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Era un día como cualquier otro, me encontraba en mi pieza, en la cama, la música sonaba fuerte, las ventanas abiertas por completo no minimizaban el sonido intenso. Contemplaba el blanco techo. Mi pieza era de no más de cinco metros por cinco, tenia lo necesario; computador, televisión, estéreo, libros y un par de posters pegados por todas las paredes, todos de la misma artista: Jisoo.

Hace unos años había comenzado a escuchar la música de Blackpink ahí fue cuando todo detono, el gusto por la voz de esa chica me atrajo demasiado, comenzaba a imaginarme un mundo a su lado.

TN*-Deja esto de lado- me dije.

Me puse en pie, baje un poco la música y me quede sentada al filo de la cama por un minuto más.
A veces pensaba que cuando la conociera, le diría todo lo que justo ahora sentía, es extraño tan solo decirlo, ya que tiene muchos fans, pero me han dicho que no se debe perder la esperanza.
Tiempo atrás había comenzado a ahorrar dinero, quiero pagarme un viaje a Corea del Sur. Aun no sabia el porque, tal vez, saber que de ahí viene esa chica me atrajo a ese lugar. Algún día, cuando tenga el dinero suficiente lo hare.
Por lo mientras continuaría con mis deberes en mi pieza, mientras pensaba en todo el plan de mi vida que a partir de ahora empezaria a correr, también recordaba todo lo que había provocado el impacto de su voz en mi, había despertado en mi un inmenso deseo por cantar como ella. Tantas cosas habían pasado desde entonces que  comenzaba a entender lo que las demás personas decían: ”cuando alguien nos gusta, asumes sus gustos y nacen ideas nuevas que seguramente nunca hubieses tenido”. Al menos desde que conozco a esa chica coreana, para mi, empezaba a cobrar sentido eso.
Miles de pensamientos sobre que hacer y no para lograr lo que quiero pasaban uno a uno fugazmente por mi mente. Seguramente enloquecería si ninguno de ellos se cumpliera. Pero con el paso del tiempo irían cambiando y adaptándose a lo que sucedía.
Finalice con mis deberes en mi pieza y salí de ella después de subir el volumen de la música, para que invadiera toda la casa.
Al pasar a la sala de estar, comenzó la canción que mas me gustaba: “playing with fire”. Cada vez que la escuchaba solo con cerrar los ojos me imaginaba estando a su lado, jugando, hablando con ella, con la que hasta ahora me hacia sentir cosas inexplicables.
Desde ese momento aquel día sábado tan ordinario había terminado, las horas habían pasado al parecer con quedarme dormida en el sofá. Por lo tanto en la madrugada no podría dormir, así que tendría un par de horas más para imaginarme lo que sucedería si la llegase a conocer 
Las horas transcurrían sin novedad nuevamente me encontraba con los auriculares puestos, intentaba conciliar el sueño y quedarme dormida, mientras abrazaba a Dalgon, un perrito de peluche, muy parecido al que Jisoo poseía.
Cerca de la una y media de la madrugada decidí intentar tomar otra postura para dormir, junto con ello había quitado los auriculares y me había aferrado más fuertemente al peluche.
Mi ojos se cerraron y pude descansar un poco.

A la mañana siguiente desperté muy contenta, había tenido un sueño que por unos meses estaba segura que no lo olvidaría.
Realice la rutina que ya tenia establecida desde hace mucho tiempo, y estaba ya dispuesta a pasar el resto del día viendo Netflix o convenciéndome mas del amor que sentía.
Aunque preferí revisar mis ahorros.

Enamorada de una Idol (Jisoo y Tú) PARTE 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora