CAPITULO 1

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No recordé cuantos días estuve en ese sótano, tal vez fue porque no comí nada durante ese tiempo y, de tanta oscuridad, me arrincone a una esquina. Luego me arrastraron a otra habitación, la luz del sol a través de esas enormes ventanas daño mis ojos, pero extrañamente no dolió como suele serlo. Cuando me empujaron dentro de otra habitación, con sus risas, me di cuenta que era más elegante, diez veces más grande que mi habitación, al ver un espejo corrí hacia él y vi mi rostro. Esta no era yo, no eran mis ojos grises, ni mi cabello negro con puntas rojas similares al fuego, no eran mis ropas tan antiguas y, a pesar de la suciedad, no era esta belleza que veo delante de mí. Esta no soy yo. Luego note lo más importante: mi corazón no me dolía, mi respiración era normal, mis ojos no eran tan sensibles, ninguna parte de mi cuerpo se paralizo.

¿Acaso me cure?

Durante varios días encerrada en esta habitación pude confirmar que no estoy en mi mundo, sino en una novela que encontré en un autobús. Jamás lo olvidaría, es el único libro de tapa dura que tengo, además de que era uno de esos antiguos, y a pesar de eso no estaba en mal estado. Y lo más importante: estaba muerta, por mi mal estado no vi el camión que me atropelló y seguramente acabo con mi vida.

La novela que leí, más de una vez, se llama "Rosa en invierno" y su protagonista es Liliana Vansher, la hija secuestrada del Duque Vansher. Ella regresa después de unos años con su familia y emprende una búsqueda sobre el misterio tras su secuestro descubriendo una conspiración en la familia imperial. Y obviamente hay una villana, en quien reencarné: Marina Vansher, la huérfana, la mendiga, la odiada por todo el mundo. Ni siquiera es la villana principal, Marina solo ataca a la heroína al envenenarla, no de gravedad, o humillarla. El verdadero villano de esta historia es el secuestrador de Liliana: el hermano menor del Emperador: el mago Mijael cuyo objetivo es tomar el trono de su hermano por simple codicia.

La razón tras el secuestro de Liliana es por haber nacido con la habilidad de encantar a cualquier criatura en el mundo, incluyendo el dragón rojo de la familia imperial Atrexal. La heroína salva al Imperio Ekel junto a los protagonistas asesinando al terrible villano, y ellos son: los dos hijos del duque Vansher, un caballero y el príncipe heredero. Comparado a ello, el destino de Marina es un chiste, pues termina con el rostro desfigurado gracias a que el segundo hijo, y mago, del duque, condena a su rostro probar todos los venenos que le dio a su verdadera hermana. Al final Mijael le promete curar sus quemaduras si le decía cómo pasar desapercibido en la mansión del duque para llegar a Liliana, pero cuando deja de serle útil la mata.

¿Ese es mi destino? Hubiera preferido ser una sirvienta, en esta casa hasta la servidumbre está por encima de Marina.

De acuerdo, no tengo una familia amorosa, los duques me odian al igual que sus hijos, ni hablar de la servidumbre, estoy sola en esta enorme casa donde soy humillada. Una posibilidad sería cambiar mi actitud. Marina era demasiado extravagante, orgullosa y loca, pero yo no soy ella. Podría cambiar y tal vez ganarme a esta familia y tratar mejor a Liliana hasta volverme una verdadera hermana, a cambio la vida sería más agradable, fácil y ¡una mierda!

¡¿Por qué debería ser amable con esta familia terrible?!

Los recuerdos de esta villana empezaron a llegar unos días después de salir de ese sótano y gracias a eso comprendí a Marina, el maltrato que recibió en esta casa la volvieron una villana. Sentí cada herida, física y sentimental, ocasionada por toda la familia Vansher, así como el tormento de preguntas sin respuestas, la mayor de ellas es ¿Por qué la adoptaron?

El ducado empezó a cuidar de los orfanatos dos años después del secuestro de su hija, ahí fue cuando la duquesa recogió a Marina. Pero ¿Por qué adoptarías a una huérfana para después abandonarla en tu propia casa a merced de maltratos desde la servidumbre hasta los nobles? En conclusión, la novela no lo menciona pero, era obvio que Marina vivió en esta casa solo para ser un saco de boxear de toda esta familia.

Igual que a mí.

