CAPÍTULO 1. Parte 2
Deje de pensar en eso y decidí arreglarme para ir a la escuela. ¡Por fin, es mi último año de escuela! ¿Que opinas sobre eso Bob esponja? Hum... Creo que tengo una rara obsesión con esa esponjita amarilla amada por todos los niños.
(Al fin te diste cuenta, infantil.)
(Callate, maldita conciencia.)
Apresure mis actos y me encamine dirigiendo mis pasos a la cocina donde se encontraba mi mamá sentada con un diario entre sus manos, leyendo muy concentrada.
-¿Que haces?.-Fue lo único que se me ocurrió preguntar, lo se, no ando muy creativa hoy.
-Buscando trabajo, alguien debe pagar las cuentas y arriendo en esta casa.
Desde que mi padre nos dejó, mamá tuvo que dejar de lado ser ama-de-casa y convertirse en el padre del hogar literal. Empezando con buscar un buen trabajo para mantenernos y no quedar en la ruina viviendo en la calle como unos tristes y sin vida vagabundos... No quiero malentendidos, yo amo a los vagabundos, pero no creo que sería capaz de ser uno de ellos, son muy decentes para tenerme como uno de ellos... no me descrimino, soy realista.
En fin...
Voviendo al planeta tierra...
-Bueno, madre querida.-Suspire dramáticamente. Guarde silencio para que dejara toda su atención en mi.-Me voy o llegaré tarde.
-¿No desayunas?.-Pregunto frunciendo el ceño. Mirándome con suspicacia.
-Nop, tengo dinero ahorrado, comprare algo de camino.-Agarre mi bolso y corri hacia la puerta principal.-¡Dile a mi amado hermano que no lo esperaré!.
Sin esperar respuesta sali como alma que lleva el diablo, revisé la hora en mi celular, ¡LAS 8:00! No, no, no, no, no... Ahora si que me van a freír como pescado frito. ¡ESTOY JODIDA!.
Comenze a correr lo más rápido que pude, lo bueno es que la escuela me quedaba cerca.
Pude ver la escuela, estaba cerca, llegue a la entrada, respiré pesadamente di un paso para entrar y caí al piso como saco de papa. ¡AUCH!. Que bonita manera de empezar el primer día de clases, Zoey. De seguro este no era mi día.
-Señorita Benson, me puede explicar que hace en el suelo y por qué esta llegando tarde a clases.
¡Porque la vida es tan injusta conmigo! De todas las personas que hay en este lugar tenía que encontrarme con el director. MALDITO KARMA.
-Yo-o... Pues, yo-o...-Y para hacer esto más interesante, estoy tartamudiando.
-No me diga más, vaya a clases antes de que la castigue.-Asenti y me dirigí casi corriendo a mi salón.
Apenas abrí la puerta todas las miradas se posaron en mi y comenzaron a murmurar cosas que no alcance a escuchar. Caminé hacia donde se encontraba el profesor. En su escritorio. Hoy me tocaba matemáticas, malditas matemáticas, volviendo al tema... me disculpe públicamente.
-No se preocupe alumna Benson, le permito entrar a la clase solo por ser rubia.-Me dio una sonrisa de oreja a oreja.-Tome asiento.
Ser rubia tenia sus ventajas...
Como por ejemplo, nunca te castigan, los compañeros ''castaños'' hacen tus tareas, no haces fila para el almuerzo. NADA. Y eso era jodidamente perfecto y no exagero.
-¿Y donde fuiste de vacaciones, Zoey?.-Pregunto mi mejor amiga Brue. Somos amigas desde los 5 años. Compartimos todo, sabemos cada secreto nuestro. Como por ejemplo se que Brue no es virgen. Pero shh...no se lo digan a nadie.
-¡A las vegas!.-Respondí mientras daba saltitos como una niña a punto de subirse a un juego del parque de diversiones.
-Wow, eso es único. Yo no fui de vacaciones a ningún lado.-Comentó con su cara de perrito mojado.
-Oh, que mal, pero yo no te había preguntado...
-Eres una insensible. ¿Sabes lo que es estar casi dos meses encerrada en casa viendo como tu puto hermano friki juega video juegos con sus amigos idiotas con pinta de nerds.
-Creo que ahora la insensible eres tu.-Resople, y ella gruñó.-Iré por unos pastelillos, ya vuelvo.
Enfonque mi mirada en la fila, vaya si que esta larga. Mientras caminaba iba pensando en mi...¿como llamarlo?...uhm...¿príncipe?. No. ¿Princeso? Sip, princeso, iba pensando en mi princeso de mi sueño, creo que cada chica en la vida real deberia tener su propio princeso para que las cuiden, se preocupen por ellas etc. Si fuera por mi les regalaría princesos a todas las chicas del mundo. ¡Tomen, hay Princesos para todas, no peleen! Ok, creo que ser rubia me está afectando. Cada vez pienso más estupideces...
Reaccioné cuando vi que me encontraba en el suelo, me había pegado en mi lindo trasero, mire al o la idiota que me había tirado al suelo. Y mis ojos no podían creer lo que veían... Era el chico más sexy que había visto en mi vida, y era castaño. Y sus amigos eran todos rubios. Pero que raro...
Lo más raro aún era que nisiquiera se comportó como un caballero y me ofreció su ''ayuda'' para levantarme. Maldito idiota. Solo me ignoró y paso de largo.
MALDITO INFELIZ, HIJO DE... YA VERÁS, NADIE ME TIRA AL SUELO Y VIVE PARA CONTARLO.
Pero ahora que lo pienso... El me ¿ignoró? No se fijo en mi, o me dijo lo linda que soy por ser rubia. Nada.
¡QUIERO UN PRINCESO PARA MI...!
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75% rubia Natural ©
Novela JuvenilEn la ciudad como en la que vivo (Miami), aman y admiran a los chicos (as) ''rubios''. Por esa misma razón decidí que debería ser rubia, para ser querida por todos y ya no ser la chica tonta que nadie sabe que existe. Puse en acción mi plan empeza...