EMMA NO CONFIA

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Emma se echó en su cama, su cabeza un laberinto de emociones. Los eventos de ese día, mezclado con los eventos de la semana en general, la habían matado, dejándola derrumbada en su cama con igual ganas de llorar y saltar como un perrito que está por salir a su caminata diaria.
La semana de Emma había comenzado con el aprendizaje de un mundo nuevo, un mundo que siempre estuvo ahí pero que todos fallaban en ver. Un mundo diferente y loco, el mundo de la magia. Una señora vieja y estricta, pero que se notaba era amable, con un gorro puntiagudo, una especie de bata de baño cubriendo su cuerpo y un palo majestuoso, para ser un palo, se había aparecido en su casa. La señora se había presentado como Mcgonagall, profesora en Hogwarts, colegio de hechicería. Mcgonagall le explico a ambas hermanas, Lisa y Emma, el mundo de la magia, les explico que ellas eran brujas, a esto procedió a explicar que ellas habían sido aceptadas en Hogwarts, un lugar donde podrían aprender a utilizar su magia, un lugar que las introduciría al mundo de los brujos y brujas. Las dos hermanas no podían estar más felices y emocionadas, no solo las cosas y lugares que ellas solo podían imaginar en sus sueños más locos existían, si no que también ellas eran parte de ese mundo.

Emma, emocionada como estaba, había corrido a la casa de su mejor amiga, Mia. Ellas eran inseparables, mejores amigas, casi como hermanas, Emma incluso consideraba a Mía más como una hermana que su propia hermana de sangre. Mia y Emma sabían todo la una de la otra, y su aceptación en Hogwarts no iba a ser la excepción, las advertencias de Mcgonagall de no decir nada, olvidadas.
Emma había confiado a su mejor amiga con otro secreto, uno más sumado a la colección de secretos que Mía sabía de Emma, y así como Mía había guardado cada secreto y pedazo de información que Emma le había confiado hasta el momento, Emma no esperaba nada menos con este último, poco ella sabía lo que los celos le podían causar a una relación que ya estaba en caída, una relación que caía por un acantilado hace ya tiempo pero que estaba llegando al golpe final que lo rompería todo, una relación que subía una montaña en una bicicleta de dos pero que solo una pedaleaba. Poco sabía que ese pedazo de información que acababa de compartir, con la mejor de las intenciones, había sido el empujón final para que su mejor amiga lo perdiera.

Emma había pasado la semana entera demasiado emocionada y nerviosa por la visita a Diagonal Alley que estaba por venir, para darse cuenta de los constantes susurros que la perseguían cada que ponía un pie en su colegio. No fue hasta que la emoción de ya haber visitado el famoso Diagon Alley, que Emma comenzó a escuchar estos susurros que la perseguían, la gente mirándola raro y apuntándola. Emma se volvió el chisme más jugoso, ese chisme que todos sabían y del que todos hablaban. Cuando tus más profundos secretos, tus pensamientos más oscuros y venenosos salen a la luz, son compartidos, por nadie más que tu mejor amiga, es fácil convertirte en el chisme mayor.

Emma había decidido confrontar a Mía en busca de una explicación, en busca de algo, lo que sea, que la haga sentir mejor o por lo menos le de respuestas. Lamentablemente su conversación con Mía solo causo que Emma terminara de derrumbarse "porque lo hiciste?" Había preguntado Emma, para ser respondida con otra pregunta "en verdad no sabes porque lo hice?" Mía había preguntado, solo para recibir una negación con la cabeza por parte Emma "EN VERDAD NO SABES? Emma, vos lo tenes todo y más, una familia, un padre, una madre una hermana, un perrito, un ambiente tranquilo y seguro donde vivir y ahora también sos bruja y tenes magia y vas a ir a este colegio genial, no es gusto"

Emma había salido corriendo de la casa de su amiga, lágrimas corriendo por su cara, su amiga la había traicionado por celos, por cosas que ella no podía controlar. Todo el mundo ahora sabía sus secretos, sus pensamientos, todo por una amiga celosa, Emma se preguntaba se Mía había sido su amiga verdaderamente. Emma lo dudaba.
Pensando en lo que fueron sus años de amistad, Emma no pudo recordar un solo momento en el cual Mía le hubiera contado algo importante de su vida, todo lo que recordaba era a Mía contándole cosas sin importancia como que había comprado una remera o que había comido su comida favorita o que se había enojado con su hermano. Emma no pudo evitar sentirse traicionada, ella había dado toda su confianza a Mía, contándole hasta sus mayores secretos y preocupaciones pero Mía en los 5 años de amistad que tenían no había llegado a confiar lo suficiente en ella como para contarle, si quiera, una sola cosa que en verdad le preocupara o, en otra palabra "importante". Emma se prometió allí, en ese momento, derrumbada en su cama, nunca más confiar en alguien, se prometió que no dejaría que alguien más la traicionara de esa manera, no dejaría que pasara, no de nuevo.

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Estaba releyendo la historia y me di cuenta qué había algo que nunca se explicó, la back-story de Emma y Mia. Así que acá esta.
Espero les allá gustado.... seria genial si pueden comentar y votar y si no es mucho pedir, compartir la historia...
Pueden pedir cualquier otro one-shot/ back-story que quieran, yo estoy a sus ordenes!
Hasta la próxima!!!

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