17°

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Tomé una chaqueta más, el frío se podía sentir hasta los huesos, salí de la casa de Jisoo, claro, no tenia chofer, me tocaría ir caminando, solo esperaba que todo estuviera bien...
La visión estando en la calle era más reducida, no habia muchas personas caminando entre las calles. Unos metros atrás apenas había visto a una chica, iba a chocar con ella, por suerte nos dimos cuenta a tiempo.
Los autos que circulaban por allí, llevaban los faros delanteros encendidos, pero no se veían a larga distancia.
Era complicado el caminar, mis piernas comenzaban a doler, el frío me estaba congelando.
Volvió a sonar el celular, lo saque lo más rápido que pude, mis extremidades no respondían al instante.
Jisoo-¿Dónde estas?- preguntó, su voz temblaba.
TN*- Sin mentirte, no lo sé, no puedo ver muy lejos, y no consigo ver donde voy.
Jisoo- Creo que fue una mala idea, pero ahora no puedes volver.
Forzaba un poco mi vista, al parecer ya estaba cerca.
TN*- creo que estoy a una calle, ya casi llego, espera un minuto- mi voz temblaba, y me esforzaba demasiado para seguir, ahora solo quería estar entre sus brazos, espero que sean calidos ahora.
Jisoo- Bien, te esperaré.
Finalicé la llamada, mi mano con la que sujetaba el celular no se movía.
Seguí caminando, por fortuna si me encontraba a una calle.
Me interné en el parque, ahí la ví, entre la niebla, podía distinguir su cuerpo pequeño pero escultural, su altura aumentaba a cada paso, estaba parada a un lado del arbol que más nos gustaba, un árbol de cerezo. Ella estaba dando la espalda hacía mi, miraba a la dirección opuesta.

TN*- Enfermarás nuevamente, tenemos que ir a casa- dije en su oido, no podía hablar muy fuerte, verdaderamente habla cortadamente, y se podía escuchar un chocar entre mis dientes.
Jisoo dio un pequeño salto al escucharme y se volvió hacia mí.
Al estar frente a frente, ella se avalanzó sobre mí, nos encontrabamos en el suelo, ella se encontraba sobre mí, su cabeza apoyada en mi pecho. Sentí que esto lo había vivido antes.
Ella colocó sus manos a cada lado de mí, sostenía el peso de su cuerpo, me miró a los ojos.

Jisoo- TN*, T-t-te am-m-mmo- díjo.
TN*- Y y-yo a-a-a t-t-tí.
Solo dejó que terminara mi frase, ella cerró sus ojos y poco a poco iba bajando su rostro hacia mí, mi corazón aceleró, de pronto ya no se sentía frio.
Las puntas de nuestra nariz chocaban, sus labios se encontraban a un centímetro de tocarme, mi corazón ardía, sabía lo que quería que hiciera.
Cerré mis ojos y rompí el contacto de nuestra naríz, junté sus labios con los míos, eras dulces, muy dulces, su corazón latía fuertemente, nuestra respiración se aceleró, me sentía volar.
Durante todo el tiempo que mis labios estaban juntos a los suyos, pude imaginar un mundo solo con ella, con nadíe más, un mundo que solo era de ella y mio. Lo entendía todo, eso era lo que es el amor ...

No controlaba el tiempo, solo deseaba que ese beso no terminara nunca, desgraciadamente lo hízo, finalizó, ella se separó, abrí mis ojos y de inmediato me encontré con una sonrisa brillante, como las que ultimamente ya no se presentaban, no lusía triste, estaba totalmente alegre, yo, bueno, estaba en shock, no podía mencionar ni una sola palabra.
Ella rió un poco, el lugar no era el mismo que esta mañana, la niebla no había cambiado, pero el frio se habia marchado.
Me ayudó a ponerme en pie y nos dirigimos a la cafeteria más cercana, era mala aquella idea, mi corazón había enloquesido, y mi temperatura estaba alta, quizá tomar algo caliente fuera contraproducente.
Pedí un té helado, a Jisoo le parecio extraño, en cambio ella pidio chocolate.
No importaba nuestro alrededor, desde hace unos minutos todas las personas dejaron de importar, solo eramos ella y yo.

Trás finalizar nuestras bebidas, salimos de la cafetería, ella llamó al chofer y nos llevó de vuelta a casa, durante todo el recorrido mi mirada estuvo perdida en ella. Solo faltaba que salieran corazones a mi alrededor, como en el ánime.
Nos sentamos en el sofá.
Jisoo- ¿Qué veremos?- preguntó, pero en mi transe, no se escuchaba nada.
TN*- No lo sé, lo que tu desees- dije sin saber.
Jisoo se volvió a mí, sonrió extensamente, si no me equivocaba mi rostro era de una persona que bebió demasiado.
Me dirigí al baño y me eché agua en el rostro, todo desapareció, hice bien, solo necesitaba eso.

Jisoo-¿Ya tienes todo listo?- preguntó, me notaba mucho mejor, supongo.
TN*- Si claro, solo me falta la maleta, necesitaré una más grande para todas mis cosas.
Jisoo- resolvamos eso, mañana por la mañana será tu última clase de canto, quiero que esté todo listo, para que tengamos el día libre y aproveches más.
La tarde pasó, después de preparar la maleta, volvimos al sofá y terminamos de ver lo que claramente había pospuesto.
Por la noche tomó, una ducha y después lo hice yo, fuimos a la pieza y entramos en la cama, esperaba poder dormir adecuadamente después de esta mañana.
Nuevamente ella y yo estabamos durmiendo abrazadas, su rostro junto al mio, mis ojos se iban cerrando poco a poco, cuando sentí el rose de sus labios con los mios, abrí los ojos por completo, ella se encontraba besandome, yo solo seguí, nuevamente mi transe volvió, los colores en mi rostro eras intensos, por fortuna en la oscuridad ella no podía ver nada, mi temperatura volvió a incrementar. Como lo esperaba... Fue el día que más recordaría, el día en que yo, besé a Jisoo.

A la mañana siguiente despertamos, salimos de la cama, desayunamos y pasamos el resto del día en el estudio, no habíamos salido a pasear, y finalmente la última noche de mi estadía llegó, domimos bien y a la mañana siguiente, el día era gris, la tristeza se había apoderado de la casa de Jisoo, la chica ya no sonreía tanto como me gustaba. Transcurrió el día de despedidas, y ahora me encontraba abordando el avión, no había vuelta atrás, volvia a Argentina... A mi ordinaria Argentina. Pero me íba felíz, solo podía pensar en que aquella chica tan linda había pasado conmigo algunos días, y me había hecho muy felíz a mí.
Eso era lo que importaba. Algun día volvería a verla.
TN*-Te extraño- dije antes de quedarme dormida en el avión.
Un sueño demasíado agradable apareció en mi subconciente.
Ella y yo, mirabamos las estrellas.
"Jisoo- Mira TN*, esa estrella de allí, la más brillante, esa llevará tu nombre, la estrella que busqué siempre- decía sonriendo."

Desperté, el avión había aterrisado, mi siguiente escala me esperaba. Ésta transcurrió sin nada fuera de lo normal y la última, no fué diferente, me encontraba ya en Argentina con mí amiga, en mí casa, por la noche, subíria a la azotea, buscaría la estrella más brillante y gritaría su nombre, donde quiera que esté, espero que el cielo le diga lo que hice.

Enamorada de una Idol (Jisoo y Tú) PARTE 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora