Trece: Beso

290 40 19
                                    

-¡Llegamos! Hogar, dulce hogar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¡Llegamos! Hogar, dulce hogar. -Murmuró contento Jungkook haciendo un gran esfuerzo por abrir la puerta de su humilde departamento, con un Taehyung demasiado nervioso e inquieto detrás mirando detalladamente a su mayor.

Jungkook era alguien que lo sacaba totalmente de sus cabales. Tan solo verlo forcejear y maldecir bajo porque la cerradura no cedía a la llave lograba hacerlo caer ante todos y cada uno de sus encantos. Y con encantos, se refería a sus bonitas pero a la vez duras facciones del rostro, el cabello negro sedoso que tantas ganas tenía de tocar y acariciar, su hermosa sonrisa de conejito y lo poco que conocía de su personalidad.

¿Podía comenzar a gustarle alguien en tan poco tiempo?

Taehyung no estaba seguro si tan solo sentía atracción física, que muy probablemente lo era, o algo más allá que lograra involucrar sus sentimientos. Ambas opciones tenían sus pros y contras, pero lo que más le asustaba o divagaba en su cabeza estos últimos días que se mensajeó con el pelinegro, era la posibilidad de que su corazoncito saliera herido.

No quería volver a ilusionarse, no quería volver a caer en los encantos de alguien y que luego lo dejara tirado e incluso golpeado. Quería creer, o mejor dicho convencerse de que Jungkook no era esa clase de persona. Su tonto corazón comenzó a bombear ciegamente por un hombre que no conocía en lo absoluto y que lo había invitado a su casa.

¡Taehyung era un tonto!

¿Y si el hombre al ver que tenía maquillaje puesto aprovechó la oportunidad para invitarlo y así golpearlo en la comodidad de su hogar para que nadie se enterara?

No, no podía ser. Jungkook no era así.

-Heeey... ¿Hola? ¿Taehyungie? -El pelinegro miró confundido a su menor pasando la mano de arriba abajo delante de su cara. Ciertamente, cuando Jungkook abrió la puerta de su departamento y observó a Taehyung perdido en sus pensamientos, o mejor dicho, perdido en su cuerpo, le causo ternura y algo de ilusión. -¿Estás ahí?

El castaño agitó la cabeza rápidamente y sus mejillas se tornaron en un instante de color rojizo al sentir la vergüenza palpable en cada parte de su ser.

-¡Lo siento! -Se disculpó avergonzado. -Es el cansancio... pasar tantas horas en la panadería me deja algo tonto... si... es eso. -Murmuró balanceándose en sus talones de forma adorable, acción que hizo reír a Jungkook.

-No te preocupes, yo también estoy algo cansado. -Alentó el pelinegro haciendo una seña con su cabeza, indicándole al menor que podía pasar. -Pero no hay nada que un poco de chocolate caliente no pueda solucionar. -Sonrió cerrando la puerta una vez que los dos estaban adentro.

Taehyung rápidamente se sacó los incómodos zapatos para no ensuciar el piso de alfombra y los dejó a un lado de la entrada, en el mismo lugar donde Jungkook dejó los propios.

-Taehyung, si quieres puedes pasar a la sala de estar, yo voy a preparar el chocolate a la cocina. -Avisó Jungkook sacándose el saco para poder dejarlo en el perchero, pero al ver que Taehyung aún seguía abrigado y su apariencia era similar a la de un cachorro perdido, optó por ayudarlo a quitarse el abrigo. -Aquí tengo calefacción, siéntete como en casa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 04, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Turn Back Time [Taekook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora