Sasuke el último Uchiha regresa a a la aldea para rehacer su vida y restablecer el Clan Uchiha, pero sus planes se verán truncados por un antigüo contrato con estipulaciones estrictas que afectarán también a la Heredera del Clan Hyuga al tener que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al cabo de unos días Sasuke y Kiba regresaron con la planta que serviría para ayudar a Hinata con la recuperación de su vista, como ella ya había mostrado mejoría la planta solo la ayudó a acelerar el proceso, Tsunade por su parte le adapto a Hinata unos anteojos que según ella la hacían lucir poco atractiva, simplemente no lucía femenina, por lo que se negaba a usarlos cuando Sasuke estaba cerca, pero al no usarlos tendía a chocar con las cosas al caminar y eso de cierta forma desesperaba al último de los Uchiha, —Hinata usa esos malditos anteojos— Ella negaba con la cabeza mientras el la ayudaba a incorporarse porque cayó cuando tropezó con un pequeño banco en la cocina, —A ver, ¿Porque no los quieres usar?— le pregunto el pelinegro cuando se sentó en el banco y la sentó a ella sobre una de sus piernas mientras la sostenía por la cintura, como si se tratara de una niña pequeña el intentaba convencerla, —Sabes que los necesitas Hinata—
Ella por su parte reaccionó con un puchero mientras rodeaba el cuello de su esposo con sus dos brazos, —Esque... Yo no quiero que... que me mires así, después no voy a parecerte linda— Ella escondió su cabeza en el fornido pecho de Sasuke algo apenada.
—Yo jamás pensaría que eres fea, Hinata tu eres la mujer más hermosa que yo he visto en mi jodida vida— Le decía el Uchiha mientras acariciaba su cabello, —Además al idiota que sea capaz de burlarse de mi esposa puedes conciderarlo muerto—
Tras las palabras de su esposo Hinata metió su mano al bolsillo de su sweter y sacó un pequeño estuche que luego de abrir sacó unos lentes de armazón negro y los colocó sobe sus ojos sonrojandose casi de inmediato y se giró a ver a Sasuke, —Yo...—
—Tu siempre serás una hermosa princesa— Tras decir esas palabras el tomó el rostro de Hinata y lo acercó para depositar un beso tierno que de inmediato ella correspondió, los besos entre ellos ya se habían vuelto habituales, era algo normal que de pronto se perdieran en los labios del otro, pero aún no habían dado el siguiente paso, el lo intentó varias veces, pero Hinata siempre se tensaba y se negaba a hacerlo, aunque el a veces se desesperaba había decidido darle el tiempo necesario y no obligarla nunca, —¿Vamos a comer fuera?—
—Si, yo quiero comer ramen— Después de la sugerencia de la ojiperla ambos Ninjas salieron tomados de la mano con dirección a Ichiraku, Sasuke iba pensando que esperaba no toparse con su molesto, problemático y parlanchin amigo, en realidad Sasuke aún lo concideraban su amigo y esperaba que el rubio pronto se olvidara de Hinata, tal vez si estuvo mal enamorarse de ella pero no iba a permitir que nadie la alejara de su lado, después de un rato ambos salieron de Ichiraku y caminaban por la aldea cuando fueron intersectados por la rubia parlanchina y la chica especiista en armas de cabello castaño, —¡Hinata!— Ambas arrebataron un momento a la ojiperla de la mano de Sasuke, cosa que lo irritó pero no diría nada ya que así son las mujeres, —Hinata esta noche haremos la despedida de soltera de Ino ya que mañana se casa con Sai— Dijo Tenten con alegría en su voz.
—Así es amiga y queremos que estés presente, ¡claro si a alguien no le molesta que vayas! — Dijo la rubia tocando pesadamente el hombro del Uchiha que estaba a lado de Hinata, —¿Que dices Sasuke, dejaras ir a Hinata?—
