❝Para amar, se debe ser valiente. ❞
Cassie Malfoy sabía muchas cosas, como que su cabello era genial ( no tanto como el de su padre, pero cerca), que era graciosa, linda, y que por mucho que odiase eso, Harry Potter le llamaba la atención.
Después...
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iii.
CASSIE MALFOY SIEMPRE HABÍA sido un misterio para Harry Potter.
Desde el primer día que la vió en la tienda de túnicas había hecho que Harry se interesara en ella, luego al verla en Hogwarts su curiosidad aumentó. La personalidad de la chica, sus actitudes, y su forma de relacionarse con los demás era algo nada digno de un Malfoy.
Ella no era nada parecida a sus padres, incluso físicamente, solo el cabello rubio, porque los orbes grises que tenía, no eran parecidos a ninguno de esa familia.
Y quizás, solo quizás le gustaba. Bueno, le gustaba demasiado.
Por eso ni siquiera podía hablar bien frente a ella, todo en el ser de aquella chica lo ponía nervioso.
Parecía que Harry la había llamado telepáticamente, porque la puerta de la sala de adivinación se abrió bruscamente, y Cassie puso una sonrisa nerviosa. Tenía el cabello rubio recogido en un moño completamente desordenado, la corbata de slytherin estaba atada a su cuello la camisa blanca metida desordenadamente bajo la falda, que estaba mucho más alta del límite permitido, y parecía que se había olvidado de la túnica. —Lamento la tardanza profesora...
— Justo estaba diciendole a tus compañeros que alguien llegaría tarde... Porque estaba perdido...
— Entonces falta alguien más. Yo me quede dormida— respondió la rubia sin pensarlo, y luego se sonrojó levemente y pasó a sentarse al lado de Blaise Zabinni y Ashton Parkinson que se carcajeaban de ella sin ningún pudor, y ambos recibieron un puñetazo por parte de la chica.
La chica comía unas galletas que Blaise Zabbini le había dado sin preocuparse por la profesora, y fueron tan solo unos segundos en los que los orbes grises de la Slytherin, se encontraron con los orbes verdes de Harry, la chica sonrió y volvió la vista a sus amigos.
— Deberías dejar de mirarla, Harry. Es una Malfoy, no lo olvides— la voz de Hermione hizo que Harry mirase a su mejor amiga con una mueca.
Hermione la odiaba, y no por el hecho de ser una Malfoy. La chica era probablemente la más inteligente de todas las clases, y no se esforzaba en nada, le ganaba en absolutamente en todo a Hermione, y eso la enfurecía. Lo peor, es que Snape no llamaba a Cassie sabelotodo, o apodos denigrantes cuando respondía alguna pregunta.
A Ron, le daba completamente lo mismo, le tenía un poco de cuidado por el hecho de ser una Malfoy, pero habían trabajado juntos en varias clases y no le había caído tan mal, pero al final del día, era una Malfoy. Y los Malfoy eran traicioneros.
— Ella no es Draco, Hermione.
— Es su hermana... Y melliza. Son idénticos. Y es una Malfoy. Ahora, podemos hacer esta estupidez, por favor.
