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Félix abrió lentamente sus ojos sintiendo una sensación recorrer todo su cuerpo causándole escalofríos una extraña sensación como si lo estuvieran observando. El pecoso observó todo su alrededor de oscuridad no viendo nada en ella.

Lentamente quitó las cobijas que lo arropaban para levantarse de la cama y encender la luz observando como su habitación estaba en completa soledad.

Decidiendo ignorar lo sucedido salió de su habitación para caminar por los oscuros pasillos hasta la habitación de su madre notando que está aún no se encontraba allí. Félix soltó un suspiro al saber que se encontraba solo pero aquella sensación aún lo hacía sentirse incómodo.

— ¿Madre? —Se hoyo la voz de Félix hacer eco por el pasillo al notar como una sombra había pasado de una habitación a otro alertandolo quizás era su madre.

Sin embargó, no obtuvo respuesta alguna mientras caminaba con lentitud hacia la donde había visto caminar de una habitación a otra una sombra. Félix encendió la luz con rapidez mientras su corazón se aceleraba y sus bellos se erizaban al no ver a nadie en ninguna de las habitaciones. Quizás había sido su imaginación.

— Rayos, me estoy volviendo loco... —Se susurró así mismo mientras alborotaba su cabello comenzando a caminar hacia la cocina.

Félix encendió la luz de la cocina para abrir la nevera agarrando la botella de agua comenzando a beber de esta sasiando su sed. Nuevamente aquella sensación volvió a recorrer su cuerpo haciendo que sus bellos volvieron a erizarse. De pronto, se escuchó un Click haciendo que Félix viera todo oscuro. ¿Que había pasado? La luz se había apagado por si sola ¿O se fue la luz?. Félix abrió nuevamente la nevera notando que está tenía luz.

—¡MMMM! —Soltó un grito ahogado Félix al sentir como unas manos rodearon su cintura y otra tapaba su boca mientras todo permanecía en silencio y oscuridad.

— Shhhh... —Susurró una voz Serca del oído de Félix haciendo que este se extremeciera al sentir su caliente aliento chocar con su oído.

Félix sintió como lo sentaban lentamente encima del gabinete logrando ver al quien en esos momentos lo había asustado, changbin. ¿Que hacia allí? Nuevamente había entrado y ni siquiera sabía por dónde.

— Changbin... ¿Que haces aquí? —Habló Félix frunciendo su ceño enojado.

— Lamentablemente, luego de la escuela no pude hablarte. Pero te dije que no te liberarias de mí. —Dijo Lucifer mientras una sonrisa se aparecía en sus labios.

— Mira, será mejor que te vayas. Pronto llegará mi madre y.. —Félix cayó rápidamente al recordar que si su madre los encontraba así cuál sería su reacción ya que Félix jamás le había dicho que era homosexual ya que sabía que su mamá respecto a ese tema solia evitarlo bastante por lo cual le daba una inseguridad a Félix de que fuera homofobica aunque no podía pensar eso de su madre ya que siempre mostraba lo contrarió y sabía que lo aceptaría tal como es.

— ¿A qué le temes? No hacemos nada malo ¿O si? —Pregunto changbin mientras se acercaba al rostro de Félix.

— Sabes, yo digo que sí. Esto no está bien además de que tú y yo no somos nada solo tuvimos sexo y ya. —Habló Félix sin cuidado a sus palabras aunque para changbin no fueron dolorosas actuó como si hubieran sido.

Changbin se acercó a sus labios besandolos sin su consentimiento. De pronto, la puerta fue abierta dejando ver a la vista la madre de Félix quien sorprendida tapo su boca viendo la escena de como su hijo se besaba con otro chico en su casa.

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⏰ Última actualización: Nov 05, 2020 ⏰

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🍁𝐋𝐔𝐂𝐈𝐅𝐄𝐑🍁‧₊˚𝖢𝗁𝖺𝗇𝗀𝗅𝗂𝗑 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora