Out Of The Woods

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Recuerda cuando no pudimos admitir nuestra culpa. Yo me alejé y dije "te estoy liberando".
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Cuando finalmente decidió salir de su habitación para desayunar, Ash Lynx estaba tirado como un abrigo viejo sobre la alfombra de la sala. Al parecer, al rubio le agradaba mas la felpa del suelo que aquel sillón tieso que el padre de Eiji aun conservaba. 

—Despiertas a las tres de la tarde, te desayunas una soda con pastelillos y aun así, tu fisico logro quitarme el cargo como capitán en el equipo. 

—No te quite nada, te vencí limpiamente, Aslan. —aseguro Eiji antes de beber directo de la caja de leche— No dejes que tus celos se noten, solo supéralo. 

El menor se levanto del suelo para acercarse a la cocina. El padre de Eiji le había dejado entrar al lugar desde temprano, incluso le sirvió el desayuno antes de irse con la excusa de tener trabajo pesado en la oficina. Pero Ash no tenia intenciones de comentarle a su mejor amigo que ya había desayunado, pues opto por quitarle la caja de leche a Eiji para servirse un tazón de cereal. 

—En realidad... —comenzo a decir con titubeos, igual que las diminutas mariposas que revoloteaban y luego se quebraban.— Me alegra que te quedaras el puesto, lo mereces mas que cualquiera en el equipo. 

—¿Quién mas podría adueñarse de tu reino?, ¿Arthur?

Una mueca de total desagrado se plasmo en el rostro de Ash. El engorroso de Arthur llevaba toda la preparatoria intentando tomar el lugar como capitán del equipo de futbol, incluso cuando odiaba a sus compañeros y apreciaba mas el status que recibía. Tanto Eiji como Ash agradecían que su ultimo año de preparatoria no tuviera que ser bajo el mando de aquel matón mediocre. 

—Olvídate de Arthur, tienes que darle ese trofeo a la escuela antes de que nos vayamos a la universidad. 

La mención del trofeo logro que los hombros de Eiji se encogieran indiscretamente, estaba convencido de que podría dirigir al equipo directo a la gloria en el partido final contra la preparatoria vecina, pero le sofocaba pensar que su actuación no seria suficiente para sorprender a los ojeadores de la Universidad de New York. 

Se había mudado al otro lado del mundo, junto a su padre divorciado, para conseguir una beca universitaria que lograra darle paso hasta su sueño titubeante. Si no lo conseguía, si el destino solo le otorgaba el futbol como un ambiguo pasatiempo, Eiji se convertiría en una libreta vacía cuyas ambiciones secundarias jamás tuvieron oportunidad a ser escritas.

—Va a salir todo bien. —dijo Ash al notar la mueca aterrada en Eiji.— Eres asombroso, los patrocinadores no podrán apartar la vista en cuanto noten tu insaciable alma de jugador en el campo. 

—Quisiera poder pensar así todo el tiempo, pero últimamente me imagino un escenario completamente diferente. A veces creo que debería acoplarme a la idea de tomar un avión y regresar a casa. 

Eiji no dijo nada mas después de eso, y Ash no supo como responderle cuando sabia bien que tenia los mismos miedos que el japonés. 

Se sentía abrumado, como si las nubes tomaran colores especiales y bajaran del cielo solo para rodearlo gentilmente y entonces, comenzaban a llover. Nunca estaría listo para despedirse, prefería evadir realidades como la nacionalidad de Eiji, el posible rechazo de ingreso a la universidad e incluso la torturadora paranoia de que su mejor amigo conociera personas nuevas y terminara haciéndolo a un lado.  

—Tenemos que irnos —dijo Ash indispuesto por seguir el tema— Date una ducha, apestas.

[...]

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2023 ⏰

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1989 || AshEiji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora