Capítulo 2

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Me gustaría decir que adoro a Ochako, pero no se por qué la escribí en este fic siendo... bastante irritante. Vuelvo a decir que la adoro, pero así surgieron las cosas n.n

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La tensión y pesadez del ambiente podía cortarse con un cuchillo. Después del desastre ocurrido durante el entrenamiento de aquel día y ver como se habían llevado a dos de sus compañeros a la enfermería era evidente que se sentirían ansiosos.

Se encontraban todos en la sala de estar, dando vueltas de un lado a otro, discutiendo lo que podía pasar de ahora en adelante, gritándose entre ellos por cualquier tontería, demasiado nerviosos como para aguantar hasta el más mínimo tic que pudiera resultarles molesto. Alfas desprendían aromas agitados y hostiles, omegas nerviosos y asustados y los betas miraban la situación sin saber qué hacer para ayudar.

Un rubio cenizo entró al lugar después de descansar un rato en su cuarto y observó la escena minuciosamente. Todos giraron a mirarle en cuanto olieron el aroma a caramelo y nuez moscada que le caracterizaba. Él rodó los ojos y se dejó caer con pesadez en uno de los sofás individuales del lugar.

- ¿Estás bien? – oyó que le preguntaban y reconoció inmediatamente al portador de aquella voz como la de su mejor amigo, aunque eso no lo admitiría en voz alta ni bajo amenaza de muerte.

- Algunos moratones y rasguños. – respondió y prácticamente todos suspiraron aliviados, pues temían que el de ojos rubí hubiera acabado con algún hueso roto. El rubio les miró y volvió a suspirar. No le extrañaba la reacción de los demás. No teniendo en cuenta el desastre que había ocurrido hace apenas dos horas.

Había notado a Deku extraño esos últimos días, pero pensaba que si era algo realmente importante se lo acabaría contando. Ellos se conocían desde siempre, eran amigos desde antes de que pudiera entender lo que eso significaba.

El día que presentaron sus quirks fue algo que nunca olvidaría: sus explosiones, leves y nada más que una luz con algo de ruido, sorprendieron a ambos, pero su sorpresa se enfocó en el hecho de ser casi empujado al suelo de repente. Miró a su amigo sin comprender y este hizo lo mismo. El comentario de "Kacchan, ¿qué son todos estos números?" le confundió aún más sobretodo cuando notó que los ojos esmeraldas del más bajo ahora brillaban con un deje amarillo, como si pequeños relámpagos recorrieran sus orbes.

Aquel día supieron que Katsuki podía crear explosiones en sus manos y que Izuku era capaz magnetizar a la gente. Su particularidad le permitía ver información de personas y objetos, y hacer que se alejaran o juntaran. El problema era que al igual que sus explosiones le causaban daño auditivo al hacerse más grandes y potentes, los ojos de Izuku se cargaban y acababa con migrañas si lo utilizaba durante mucho tiempo seguido.

Durante el entrenamiento notó que tanto Deku como Kaminari parecían idos, pero decidió centrarse en el ejercicio y ya luego intentaría hablar con ambos. Ese fue su error. Si hubiera intentado averiguar lo que sucedía las cosas no habrían ido tan mal. Un fuerte gruñido salió desde lo más profundo de su pecho. Se culpaba por lo que había pasado. Por alguna razón Deku no estaba concentrado y perdió el control de su quirk, mandándolo a volar contra una pared. Aizawa detuvo al más bajo a tiempo, pero la fuerza en que fue propulsado fue mayor a la que había esperado y aunque logró desacelerar usando su particularidad, aún así terminó estrellándose contra el muro. Los daños, afortunadamente, fueron menores a los esperados. Como cabía esperar sus compañeros corrieron a él, pero su persona se encontraba más enfocada en las dos figuras en el suelo, temblando y llorando silenciosamente.

Algo muy malo estaba sucediendo con ellos dos y su preocupación se hizo evidente cuando de su garganta salió un grito fuerte del nombre del peliverde al tiempo en que este junto al rubio caían al suelo desmayados.

Take care of meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora