Capítulo 6

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¡Por fin las parejitas hablan y aclaran las cosas!

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Lo que restaba de día se la pasaron metidos en sus propios pensamientos. Después de la charla de aquella mañana, cada uno se dedicó a meditar sobre sus palabras y gestos para con los demás.

Fue una sorpresa que el único en no recibir ninguna queja fuera el alfa explosivo, pero todos entendieron por qué. El más alto podía ser algo volátil, pero desde el primer día dejó claras las cosas que le molestaban y realmente no solía empezar una pelea si no era por algo que realmente le había hecho enfadar. Podía gritar, pero la mayoría de las veces solo fruncía el ceño y se iba a su cuarto, precisamente para no causar daños con su quirk si las cosas se salían de control.

Midoriya comentó que durante bastante tiempo Katsuki había ida a terapia para controlar su ira. Al principio fue una vez a la semana, para ayudarle con su temperamento, pero después de presentar comenzó a asistir más, sobre todo porque era complicado lidiar con un alfa tan dominante como el suyo.

Por supuesto que el rubio seguía teniendo sus momentos, pero no eran tan frecuentes a cuando eran niños.

Kirishima recibió una reprimenda por dejar esparcidas sus cosas por todas partes, no cuidando sus pertenencias y luego ir pidiendo cosas a los demás. No es que no quisieran dejarle cosas, pero había veces que sus amigos le miraban realmente exasperados por ello. El pelirrojo prometió mejorar en ese aspecto y ser más organizado en un futuro no muy lejano.

Todoroki fue sorprendido al nivel de que hasta su expresión lo demostró, cuando el peliverde le pidió alimentarse de algo más que fuera soba fría durante la hora de la comida. Le confesó lo mucho que le preocupaba que el alfa comiera lo mismo todos los días y este prometió crear una rutina para ir alternando lo que comía durante la semana. Iida se ofreció voluntario para ayudarle a confeccionarla según el menú de la escuela que haya cada día.

Por otro lado, hablaron un poco sobre Izuku y Denki siendo omegas. Estos quisieron disculparse por los problemas causados, pero ninguno quiso oírles. Nadie sentía que debían disculparse puesto que desde un comienzo no debieron asumir que ambos eran betas. Había sido error suyo y no del par de amigos.

Estos se sintieron aliviados cuando todos prometieron no tratarles de forma diferente ahora que sabían de su sexo secundario. Eran omegas sí, pero eso no significaba que fueran débiles. También les prometieron incluirles más en las conversaciones y pasar más tiempo en compañía de ellos, sobre todo porque habían notado lo distantes que se habían comportado durante ese mes viviendo en los dormitorios.

Agradecidos ambos se despidieron, argumentando que todavía tenían que recoger las cosas de sus antiguas habitaciones y trasladarlas a su actual cuarto. Como era de esperar, tanto rubio como pelirrojo se ofrecieron a ayudarles, cosa que estos aceptaron. Seguían algo cansados y dos pares de manos extra les vendrían de perlas.

Así es como se dividieron en dos grupos: Kaminari y Kirishima recogerían las cosas del rubio mientras que Midoriya y Bakugo las del peliverde. Los omegas se encargaban de la ropa y objetos que fueran a ir a su cama mientras que los alfas de los libros y artículos varios que ambos poseían.

En el caso de Katsuki se pasó un muy buen rato guardando con máximo cuidado las valiosas figuras de All Might que Izuku poseía, sabiendo que como el más mínimo rasguño apareciera en ellas, el omega le cortaría el cuello.

Incluso ahora que el rubio héroe era su profesor en U.A. el peliverde no había perdido la gran admiración y casi obsesión que sentía hacia el mayor. Por suerte pudo convencerle, cuando recién entraron a la academia, de que el otro alfa era un hombre como cualquier otro, que su título de héroe no le hacía ser una deidad todopoderosa.

Take care of meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora