El Concierto [JinxAll]

06. Kim Taehyung

🐯

- No sabes lo mucho que me calienta verte así – Jin lamió descaradamente el sudor del cuello de Taehyung, oyéndolo gemir suave, mordiendo sus labios para no ser descubiertos. El menor deseaba gritar con cada empuje que recibía de su hyung, pero estarían en grandes problemas si lo hacía.

- Hyung~ - jadeó, sosteniéndose con fuerza de sus amplios hombros, antes de correrse entre sus cuerpos. Seokjin lo apoyó más contra la pared, alzando sus piernas y enterrándose con rapidez, escuchando el ruido de sus pieles chocando salvajemente, antes de llegar al orgasmo él también.

Los ensayos de baile, y el hecho de que Taehyung estuviera luciendo tan malditamente sensual durante la coreografía, con las traviesas gotas de sudor humedeciendo su camiseta blanca, lo había orillado a terminar cogiendo con él en los vestidores, cuando ya todo mundo se había marchado.

- Como sigas haciendo eso, no voy a tener piedad contigo – advirtió, regresándolo al suelo.

- ¿Haciendo qué? – preguntó con inocencia, aun respirando agitado – Ni siquiera sé que fue eso tan terrible que hice – y en efecto, el menor fue abordado de improviso, siendo acusado por Jin de provocarlo. Dos minutos después, las cosas habían iniciado.

- Verte así, tan sexual – aclaró, tirando del borde del cuello de la camiseta – Eres pecado puro.

- Oh... - Taehyung sonrió divertido, después de entender - ¿Te caliento cuando bailo, hyung? – quiso saber.

- Siempre – afirmó sin tapujos – Me gusta ver tu trasero desde atrás... y como siempre estoy atrás, es una hermosa vista.

- Es bueno saberlo – la confianza creció en Taehyung – Prometo usar ropa más ajustada en los ensayos, si este será mi castigo.

- ¿Quieres enloquecerme? – lo tomó por el mentón, luciendo amenazante y tentador al mismo tiempo.

- Sí – aseguró el menor, rozando sus abultados labios al responder, sólo para seguir provocándolo.

Un beso salvaje fue plantado y el menor de los Kim celebró su victoria. Por algún motivo, se le hacía fácil provocar al mayor, llevándolo a olvidar a veces en dónde estaban.

Para Seokjin, Taehyung era su perdición. Era el primero con el que había hecho su movimiento, hace más de seis años. Aunque el mundo entero creía que Hoseok fue su primer beso, en realidad, Seokjin se adelantó un par de semanas a eso. También robó la primera vez del chico, para su cumpleaños número veinte; y desde entonces, el menor sólo lo provocaba a su antojo, haciéndolo perder la cabeza. Tal vez se debiera a sus ojos inocentes, o a la dualidad que se cargaba, pareciendo inofensivo y peligroso al mismo tiempo. Sea lo que fuese, sabía que estaba metiéndose en problemas por culpa del menor.

Y como un presagio, las provocaciones de Taehyung continuaron, esta vez, sobre el escenario.

Habían establecido un tipo de costumbre, cuando la canción So What sonaba, llegando a la parte que armonizaban juntos, acercándose a las cámaras para bromear.

Sin embargo, Tae, como cada vez que estaba cerca de Seokjin, no podía evitar sentirse atraído por su belleza, sus labios y la manera en que éste lo miraba. Sus coqueteos, inocentes al principio, se habían vuelto peligros, al punto en que los demás miembros del grupo dejaban de hacer lo que sea que estuvieren haciendo, cuando el momento de cantar de Tae y Jin llegaba, para observarlos.

El último concierto en Japón no era la excepción, y Taehyung estaba tan ganoso, por lo ocurrido después de los ensayos que, al llegar el momento, no dudó en ir más allá, pegando su boca al micrófono del mayor. Aquel artefacto, era lo único que los distanciaba de comerse la boca, delante de miles de personas, que gritaban enloquecidas por la interacción del par de cantantes.