Oneshots e historias cortas sobre Illidan y Maiev. (Y otros)

Shadowsong

Autor: La Rosa

Resumen: Secuela de "Stormrage"

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Maiev todavía no podía creer el plan de Illidan. Enfureciéndola hasta el punto de que podría romper una mesa de madera solo para darle vida a su vida amorosa. Era uno de los idiotas más grandes que pudieron encontrar en Azeroth y, obviamente, era su idiota. Pero en el fondo, estaba segura de que había algo más con el tiempo que lo guardó, pero no podía señalarlo.

En cambio, puso sus dedos en su cuello, acariciando sus mandíbulas mientras sonreía como el idiota que era. Suavemente, puso su boca cerca de su oreja, tocando sus mejillas con las suyas, una mano deslizándose lentamente sobre su cuello para ir a jugar con su cabello.

"Haz eso una vez más y te pondré en el suelo". Ella susurró.

Podía sentir que su oración obtenía el efecto deseado al sentir que Illidan se endurecía entre sus piernas. Él estaba sentado en el borde de la cama de la habitación al azar que encontraron en la Ciudadela Violeta y ella estaba sentada en sus regazos, con las piernas en la cama, sus pechos frotándose mientras caminaban con las manos sobre el cuerpo del otro. Querían tener una intimidad realmente simple antes de comenzar, casi como comprobar si era real. Si fueran reales.

"Hazme decir tu nombre entonces." Le susurró de vuelta.

Y ella lo iba a hacer.

Lentamente, Maiev besó sus mandíbulas, descendió hasta su garganta y la mordió ligeramente. Sus dedos seguían su cabeza mientras alcanzaba el pecho y cuanto más bajaba, más podía sentir los escalofríos de anticipación de Illidan. Se acostó, usando sus brazos como apoyo para poder observar a Maiev.

Se bajó de sus regazos, apoyó las piernas en el suelo y comenzó a jugar con sus pantalones, trazando el contorno de su vientre, en algún momento haciendo como si finalmente se lo fuera a quitar. Frente a ella, podía ver su bulto, esperando la dulce liberación, pero en cambio, cruzó los brazos y apoyó la mano en él, mirando a Illidan con una pequeña sonrisa.

"Entonces ... ¿Pensaste que era divertido?" Dijo, sonriendo mientras su cabeza estaba muy cerca del bulto.

"Es inútil hacer eso, puedo esperar".

"¿Oh en serio?" Preguntó, rascando la tela de cuero frente a ella.

Ella lo vio luchar con el impulso de echar la cabeza hacia atrás. Ese imbécil estaba tan feliz que la engañó, cuando podrían haber follado mucho antes si él no hubiera comenzado la mierda de Shadowsong, que ni siquiera la necesitaría para salir. Ese estúpido desafío iba a ser fácil.

Ella continuó raspando la tela, mirándolo a los ojos. Debajo de su dedo, podía sentir su miembro temblar, suplicando ser liberado. A veces, podía ver a Illidan agarrando la sábana a su alrededor, haciendo todo lo posible para no agarrarla, tirándola a la cama y simplemente haciendo todo el trabajo. No, quería que ella diera el primer paso.

"No me importa". Se susurró a sí mismo. "Vale la pena."

Al escuchar esas palabras, Maiev suspiró. Cuando Illidan quería algo, estaba actuando como un depredador mirando a su presa, esperando pacientemente el momento adecuado y actuando así, sabiendo que ella dejaría de jugar con él. "Ese bastardo" pensó antes de dejar un beso en el bulto, aún sin romper el contacto visual. Habría jurado que le ardían los ojos incluso más de lo habitual.

Finalmente, lentamente se quitó los pantalones, liberando su polla. Pero en lugar de tomarlo, bajó por su propio vientre hasta que encontró su entrada y comenzó a tocarse, gimiendo deliberadamente. Luego, se llevó el dedo a la boca y los lamió, Illidan seguía mirando y esperando. Ella esperaba que él dijera algo, probablemente rogándole que comenzara, pero nada.