"¡Gran Maestro! ¡Hanguang-Jun y el Patriarca de Yiling están peleando otra vez!"
Era ya la décima vez que eso pasaba en el día.
En Gusu una mañana normal no podía comenzar sin una pelea o elogios a más no poder por parte de esos dos que lograban s...
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A los pocos minutos Zhan y Yibo regresaron al restaurante, con un notorio problema en el cabello.
Acordaron que por el momento seguirian el rol de sus personajes, pero era complicado, pues tenian una idea de lo que seguiría, pero solo tenian aprendidos los dialogos de unas cuantas escenas más.
Y a menos que el libreto les cayera del cielo tendrian que improvisar un poco.
-¿Y bien? - Cheng cruzó los brazos en su lugar, mirando el cabello de ambos.
A su lista de preocupaciones se añadió el tener que peinarse.... Para Zhan no era mucho problema el poder andar despeinado todo el dia, pero para Yibo esto si representaba un problema.
Y el cortalo no era una opción.
-¿Que pasa Cheng Cheng? - Preguntó haciendo que el par de ojos dejara de mirar a Yibo y ahora lo miraran a él.
-Nada...-
Huaisang sentia la tension en el ambiente, por eso trato de hacer que se disipara, pero esto no iba a suceder.
No mientras lan Wangji tuviera todo el cabello desordenado.
-Lan Zhan, ¿podrias peinarte? - preguntó alejandose un poco de su papel, pero desde un inicio el que se comenzo a jalar los cabellos como loco habia sido el.
Yibo por su parte entró en su papel y se giró ignorando por completo al otro.
Zhan estuvo nada de golpearlo para que le hiciera caso, pero guardó la compostura y se hizo el ofendido girando los ojos.
...
Esto no iba a ser nada facil para ninguno.
Por su parte Yibo no podia ni dar un paso sin angustiarse. Y no por el hecho de que no sabia casi nada de la vida en esa época. Si no por que habia dejado a su adorada motocicleta en casa.
Aunque bueno, por lo menos estaba ahi con su Zhan y no solo.
Ahora se dirigian hacia la mansion de la dama florista. O al menos eso le habia dicho Zhan.
"Tu solo no hables" orden exacta que él iba a seguir.
Caminar en ese traje era agotador. Pero para Zhan debia serlo más, asi que solo se dedicó mirarlo dar pasos largos frente a el.
Sostuvo en sus manos el fragmento del Yin de acero que su clan tenía. Y en la otra llevaba a Bichen, a quien obviamente no sabia usar del todo.
A medida que se acercaban, el Yin de acero temblaba más, al igual que las piernas de Yibo.
Recordaba que en el libreto decia que todos en la mansion estaban muertos, y él no estaba diseñado para soportar eso.
Lo supo cuando el olor a sangre comenzó a inundar sus fosas nasales. Era verdad, olia horrible, asi que dio unos cuantos pasos mas para alcanzar a Zhan y lo tomó del brazo.
