Wᴇ·ʀᴇ Hᴇʀᴏᴇs: 𝑪𝑳𝑨𝑹𝑰𝑻𝒀

𝐈

Caminaba al mismo ritmo que mis compañeros, pero no escuchaba su conversación ya que mi atención estaba ocupada vagando por mis pensamientos.

—¿Nerviosa? —preguntó Armin con una sonrisa que buscaba reconfortarme.

—Más bien, ansiosa —corregí antes de soltar un suspiro. Jean, Connie y Sasha seguían envueltos en su conversación— en sí, Marley es un lugar muy diferente sumando la conversación de hace unos minutos, siento que me saturé de información y eso me agobia un poco.

—Oye, tranquila —el rubio palmeó mi hombro— verás que todo resultará bien.

Le sonreí algo triste.

—No dejo de pensar en aquel niño, el que intentó robarle a Sasha —admití— si la mayoría piensa así, ¿qué nos va a esperar mañana?

Lo miré preocupada.

—Si es como estoy pensando —proseguí— Armin, lo más probable es que esto no se resuelva con el dialogo.

Antes de recibir una respuesta de parte de mi amigo, Connie exclamó divertido.

—¡Hey, Eren! —el castaño se dio la vuelta al escuchar a Spriger, al parecer, Eren y Mikasa estaban hablando. Extrañamente la azabache tenía el rostro ruborizado.

—¿Dónde te habías metido? Nos preocupamos y venimos a buscarte —mencionó Armin.

—Solo vine a observar el lugar —contestó secamente.

Miré a la misma dirección que él. El corazón se me encogió al ver que los Erdianos, además de ser discriminados por la sociedad, su hogar se componía de carpas en donde se notaba que no poseían de la mejor calidad de vida.

Me generaba mucha rabia el no poder hacer nada por ellos, incluso el ver tanta injusticia me causaba un dolor de pecho difícil de explicar.

Un señor se acercó a Eren, al parecer ambos ya tenían una especie de amistad establecida, susurraron un par de minutos y posteriormente, el castaño se dirigió a nosotros.

—Nos está invitando a cenar.

Apenas escuchó a frase, Sasha saltó emocionada. Todos decidieron aceptar la invitación con mucho gusto.

—¿Silvia? —nombró Jean.

—Chicos, en serio lo siento —sonreí apenada— tengo que ver unas cosas con Hanji y Levi para mañana y...

—Oh, ¡Vamos, Silvia! —se quejó Sasha.

Comencé a disculparme verbalmente y moviendo las manos de un lado a otro mientras retrocedía para volver por el lugar de dónde venimos.

—Hace mucho que no pasamos tiempo como amigos —trató de convencer Jean.

—Además de que claramente necesitas un descanso —mencionó Armin— se nota mucho tu estrés.

—En serio chicos, estoy bien, ustedes diviértanse y yo...

—Silvia —interrumpió Eren ofreciéndome un vaso que contenía alcohol, o eso suponía por el aspecto— solo por un momento ¿podrías olvidar que eres la subcomandante de la legión y pasar un rato con nosotros?

Suspiré derrotada. A decir verdad, ellos tenían razón, hacía bastante tiempo que no pasaba el rato con ellos. Tomé el vaso con una sonrisa.

—Solo un vaso —aclaré refiriéndome a la bebida.