─────brian pasiva.
Advertencia: Smut juerte.━━━━━━━━ ༻・♡・༺ ━━━━━━━━
Brian se creía inútil.
Creía que no hacía nada bien, puesto que, en su casa, los problemas se hacían cada vez más evidente. Pues siempre llevaban marcas a lo largo de su cuerpo, algunas veces se veían, y otras veces no. Pero, claro, él nunca hacía algo malo para merecer todas esas agresiones que recibía por parte de su padre, los días en lo que debía ser su hogar era un total infierno. El único momento en el que podía respirar tranquilo, era cuando iba a la escuela, se olvidaba de todos sus problemas cuando pasaba el rato con sus amigos, sin que nadie lo molestara.
Jamás se había comportado como un chico rebelde para saciar su odio con personas inocentes, o tampoco como un chico retraído porque pensara que todas las personas eran iguales. La diferencia se había hecho clara cuando un rubio se acercó para hablarle cuando era nuevo en la escuela, se hicieron amigos, su grupo social aumentó, dándose cuenta de eso: no todos eran malos. Así que él era como cualquier otro estudiante; amable, inteligente e incluso social.
Sólo que, toda esa felicidad desaparecía al llegar a su casa, luego de cerrar la puerta de madera podía ver como su madre traía otro golpe en el rostro, ese mismo que con mucho esfuerzo trataba de ocultar, pero era en vano. Brian lo notaba de inmediato, incluso por el lenguaje corporal de la mujer. También, cuando quería ir a encerrarse a su habitación, veía a su padre borracho en la sala de estar, como siempre, viendo cualquier tontería que pasaran por las tardes en la tele. Por lo que trataba de no acercarse tanto a él, viéndolo en ese estado, pero terminaba golpeado sin motivo alguno. Algo a lo que su progenitora no podía intervenir.
Los años pasaban de esa forma, en un ciclo monótono; horrible. Pero el rizado estaba más que acostumbrado a eso, que era lo más doloroso del asunto. Sentía que el dolor estaba por volverlo loco. En él se podían apreciar muchos cambios físicos, como el repentino cambio de estatura que tuvo. Todo porque estaba en la flor de la adolescencia. Pero a pesar de su tamaño, o cualquier otra cosa, no dejaba de sentirse inútil, pues a pesar de eso, era débil. Frágil. Aún no podía defender a su madre de los maltratos de su padre, pues tenía una contextura -demasiado- delgada, que no ayudaba en lo absoluto.
Y junto a tres de sus amigos siempre habían tratado de aprender algo sobre defensa personal, pues los chicos estaban enterados de su situación. Aunque nunca habían encontrado a alguien con verdadera experiencia capaz de ayudarlos sin recibir nada a cambio. Prácticamente se habían rendido, así que Brian había decidido buscar a alguien por su propia cuenta, a pesar de que su amigo Roger se había ofrecido en varias ocasiones a ayudarlo en esa búsqueda. Y después de varios días, incluso semanas, había encontrado a alguien. Un chico delgado, pelinegro, de sonrisa exótica, que la verdad, le parecía interesante.
Era un día miércoles, el rizado estaba de pie en medio de la calle, esperando a su entrenador. No era la primera vez que lo esperaba, pero sí que a veces se le hacia un poquito tarde. O es que él era muy puntual, o su coach muy tardón. El caso era que, Freddie, su entrenador, había tenido un compromiso más temprano (alrededor de las nueve de la mañana), teniendo que posponer su entrenamiento. Y sólo por esa vez tenía que ser a las cinco de la tarde. Y la verdad estaba algo nervioso, pues siempre se olvidaba de lo aprendido, pero no entendía como es que lograba zafarse de la situación.
-Hola, Brian -y ahí hacia presencia, su salvación, que se acercaba a él con una agradable sonrisa en su rostro -¿Cómo estás?
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one shots ੭ queen
FanfictionBueno, he aquí diversos relatos que se me han ido ocurriendo a lo largo de estos días y, como me da pereza hacer historias complejas, los he convertido en One Shots. Publicado: O1.11.2O2O Finalizado: O1.O3.2O24