capitulo final

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-Las salvare… - dijo mirando preciosos ojos dorados que lo observaban dulcemente, para luego fijar su mirada en la joven que permanecia entre sus brazos….

Sostenia entre sus brazos a su mujer, mientras cerraba los ojos aferrandose con fuerza al cuerpo sin vida, volvio a levantar la mirada, para observar una vez mas a la pequeña niña que habia venido a darle una nueva oportunidad de vida… pero ya no la encontro, por el contrario, se hayo nuevamente frente al prado florido que se habia generado gracias a la fuerza del amor de Kagome, luego miro a uno de sus costados, en el que hayo a Anyara, quien luego de darle una profunda mirada de comprensión, se arrodillo junto a el, orando, Miroku lo observaba entre las lagrimas que inundaban sus ojos, pero Inuyasha mas calmo de lo que habia estado jamas en su vida le sonrio…

Me sonrie?... penso el monje… y no pudo evitar asustarse ante tal accion de su amigo, dio un paso hacia el, pues penso que en verdad la cordura lo estaba abandonando, pero el hanyou le nego con la cabeza y su amigo no insistio, claro que la preocupación aun existia dentro de su corazon, enjuago sus lagrimas en la manga de sus tunica y volvio a mirar a Inuyasha que le musitaba hermosas palabras de amor a la chica entre sus brazos.

-Te traere de vuelta mi amor… ya veras como lo lograre…- le decia mientras pasaba delicadamente sus dedos sobre la frente de la joven, que se veia tan hermosa, se habia quedado ahí, entre los brazos de su amado InuYasha, no podria haber deseado un final mejor para sus dias, claro que jamas penso que aquel final le llegaria tan pronto, restandole tanto tiempo, para compartir con el, su expresión era pacifica.

Inuyasha deposito un beso profundo sobre los labios de Kagome, que aun conservaban ese color rosa que los caracterizaba, luego la dejo sobre la hierba recostada y el se arrodillo junto a ella, subio la manga izquierda de su haori, descubriendo de este modo su muñeca, luego, haciendo crecer sus largas y afiladas garras las que dieron un pequeño destello de luz, se produjo un corte en la zona descubierta, justo en las venas, produciendo de este modo un profundo sangrado, abrio la boca de Kagome levemente, y dejo que las gotas de su sangre entraran en ella, y comenzaron a caer, primero una, dos, tres… ya luego dejo de contarlas, pues el sangrado de aquel lugar tan especifico, le habia quitado muchas fuerzas y comenzo a nublarse su vista, contuvo el sangrado con su otra mano, esperando de este modo la cicatrizacion del corte, mientras se recostaba junto al cuerpo de la chica.

Anyara permanecia en silencio, orando por aquella pareja que ya habia pasado por demasiadas pruebas de amor, superandolas todas, en tanto Sango que habia logrado contener su llanto y calmarlo lo suficiente como para observar la escena, no cabia en su sorpresa, acaso Inuyasha estaba dando su vida por la de Kagome?..., Miroku sin necesidad de escuchar las palabras de la taijina, comprendio lo que pensaba y le dio una simple respuesta, …si…

Luego de unos instantes, Kagome comenzaba a recuperar su color y poco a poco Inuyasha iba escuchando los latidos del corazon de su amada, que se armonizaban perfectamente con los suyos, se habian convertido en un solo ser, un complemento, ella abria lentamente los ojos, mientras se giraba un tanto en el lugar en el que Inuyasha la habia dejado, de algun modo sabia que el estaba junto a ella, lo presentía, cuando sus ojos se abrieron por completo, se encontro, con una cansada, pero feliz, mirada de color dorado, era el dorado de su amado, de su salvador, de aquel que ahora compartia con ella su vida, por que ella lo comprendio, el le habia regalado parte de su esencia con aquel acto.

-No debiste hace…- la chica no logro terminar la frase, cuando el delicadamente la cayo con un beso, luego la volvio a mirar y una sonrisa sincera salio de sus labios-

-Comparto mi vida contigo, por que de otro modo, al morir tu, mi alma se habria muerto junto a ti…

Kagome no pudo evitar que las lagrimas rodaran por sus mejillas y sin importarle en lo absoluto lo debil que se encontraba Inuyasha luego de semenjante acto de amor, se arrojo en sus brazos y comenzo a besar como una loca todo su rostro, su frente sus mejillas, sus labios, una y otra vez, sin lograr contener la emocion que sentia en el corazon, miles de besos fueron los que le entrego en cuestion de minutos.

En tanto Sango continuaba llorando, pero esta vez el motivo era la alegria de tener a su amiga de vuelta y el haber presenciado semenjante entrega por parte de Inuyasha, Miroku en tanto, solo agradecia a Kami, con las manos unidas y la vista fija en el cielo, Anyara en tanto, se fue desvaneciendo poco a poco, sabiendo que en cualquier momento que su protegida la necesitara ella estaria ahí…

Meses mas tarde, cuando Kagome ya estaba a punto de dar a luz a su hija, Inuyasha se paseaba demasiado inquieto, en la sala de espera de la clinica en la que su mujer estaba internada, para tal efecto, lo acompañaban la madre, el abuelo y el hermano de Kagome, pero el no lograba estarse quieto ni un solo instante, cuando de pronto salio una enfermera preguntando por el padre, a lo que Inuyasha presuroso respondio… la enfermera se quedo observando con bastante inquietud al joven, de extraño cabello plateado y ojos ambarinos…

Habian arreglado de tal modo la cosas que el medico que atenderia a Kagome, quien contaba con la absoluta confianza de la pareja, estaba en completo conocimiento de las cualidades del padre del bebe, por lo tanto no se debian temer que se supiera lo que fuera que pudiera suceder en la sala de partos, Kagome, habia permanecido todo el tiempo que duro su embarazo en el Sengoku bajo el extricto cuidado de Kaede y Sango, por lo tanto los controles medicos fueron muy caseros.

-Venga, dijo la enfermera, dirigiendose al joven que reclamaba la paternidad del bebe- ella esta a punto de dar a luz, debe prepararse

-Prepararme…?- pregunto algo confuso

-Si apresurese…- exclamo la mujer, sin darle a Inuyasha la mayor oportunidad para que continuara con algun tipo de interrogatorio, lo jalo de las ropas, y lo llevo con ella

Una vez que Inuyasha entro en la sala de partos, casi enloquecio al sentir el olor de la sangre de Kagome por todo el lugar, ella a pesar del dolor y las dificultades logicas de la situación, le apreto fuertemente la mano al que ahora ya era su esposo por todas las leyes que ellos conocian, para de algun modo tranquilizarlo, Inuyasha presencio la maravilla mas grande que le habia tocado vivir hasta ese minuto, el nacimiento de su hija, pero no contaba con la sorpresa que el destino les tenia preparada

-Son dos- exclamo el medico, en el momento en el que entregaba a una de las enfermeras al primer bebe…

El amor, habia logrado mas milagros de los que ninguno de los dos jóvenes jamas imagino, habian vencido los temores del pasado, Kikyo, el sucio juego del lado oscuro, Mashier y Galagrier, , vencieron a la muerte… cuando Inuyasha le dio la mitad de su vida a la mujer que amaba… y ahora Kami los habia premiado con dos hermosos hijos, Taka y Youki… felicidades, Kagome e Inuyasha , asi se hace…

Fin

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⏰ Última actualización: Jan 03, 2021 ⏰

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