñas— ¡Feliz Halloween!

Yamencia tomó la mano de Sanity en cuando les cerraron la puerta, corriendo de regreso hacía los doctores que las acompañaban, sonriendo y enseñando orgullosa su bolsa de dulces, que comenzaba a ser difícil de cargar. Glurf debía admitir que los disfraces de las niñas destacaban bastante entre princesas, brujas y personajes de películas populares, se sentía orgulloso de haber cedido a la exigencia de Sanity. Incluso parecía que lo hubiesen acordado.

— ¡Doctor! — Llamó la niña a su cargo, aferrándose a su gabardina y extendiéndole la bolsa, mientras se dirigía a la siguiente casa— ¿Me ayudas a cargarlos? Esta pesada.

Recibió la bolsa sin protestas o preguntas, ofreciéndole su mano para que caminase más cómoda; aun con tanto entusiasmo por la fecha, Sanity seguía siendo tímida alrededor de otras personas.

Con lo que llevaban acumulado bien les daba para un coma diabético entre los cuatro, pero ellas de todas maneras volvieron al trabajo de ir en cacería por la próxima casa.

— ¡Dulce o truco! — el gritó se escuchó a distancia después de que Yammy tocó energéticamente el timbre, verlas correr a cualquier dirección hacía a Clug estresarse un poco por cada ocasión, pero no quería arruinarles la diversión.

— Gracias por aceptar venir— comentó de la nada, llevaba un rato sin hablar, casi se sentía obligado a estar en una conversación, detestaba la idea de quedarse solo con sus pensamientos (y el persecutor) — No suelo venir a esta parte de la ciudad.

— No hay problema, Sanity estuvo muy emocionada con la idea— Glurf le aseguró, no supo si tomárselo como apruebo o desapruebo a seguir hablando— A este paso terminaremos recorriendo la ciudad entera para pedir dulces.

— ¿Eso se puede? — preguntó inocentemente, en compañía, la ciudad no parecía tan grande— No quiero que regresemos muy tarde.

— No— el pelinegro lo miró confundido, haciéndolo darse cuenta de que probablemente era una broma que se había perdido. Rio con un poco de pena, pero aparentemente alguien más se había tomado a mal el tono de Glurf, pues empezó a sentir la presencia de una persona mucho más cerca de lo que estaba antes— ¿Estás enojado o algo?

— ¿Qué? No, ¿Por qué lo estaría? — eso lo hizo dejar de prestar atención a Clog, quien estaba molestándole un poco.

— Me acabas de mirar como si quisieras... No sé, ¿Lanzarte contra mí?

— ¿De verdad? — miró arriba y a la izquierda, donde más sentía a su alter— ¿Quieres responder eso por mí?

— Lo siento— el persecutor murmuró molesto en su cabeza.

— ¡Papá! — Yamencia corrió en su dirección, de tanto que jalaba a Sanity estaba sorprendido de que a su amiguita no se le hubiera desacomodado ninguna parte del disfraz— ¡Mira lo que nos dieron!

Parecía que había pasado por la casa que daba barras de chocolate enteras y paletas de tamaño real, a juzgar por la felicidad absoluta en ellas luego de recolectar miniaturas. No sabía muy bien que decirle, por suerte su hija volvió a indicar una casa para visitar, la idea de recorrer toda la ciudad por dulces sonaba posible considerando la energía en su criatura.