R&J

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Narra James

Rebeca no es mala persona, solo...

Bueno es sobre protectora:

-No puedes andar besándote con niñatas y menos tumbarte con ella en las escaleras del edificio- me dijo Rebeca muy molesta.

-Nos caímos por la escalera, ya te lo he dicho.- mi paciencia se estaba agotando.

-Claro, se cayeron los dos - dijo sarcástica

- Mira estoy harto de darte explicaciones, no eres mi madre- le dije enfadado

Rebeca se quedó callada y yo me levanté y me fui a mi cuarto.

Vivo con ella desde hace 5 años, ella acababa de cumplir 18 años y yo solo tenia 11.

*Íbamos todos caminando de vuelta a casa, acabábamos de cenar con unos amigos de mis padres y con su hija Rebeca, estábamos cruzando la calle, Rebeca cogía mi mano y padres iban detrás, estábamos al otro lado de la calle cuando un coche a toda velocidad se llevó a mis padres por delante. Intenté correr hacia ellos pero Rebeca no me dejó. Sus padres salieron ilesos de aquello pero tiempo después murieron aunque no se las causas.

Rebeca dejó de estudiar para cuidar de mi y dos años después nos mudamos a aquella casa.

Es verdad que no es mi madre, pero es mi amiga y la persona que ha cuidado de mi todos estos años. No es mi madre pero lo parece. Siempre me ha protegido demasiado. Pero yo ya no soy un niño.

Una hora después de estar encerrado, salí de mi habitación y fui a la habitación de Rebeca y la ví allí tumbada, dormida.

Me senté delante del ordenador y tecleé el nombre de Alexandra Knigt en varias redes sociales hasta que la encontré, trate de buscar su numero de teléfono pero no aparecía, le envíe una solicitud de amistad. Le envíe un mensaje privado en el que le escribía mi numero de WhatsApp.

Me fui a mi cama y me puse a escuchar musica.
Kevin roldan - una noche mas- ft nicky jam
"Dime si me regalas una noche mas"

Escuche a Rebeca hablar con alguien así que salí para ver de quien se trataba pero cuando fui a ver acababa de cerrar la puerta.

-¿Quién era? ¿Con quien hablabas?- le pregunté curioso.

-... Era el cartero-dijo

-¿y donde esta la carta?- le pregunté al verla con las manos vacías.

-Emm... es que se había equivocado-dijo nerviosa

No me convencía del todo pero decidí no darle mas vueltas. Fui a la cocina y cogí una manzana.

-¿No vas a cenar nada mas?- pregunto Rebeca.

-No, no tengo hambre- dije volviendo a mi habitación.

Uno para Dos (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora