amor de mi vida ; maycury.

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Maycury.

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Una de las últimas voluntades de Freddie fue que Brian lo visitara constantemente. Por eso, el rizado iba todos los días, así como la persona más importante en su vida deseaba.

20 de noviembre, 1991.

Como era de costumbre, Brian llegaba de manera puntual al Garden Lodge. No podía ocultar sus ansias por ver a Freddie de nuevo, llevaba una semana haciendo eso, pero se sentía especial sabiendo que solo lo quería ver a él. Aunque tampoco podía negar que él también se veía con Roger. ¡Pero más con él!

El dueño de aquella gran casa tenía confianza en él, tanto así que le dio una copia de las llaves. Cuando entró, comenzó a llamar al pelinegro, al no verlo por ningún lado dedució que estaba en su habitación. Así que ahí fue.

Abrió la puerta con lentitud, haciendo que la madera rechinara un poco. Y ahí estaba recostado en su cama, ese gran hombre increíble, de talento inigualable, que estaba siendo derrotado por una maldita enfermedad sin cura.

Con rapidez de acomodó a su lado, dejándose envolver por los brazos del persa. Su mirada llena de dolor tomó un brillo único cuando vio al rizado sonreír.

—Gracias por venir —Se acomodó en el pecho de su compañero —. No sé por qué a veces creo que no vendrás.

—Yo siempre vendré ¿Ok? —Le dijo levantando con su dedo índice el mentón del oji-marrón —. Siempre estaré contigo.

La sonrisa de Freddie había desaparecido después de tan terrible noticia, pero reapareció ante tales palabras del más alto. Pero era una sonrisa con tristeza acompañada, él sabía que no era cierto. No siempre vendría, tampoco estaría con él. En algún momento se iría, así que esas palabras no podían ser cumplidas en su totalidad.

El rizado acarició con ternura la mejilla del mayor, estaba triste, si, demasiado; su amado Freddie. Su Freddie. Le dolía verlo de esa manera.

—¿Y Jim? —Preguntó.

—Salió, no sé a donde —Solo pudo responder eso.

—Me hubiera gustado tener más tiempo —Susurró, lamentándose.

—Bri.. —Musitó, aferrándose aún más al cuerpo del contrario —. No llores, mi vida.

—¿Como quieres que no llore? ¡Eres muy importante para mí! No soportaría perderte —Gritó entre lágrimas.

—Sabes, me gustaría que no llores por mi cuando ya no esté —Se acomodó mejor, quedando sentando sobre las piernas del contrario, con sus manos acarició el pecho del menor, haciendo que sollozara.

—Sin ti me muero, Freddie —Siguió llorando, tomándo por las muñecas a su amado acercandolo con intenciones de sentir su respiración —. Eres todo para mí.

—Pero te quedarás con los buenos recuerdos, también con las canciones que con tanto amor escribí para ti —Sonrió, acariciando los suaves rizos del menor.

—¿Podrías cantar una para mi? —Pidió en un intento por olvidar el hecho de que en algún momento perderá a ese hombre que tanto ama.

Love of my life —Comenzó a cantar, Brian no se esperaba esa —, you've hurt me..

—Espera —Lo detuvo antes de que siguiera entonando —. ¿Esa canción no era para Mary?

—No, Brian, era para ti; siempre lo fue —Lo abrazó por el torso, dejando al rizado un poco confundido —. La canción habla de un amor no correspondido. Tu sabes que en ese entonces, yo no tenía el valor para decirte algo relacionado a mis sentimientos. Por eso, amor no correspondido.

one shots  ੭  queenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora