The 0-8-4

Capítulo 8: Mystic Grill

Ya había ordenado todo en la habitación, mi ropa, mis pertenencias... y me encontraba acostada en la cama mirando al techo esperando a que Damon, Elena y Stefan volvieran a la casa.

Les cuento la situación.

Después de que Elena me enseñó la casa entera, que por cierto era muy grande y antigua, los agentes se fueron de la casa porque ya se estaba haciendo muy tarde y ellos todavía no sabían en que hotel hospedarse.

Luego a Damon se le antojó ir a un tal "Mystic Grill" con un amigo suyo, que en este momento no me acuerdo el nombre, era algo así como Alérgico... Alarde... Alarido ... No me acuerdo, bueno, el punto es que luego Stefan y Elena se le unieron. Ellos me preguntaron que si quería ir con ellos pero la verdad es que no soy ese tipo de chicas que les encanta ir de fiesta o tomar muchos tragos...

Pero justo ahora estoy tan aburrida que necesito salir ya de esta casa.

Me cambié rápidamente a unos leggings negros, una blusa blanca larga casi transparente con el cuello negro y botones dorados, una chaqueta de cuero negra y unos botines de tacón alto negros.

Peiné mi cabello y lo ondulé un poco en las puntas, luego me maquillé de una manera muy sencilla y, ya estaba lista.

Salí de, ahora mi habitación, y bajé las escaleras hasta llegar al frente de la puerta principal de la casa.

Salí de la gran casa y llegué al punto en que la calle tenía rutas... Y caí en cuenta de que no sabia donde quedaba ese lugar...

Siempre tan inteligente

Pensé.

Pero luego de unos segundos la verdad es que no me importó si me perdía... Seguí caminando hacia no se donde, mi plan era que, como es un pueblo pequeño, le podría preguntar indicaciones a cualquier persona que pasase por mi lado.

Pasaron 30 minutos, en los que yo no había parado de caminar, y encontré a una catira como de mi edad que caminaba, al parecer, con prisa en mi dirección.

-Hola, disculpa- saludé tratando de llamar su atención y ella volteó a verme.

Al momento en que se volteo pude notar que tenía unos ojos azules hermosos y también que traía puesto algo semi formal... como para ir a un club.

-¿Si?- preguntó la muchacha en frente de mi.

-Sabes por casualidad dónde queda el "mystic grill"- pregunté.

-Oh si, justo voy para allá, si quieres sígueme y así nos acompañamos- dijo con una sonrisa. Esta chica se veía muy simpática.

-Claro, te sigo- dicho esto retomó su camino y yo la seguí.

En ese momento noto que ella huele exactamente igual que a Elena, claro, más allá de todo ese perfume que tiene puesto... la ojiazul huele a...vampiro.

Pero decidí no decirle nada.. y dejarlo pasar.

-¿No eres de por aquí verdad?-preguntó esta con una sonrisa en la cara.

-¿Tanto se nota?- pregunté divertida.

-si, algo.. todo el mundo conoce el "Mystic grill"-

-Oh, debe ser un club muy bueno ¿No?-

-es el mejor de por aquí, y vienen los mejores chicos- afirmó ella muy sonriente. -y hablando de eso.. ya estamos aquí- al decir esto nos detuvimos frente a un café... bar... lo que sea, que tenía un letrero que decía "Mystic grill" y nos adentramos en este.

Al entrar noté que había muchísima gente ahí adentro... y no pude evitarlo, me mareé un poco y podía oler la sangre de cada persona que estaba allí y podía escuchar los latidos de los corazones de las que estaban a mi alrededor.

Me dieron náuseas por mis tan bizarros pensamientos y me dirigí al baño disculpándome con la muchacha que me había acompañado.

Al entrar al baño me quedé en shock... vi a elena ahí, discutiendo casi a golpes con... ¿Otra Elena?

Me estoy volviendo loca

Son iguales

¿Elena tiene una gemela?

O Dios mío y ahora no se quien es quien, o quien es la Elena que conozco.

-¿____? Qué haces aquí?- preguntó, la que creía que era la Elena que conocía, extrañada.

-q.. ¿que es esto?... ¿Tienes una gemela?- no pude evitar trabarme con mis palabras.

-no.. verás ____, ella es....- la interrumpió su doble.

-Katherine, la verdadera novia de Stefan, y a la única que a la que ama...mucho gusto ____- saludó con una sonrisa egocéntrica.

No dije nada... no sabia lo que estaba pasando aquí.

-¡¡Cállate que sabes que no es así!! ¡¡El ya te superó!!- le reclamó Elena a Katherine.

-No perderé más tiempo discutiendo contigo querida... me voy de este sucio lugar- y salió de repente dando un portazo.

-¿Por qué son tan iguales?- pregunté aún sin entender.

-Ella es mi Doppelganger-

Ok... este pueblo cada vez es más extraño.