Antes, no podía quejarme del trato de mi familia, no tenía fuerzas ni para insultarlos en mi mente porque suplicaba que mis dolores terminaran, que pueda curarme, tener la fuerza para velar por mi misma sin necesidad de pedir ayuda a nadie. ¡Y Dios escuchó mis súplicas!, pero como dijo el buen Al: "El hombre no puede obtener algo sin dar algo a cambio", en este caso digo adiós a mi otra vida. Esta oportunidad es como un sueño, pero no puede serlo, de serlo esta familia me trataría como a un ser humano, pero no lo hacen, y ¿Quién los necesita? Yo no, puedo correr, puedo saltar, bailar, cantar, gritar, reír, y sobre todo: puedo vivir mucho tiempo.

No voy a desperdiciar esta oportunidad que se me ha dado para nada. No voy a luchar para tener amor de esta gente. No seré una noble obediente a las reglas de jerarquía, ¡No viviré con sus absurdas reglas! Además, soy una villana secundaria, Mijael da más miedo, es más poderoso y cruel. ¿Por qué tengo que estar en esta casa cuando su destrucción viene en camino? Me iré antes de la llegada de la heroína, así ella sola puede salvar al imperio Ekel o no, me da igual lo que pase, porque dejaré todo atrás. Sin embargo hay un problema: la época.

La época en la que vivo es el mayor obstáculo para que una mujer soñadora y sana como yo se mantenga sola. De por sí, al ser tan hermosa pueden hacerme algo malo, y no exagero, Liliana es una belleza inocente, mientras que Marina una belleza seductora. Otro problema es que si quiero hacer lo que quiero debo conseguir un trabajo con un jefe decente y que además sea lo más lejano de este reino.

¿Quién va ayudarme durante el viaje? Respuesta: nadie en esta casa. Pero, eso está bien. Quien puede ayudarme no se encuentra en la mansión del duque.

Al final de la novela, Liliana descubre que Marina era hija de una bailarina que actuó en el palacio real, un noble cautivado por su belleza la dibujo. Entonces Liliana descubrió que Marina y su madre eran exactamente iguales. Según la novela, la bailarina vivía con otras mujeres de su mismo oficio, algunas con hijos, en un campamento debido a su cultura rovreana, que en el mundo real sería una gitana. Los bandidos las asaltaron, asesinaron o secuestraron. Una anciana logró salvar a Marina del desastre, pero todas las demás madres y sus hijos se quemaron.

Marina quedó en un orfanato donde obviamente la vida era difícil, tuvo que robar para comer, beber agua de la lluvia que se acumulaba a los bordes de cadáveres, buscar en la basura, agarrar pedazos de sobras tiradas por los nobles, ser azotada por adultos crueles, todavía puedo sentir todo eso, y ¿todo para qué?: para ser llevada por una duquesa que la nombraría su saco de boxear ante toda la familia. Bueno, esta revelación confirma que Marina podía haber tenido una vida feliz como rovreana, pero los bandidos se lo impidieron y la nobleza le dio alas y después se las corto.

Lo importante, es que al final Liliana encuentra a un familiar consanguíneo de Marina: su abuelo materno Dercey, un anciano director de espectáculos que se hundió en el alcohol ante la noticia de la muerte de su hija y nieta, que aún no conocía, pues según la novela, este padre conocía el espíritu libre de su hija y la dejó viajar por el mundo. Lloró en la tumba de su nieta que nunca llegó a conocer y le agradeció a Liliana por buscarlo. Él es mi ayuda.

Querido abuelo de Marina, no conocerás el cadáver de tu nieta, la conocerás vivita y coleando.

Inicia el plan de sacar a esta villana del imperio Ekel antes de la llegada de su heroína. ¡Qué importa quién gane o pierda! Yo estaré viajando por el mundo.

–Señorita Marina le traje su desayuno –la sirvienta entró sin siquiera tocar la puerta y me dejo el desayuno. Olvide que las sirvientas acostumbran a poner algo repugnante en algún plato de la comida de Marina

–Rápido coma, señorita –note a más sirvientas viendo el show que forman: ella comiendo algún desperdicio para enloquecer y ellas se quejan con los duques.

La comida no se compara a la basura que me daba mi familia, además yo no soy tan tonta como para no notar el té con insectos, así que lo deje. Obviamente ellas se enfurecieron.

De pronto alguien entró sin permiso: Roysher "Roy" Vansher, el único mago de la familia y el hijo menor, quien comparte el cabello castaño oscuro de la duquesa, pues él tiene los ojos azules de Vansher.

De pronto se me ocurrió una idea.

–¿Quieres? Lo preparó Luz –le ofrecí la taza de té. Aunque era obvio que sospechaba de mi inesperada acción, él tomó la taza solo para echarla en la cabeza.

¿A DONDE FUE LA VILLANA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora