LEWIS

412 28 7
                                    

LEWIS

"Con tu amor, no hay nada

Que no puedo adorar

La forma en que estoy corriendo contigo, cariño

Significa que podemos quebrantar todas las leyes

Me parece gracioso que seas el único

Uno que nunca busqué

Hay algo en tu amor

Que me destroza las paredes

No estaba listo entonces, estoy listo ahora

Me dirijo directamente a ti

Sólo serás eternamente

A la que pertenezco

La devoción más dulce

Golpéame como una explosión

Toda mi vida, he estado congelada

La devoción más dulce que conozco"

Sweetest Devotion - Adele

Isabelle sintió que perdió toda la energía de su cuerpo cuando las runas dejaron de funcionar. El cansancio de 5 días sin comer o beber, llorar todo el tiempo y claro está: un parto en medio de todo ello, le cayó encima de golpe. En medio de todo el barullo con Alec y la inmortalidad, nadie alcanzó a atraparla antes de que tocara el suelo. Alec que ya había regenerado las heridas y se veía completamente bien, la levantó del suelo y se la entregó a Jace, había algo diferente en él.  

-Alec? Estás bien? - Le preguntó su parabatai. El pelinegro no le respondió nada, solo negó con la cabeza. 

-Magnus sácame de aquí. - dijo después dirigiendose a su novio.

-Alec? Qué sucede? - Preguntó su madre pero Magnus ya estaba haciendo un portal para irse con el amor de su vida.

El grupo se separó entonces, cada uno regresó a su casa, mientras que Maryse, Simon, Jace y Clary regresaron al Instituto de NY, sabían que en el momento que pisaran la ciudad todos aquellos que habían estado rastreando a Isabelle, sabrían donde estaba pero no era el momento de pensar en eso, era el momento de descansar y dar gracias porque al fin y al cabo estaban todos vivos. 

Isabelle despertó al siguiente día, cuando abrió los ojos estaba en su habitación pero de alguna manera se sentía muy extraña, era una persona muy diferente a la que había salido de NY. Se despertó sobresaltada pensando donde estaba su hijo y en Simon, estaba a punto de levantarse y salir corriendo a buscarlos cuando vio a su madre, estaba sentada a un lado de la cama, sostenía al bebé en brazos envuelto en una cobija blanca con detalles azules. Isabelle se sintió más tranquila al ver que su hijo estaba bien, en casa y con gente que lo quería.

-Por fin despiertas Iz.

-Dámelo si? - Le rogó a su madre quien no la hizo esperar, se levantó de la silla y con mucho cariño y delicadeza lo dejó en sus brazos.

-Es una pequeña copia de Simon.

-Lo sé, es tan lindo. - Isabelle lo estaba mirando con tanta adoración. 

-Te extrañé tanto Izzy, estuve tan preocupada por ti. - la chica por fin se permitió mirar a su madre, ahora entendía todo. Entendía el dolor, no podía imaginar cuánto había sufrido por Max, cuánto había sufrido de preocupación cuando ella desapareció en la mitad de la noche y no volvió.

-Perdoname mamá, perdóname por hacerte sufrir así, ahora entiendo lo que se siente.

-Lo importante es que estás en casa y a salvo junto con este pequeñín… tiene los ojos de Alec.

SomethingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora