Capitulo 5

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— ¡Despierten si no quieren que los dejen aquí! —salto en la cama para ver al señor del templo asomado en la puerta de nuestra habitación— ¿La asusté?, Disculpe —cierra la puerta cuidadosamente dejándonos.

Miro a Ness y está revolviendose en la cama con desgana, me levanto y cojo a meow de la jaula, supongo que no nos la podemos quedar, me dijo hacía la puerta para salir de una vez por todas, me quedo en la puerta mirando a Ness esperando a que se pare.

— ¡Buenos días! —grito— vámonos .

— Ajá, ¡buenos días! —me imita con una vocecita infantil, se para bostezando y se dirige a la puerta conmigo para salir.

Afuera nos encontramos con el señor otra vez quien nos hace seña para que los sigamos, al estar al frente de una puerta se para.

— Entren y tomen una ducha, pagaron a última hora sus duchas —claro ahora nos vienen a hablar de bañarnos— cuando terminen dirijanse a la puerta principal en la cuál los están esperando.

— Gracias —dice Ness para agarrarme y hacernos entrar por la puerta.

Al entrar lo primero que vemos es un enorme pasillo, de un lado está lleno de lavamanos y del otro lleno cubículos que al parecer son duchas, esto es algo masivo, ¿Y aquí nadie orina o que?.

— Bueno, a lo que vinimos —miro a Ness tratando de sonar optimista con la situación.

Suelto a meow viendo cómo enseguida se pone a dar pasitos por todos lados y seguido elijo un lavamanos al azar y abro los cajones que están debajo buscando cepillos o algo que me sirva, hay un paquete de cepillos nuevos, toallas dobladas perfectamente, peines, productos de cabello, etcétera. Cojo un cepillo el cual trae consigo una prueba de pasta dental, la uso y me cepillo lo más rápido que puedo, boto el cepillo y me volteo para ir a los cubículos y veo a Ness todavía cepillando se.

— Iré a bañarme —le digo un poquito alto y este asiente.

Abro la puerta del cubículo y vaya sorpresa, aquí están los retretes, hay una ducha, un estante y un retrete, fabuloso. Abro el estante viendo jabones, toallas, cremas y un montón de camisas blancas dobladas y al lado un montón de overoles jean doblados también. Me quito la ropa que llevo puesta y seguido cojo un jabón del montón y me entro en la ducha, en la ducha hay un pequeño estante con productos para el lavado del cabello y los utilizo también. Cuando termino uso una toalla para secarme y cojo una camisa y un overol y me lo pongo, no me queda tan mal, al salir no veo a Ness así que voy al lava manos a peinarme para estar un poco presentable y que las personas no salgan corriendo cuando me vean. Después de tres siglos salimos del sitio de aseo, está vez Ness cogió a meow y juntos por fin nos dirigimos a la puerta principal, un dato, Ness lleva la misma ropa que yo, les digo, esto es masivo.

Otra vez parecemos la fila india, el hombre angel delante, Ness atrás de él y yo atrás de Ness. Llevamos al rededor de 10 minutos caminando ya. El hombre angel se para delante de un teléfono público, otra vez cosas raras en la calle.

— Necesitamos que alguien nos venga a buscar —dice el hombre angel cuando ya estamos lo suficientemente cerca de el— no pienso caminar con ustedes todo el camino de regreso.

— ¿Y a quien podemos llamar? —preguntó Ness.

— Llamaré a Leyla —digo entrando a la cabina— monedas —extiendo mi mano y para mí sorpresa el hombre angel me da unas cuentas.

Marco el número de Leyla el cual me lo sé de memoria, un tono, dos tonos...

— ¿Hola? —dice Leyla desde la otra línea.

— ¡Hola!, Leyla soy yo, Andela —me quedo en silencio, al ver que no dice nada continúo —necesitamos tu ayuda, por favor...

— ¿Dónde estás? —me corta.

DEL CIELO PARA PROTEGERTE  💎💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora