Capítulo: 3

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Hace diez años:

Lan Wangji se sentía como un robot. No podía desterrar la imagen de su mente; su madre, envuelta en blanco, con la piel demasiado pálida y los ojos cerrados. Un accidente, es lo que se consideró la causa oficial de la muerte.

Y así, su tío paterno había asumido la custodia de los niños. Lan Wangji tenía trece años y se cambió de colegio a mitad de curso. Puso distancia entre él y todos los demás. Incluso los profesores se mostraban cautelosos ante su gélido comportamiento, a pesar de sus perfectas calificaciones. A cambio, todos mantenían distancia de Lan Wangji.

"Um, hola", un chico con una sudadera negra se sentó junto a Wangji, "creo que nunca me presenté. Soy Wuxian". Lan Wangji solo asintió. Pero el chico no se dejó vencer.

"Así que vamos a trabajar juntos en este proyecto. Interesante, ¿verdad? ¿Qué juego quieres recrear? " Wuxian comentó, "¿tienes alguna idea para el código?"

"No", susurró Wangji. No estaba de humor para estar en la escuela en este momento. No quería hacer nada más que acurrucarse en la cama y llorar. Pero su orgullo no se lo permitía.

"Oh, okey, entonces", Wuxian miró a Lan Wangji y frunció un poco el ceño, "se me ocurrirá algo. Aunque sea malo, tienes que seguirme el juego, ¿entendido?". Y sonrió.

"Mn", fue todo lo que dijo Lan Wangji.

Al día siguiente, Wuxian había regresado, con un proyecto terminado en una mano y un recipiente con galletas de jengibre y limón en la otra. Lan Wangji se sorprendió de la eficiencia del alborotador de la clase. Cuando revisó lo que Wei Wuxian había escrito, incluso Lan Wangji quedó impresionado.

"Toma", dijo Wei Wuxian, empujando el recipiente de galletas hacia Wangji, "ayer parecías triste. ¡Espero que esto te anime! ¡A mí siempre me animan, pero espero que te gusten!" Lan Wangji lo miró y Wei Wuxian le sonrió.

"Gracias", murmuró Lan Wangji. Algo en el bolsillo de Wei Wuxian le llamó la atención.

"¿Qué es eso?" Preguntó Wangji, señalando el disco en su bolsillo.

"¿Ah, esto?" Wei Wuxian lo sacó, "es una placa de circuito de una de las computadoras. Creo que encontré una forma de mejorarlo".

"¿La robaste?" preguntó Lan Wangji, retrocediendo. Wei Wuxian volvió a sonreír.

"Si no lo cuentas, le diré cómo aumenté la capacidad de la memoria RAM."

Lan Xichen supo que algo había ocurrido en el momento en que recogió a su hermano pequeño de la escuela. El pequeño Wangji parecía haber recuperado algo de vida.

"¿Cómo estuvo la escuela hoy?" Preguntó Xichen.

"Lo de siempre", dijo Wangji. Una pausa, Xichen sabía que no debía presionar, y luego, "alguien me dio galletas hoy".

"Ah..." Xichen sonrió para sí mismo. Le gustaba que Wangji estuviera haciendo amigos en una escuela nueva.

"Sí", dijo Wangji, mirando hacia su regazo, "su nombre es Wei Wuxian".

Lan Xichen notó que las puntas de las orejas de su hermano estaban sonrosadas.

Xichen quería saber más sobre ese chico, pero Wangji no volvió a mencionarlo. Sin embargo, en su apartamento había recuerdos tácitos de este chico: una versión de Pong en la computadora de escritorio, un chip de computadora con una capacidad de RAM aumentada y un tarro de galletas de jengibre con limón estaban siempre presentes en la cocina.

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