D2 - Blood

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Sin Ship esto es solo yo queriendo escribir Gore y torturando es gráfico así que si no te gusta este tipo de contenido esto no es para ti ;)
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Sandu Senghou , Jiang Cheng no recuerda cuándo exactamente gano aquel apodo pero para el es el símbolo de sus decisiones y de su fuerza, así que decidió demostrar cuán cruel y venenoso en realidad podría ser, cansado de las miradas de miedo infundadas, decidió, que era momento de darles el placer de verle con miedo esta vez con razones justificadas.

 Justo ahora ¿quién podría pelear contra él?, la fuerza que había adquirido en pactos secretos, mezclando su sangre con la del demonio, nadie lo sabía, sólo él, siendo atrapado y casi asesinado en la oscuridad de un bosque desconocido, ese día, sino fuera por la silueta sonriente que extendió su mano cuando lo vio en la desesperación del abismo, las manos demoníacas que le tocaron en la boca de su muerte y los cadáveres que querían matar, sin importar a quien fuera, y el que cayó en la trampa.

La noche más que aterradora, se sintió en un deja vu como ser arrastrado de nuevo a ese recuerdo, como aquella vez, solo que esta vez no fue su decisión, ni fue un sacrificio por alguien, esta vez fue su propia ignorancia y debilidad, lo que lo llevó a heridas incontables, a agarrar la mano de aquella sombra sonriente que le prometió poder a cambio de sangre, esta vez el cordero una vez más fue el, pero esta vez defendió su propia vida contra la inminente muerte, al principio fue jalado y desgarrado y quería dejarse llevar, porque estaba tan lleno de dolor, la muerte de su sus padres, de su clan, de su hermana, su cuñado y el último, Wei Wuxian, quien se había dejado morir justo como lo hacía él ahora, él no quería ser como Wei Wuxian y la sonriente mirada de un niño apareció en sus recuerdos dándole la mentalidad de lucha, de levantar su espada que se sentía pesada y luchar, levantar a zidian azotando, aunque fue inútil, así como fue inutil contra aquellos Wen. 

Hasta que alguien le salvó, esta vez en vez del niño con el que creció, fue una sombra desconocida, solo bebe mi sangre le dijo, sangre espesa carmesí, el la bebió, salvándose, vive conmigo dentro tuyo, el no lo entendió, hasta que fue demasiado tarde pero a él ya no le importaba.

La sangre que le brindó un poder inigualable y le dio fuerza, y tan bien ayudó a sembrar su nombre en las mentes de todos, Sandu Senghou, quien podría no temer a su temperamento, su ceño fruncido y la incontable sangre que se derramó en sus manos, como una venganza por todo la sangre que él vio y que perdió, como una venganza en sus entrañas que le pedian destruir y torturar.

La gente tenía miedo, pero al saber que su ira solo iba encontra de cultivadores demoníacos, no les importo, solo se ganó el miedo, miedo que ahora disfrutaba de ver en los ojos de otros. Mientras veían cómo las partes de cuerpos sobresalían, ver a sandu cortando extremidades, como si cortara cadáveres mataba a aquellos que se atrevieron a ir por el camino equivocado.

 Sus manos se bañaron en sangre y siempre pedían más, los gritos de tortura, que luego acompañadas del miedo más profundo, era un placer secreto suyo, ya no se tomaba la molestía de llevarlos a su secta, en donde el en realidad nunca torturo, solo llevo un perro ladrando para mirar si tenian miedo, luego los dejaba ir, el mismo cultivo demoniaca los mataba, pero la gente invento rumores de sus torturas, de como azotaba con zidian hasta que murieron. 

Todas mentiras que ahora el convertiría en verdad, porque si tan ansiosos estaban de chismes, el les daria el placer de escuchar, así en los bosques con las casas cercanas y con gente alrededor, se preguntó la primera vez si realmente podía matar a alguien solo golpeándolo con zidian, la sangre fluía, el pobre hombre adolorido que tuvo que sufrir su experimento se retorcía en sus amarres, el solo sonreía, mientras la electricidad se encendía a través de zidian y golpeaba incesantemente al hombre, hasta que se desmayó, la sangre seguía goteando de su espalda, el cuerpo quemado y ensangrentado, no murió, Jiang Cheng determinó que requería mucho tiempo matarlos de esta forma, hasta que amarró el látigo en el cuello frágil, lo lleno con energía y explotó en el cuello de aquella persona, matándolo en segundos, el sonrió, mientras después quemaba el cadáver en el lugar más cercano, no quería cadáveres resentidos viniendo a molestar.

Jiang Cheng Love Month 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora