❝Para amar, se debe ser valiente. ❞
Cassie Malfoy sabía muchas cosas, como que su cabello era genial ( no tanto como el de su padre, pero cerca), que era graciosa, linda, y que por mucho que odiase eso, Harry Potter le llamaba la atención.
Después...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
v.
CASSIE SE HABÍA METIDO EN grandes problemas; y no, no era por el hecho de que se había salteado cinco clases( bueno, quizás una parte sí).
Draco había sido lastimado por un hipogrifo y sus padres estuvieron en la enfermería mucho antes que ella, donde descubrieron que se había salteado varías clases, y lo venía haciendo desde hace tiempo. Sus padres claramente se enojaron demasiado con ella y discutieron durante un buen rato, incluso Lucius le prohibió ir a Navidad a su casa( cosa que para ella no era un castigo, no quería ir al baile de los Sagrados 28).
Cada día parecía ser peor que el anterior, solo habían dos cosas que le divertían; ayudar al profesor Lupin con las clases, y conversar con su tío Sirius todos los días.
Sirius no se acercaba a Hogwarts, su límite era el bosque, porque aún no tenía ningún plan para asesinar a Pettigrew, pero Cassie le decía que ella vigilaba a Harry, y que parecía estar ocupado siendo él mismo, osea, en su propio mundo.
Era distraído, lo había notado hace poco, solía dibujar en los bancos en las clases, menos en Defensa Contra las Artes Oscuras y Transformaciones, tenía un tic nervioso, que hacía que tronara sus dedos cada cierto tiempo, y siempre estaba comiendo chicles de menta, era tímido, se notaba desde lejos, y no salía de su círculo de confort (Ron, Hermione, Neville) y siempre desayunaba lo mismo, una tostada (¡Una sola!) con mantequilla y dulce de frambuesa.
Esa noche, Cassie no había ido a cenar, se quedó hasta tarde haciendo tareas y cuando las terminó, salió a caminar por los pasillos vacíos, era una actividad que le divertía. Eran silenciosos, y solo se escuchaban sus propios pasos, y además, sabía que Filch jamás bajaba a las mazmorras, no le gustaban. Tranquilamente salía al patio y se sentaba allí simplemente a estar allí. Ultimamente sus pensamientos la agobiaban, y solo se desahogaba con Sirius, pero él también tenía problemas, esconderse y esperarla a ella para tener por lo menos un contacto humano.
-¿Malfoy?
- Potter- comentó sorprendida, y se acercó al chico. Ese día había decidido recorrer el castillo, Filch había estado limpiando el desastre que los gemelos Weasley hicieron en el patio, y Blaise comentó que el hombre estaba quedandose dormido en la cena.
- ¿Qué haces paseando?
- ¿Qué haces tú dando vueltas? La sala común de Gryffindor esta lejos.
- Bien, tú ganas. No podía dormir y salí a caminar.
- ¿Pesadillas, Potter?- le dijo divertida, y ambos comenzaron a caminar.
- Sí. A veces sueño con lo que sucedió en la Cámara de los Secretos. O cuando ví a Voldemort por primera vez en primer año.
- Vaya... Lo siento- sí, Cassie no esperaba esa respuestaa.
Harry le dió una sonrisa y negó con la cabeza, restándole importancia, y caminaron en silencio hasta la cancha de quidditch. Fue de esos silencios que no eran incómodos, se hicieron compañia en silencio, y ambos la necesitaban.
