Track 1: Soda estéreo: Trátame Suavemente

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Las cosas son raras, Amity esta frente a mi tomando un café como si fuéramos amigas o mínimo conocidas. Ella mueve la boca pero yo apenas y escucho lo que dice. No me interesa, solo estoy aquí por la cafeína y nada más. No se que dice, pero luce... ¿Alegre?, ¿Disfruta mi compañía o el falso hecho de ser una buena oyente?.

- No sabes lo que dije, ¿verdad?- pregunto ella aunque tenia la respuesta desde el inicio

-Ni un poco- sincere bebiendo lo que quedaba de mi café -¿ Era importante?-

-Solo si te interesaba... Pero veo que apenas y puedes con tu vida- dijo mirándome de arriba hacia abajo -Pero podría ser peor-

-¿Podría?-

Blight se paro de su asiento y me miraba con extrañeza, sin duda alguna esta chica se trae algo entre manos pero poco me interesa al descubrir que mi café se había terminado. Me pare por inercia y justo ella me tomo de los hombros, abrazándome de golpe. Me enojo por la falta de respeto a mi espacio personal, trate de quitar a blight pero ella es más fuerte que yo, no entiendo eso pues ella es demasiado baja a comparación ¿pero que entiendo realmente ahora?.

-Lo siento- dijo ella finalmente liberándome

-Yo también, ¿Qué fue eso?- pregunte acomodando mi ropa

-Nada importante, solo vi a alguien, eso es todo-

-Si bueno. No me interesa- señale guiñándole un ojo -Nos veos luego nena-

-¡Espera!- grito ella a mis espaldas

-Maldita sea ahora que... ¿Pasa algo?-

-Tu numero... ¿Me lo darías?-pregunto un tanto nerviosa según lo que veo

-No me digas que tienes el "síndrome de Florence Nightingale". Apenas y fue un golpe Blight, además, no soy demasiado amistosa -

Caminaba directo a la salida de la escuela y al pasar por esta fue... Simplemente glorioso, no me importo nada. Era como ser libre de nuevo, sin ataduras de ningún tipo. Mire el reloj y apenas eran las nueve de la mañana, perdí como una hora en " la platica" que tuve con Blight y creo que unos treinta minutos en clase. Mi trabajo empieza a las tres de la tarde y acaba a las diez de la noche por lo que tengo un buen tiempo antes de ir a desperdiciar mis horas de vida.

-¿De nuevo?- pregunto boscha detrás del mostrador  -¿Acaso no es peligroso tomar tanto café?-

-Se pueden tomar de 2 a 8 tazas de café al día, depende del sistema de la persona-

-¿Que te hace pensar que me interesa?- dijo camino a preparar el café que siempre pido -De igual manera, si piensas en morir por cafeína...-

-¿Crees que vendría a demandar?, por favor boscha, "me conoces"-

-Por lo mismo- agrego entregándome mi café -¿Lo vas a tomar aquí o te iras?-

-Ya deberías de saber la respuesta, no es como que me apetezca mucho el quedarme en un solo lugar-

-Pero sigues en la escuela. ¿Una ironía o una contradicción? -

-... Lo tomare aquí- respondí un tanto molesta por mi falta de voluntad

Miraba por la ventana el como los transeúntes iban y venían, ninguna persona paraba a preguntarse que es lo que hacen realmente. ¿Ir al trabajo, regresar a casa?, para repetir ese ciclo de forma casi robótica con la esperanza de mejorar en lo que hacen y nada más fuera de ello, tengo miedo del solo pensar eso. Trabajar hasta morir y que todos lo vean de la manera más normal posible.

Ahora que lo veo bien, envidio a boscha. Ella tiene un trabajo nada estresante, es tranquilo y la puede pasar de forma relajada. Bueno, esa es la impresión que tengo sobre el lugar. Perdido en el tiempo, atrapado entre lo nuevo y  lo viejo.

-¿Tan mal estas?- pregunto boscha sentándose frente a mi -Recuerdo cuando entraste por primera vez, era de mis primeros turnos y mi jefa se burlaba de mi de vez en cuando... Como odio a la vieja. En fin, recuerdo que entraste maravillada por el café, era realmente lindo pero tonto-

-Ve al punto boscha- pedí fastidiada al recordar mi antigua yo

-Estabas llena de vida... ¿Alegre?, era divertido y hasta lindo el verte tan feliz y entusiasta-

-¿ Te me estas declarando?- pregunte confundida y algo asustada, no conozco del todo a la cafetera y puede ser una broma de mal gusto como otras que he recibido en mi vida

-No lo se-respondió mirando hacia la venta, observando a las personas ir y venir - Dime luz, ¿Por qué sigues en ese lugar?, no eres feliz- pregunto boscha mirándome de forma un tanto melancólica

-¿Tu estudias?- pregunte evitando su mirada 

-Antes... Pero no era lo mío, supongo que no todos somos hecho para "la vida de escritorio"-

-Nadie lo esta realmente hecho... Entonces, ¿te parecía linda?- pregunte riendo

-Algo, si-

-¿Y ahora?-

-Tienes el aura de que la vida te golpeo tantas veces que me sorprende que estés de pie-

-Vaya, si que sabes leer a las personas- refunfuñe dejando el café terminado al lado de la ventana

-Contestando a tu anterior pregunta- dijo acercándose peligrosamente a mi rostro el cual se enrojeció al instante por la sorpresa y nervios  -Yo diría que si-

Boscha me miraba realmente ... ¿Alegre?, esa era su expresión en este momento. Por mi parte, no se que hacer, ha pasado un tiempo desde que alguien mostro algo de interés en mi. No se que hacer, no se que decir.

-Mi turno aun sigue- dijo regresando a la barra - No viene mucha gente, pero debo de mantener al margen la atención a cliente-

-Boscha...-

-¿Que te parece si hablamos luego?- pregunto escribiendo en un papel para entregármelo -Esperare tu llamada-

Las calles de la ciudad eran húmedas como casi todos los días, no se que paso hace rato pero. De alguna forma, me alegro un poco el día. Me hizo sentir pertenencia a alguien, saber que alguien esta pensando en mi allí afuera me alegra considerablemente, me hace sentir menos miserable a lo que soy.

Por primera vez en dos años que veo las cosas de forma un poco optimistas, es estúpido, me siento como una adolescente, es la cosa más patética que me ha pasado en años. Depender de alguien para sentirme mejor, ¿Qué tan bajo puedo caer?. Un asco total recorre mi cuerpo, me doy cuenta que, si por mi fuera, usaría a boscha para simple consuelo.

-¿Que más da?- pregunte a la nada escribiendo el numero de boscha en contactos

No pasara nada, solo será algo simple, algo sencillo. Si lo disfruto como espero así sea, si caigo ante ella... Pues que bien.

El tono de llamada sonaba, espere unos segundos y finalmente me contesto. A pesar de que ella me dio su numero, sonaba bastante confundida pero alegre. Lo mas seguro es que pensó en ser rechazada con su invitación. ¿A que? , esa es la duda.

-¿Nos podemos ver apenas termine mi turno?- pregunto del otro lado de la linea 

-Claro-

-Salgo a las... ¡2pm!- dijo particularmente alegre -Nos vemos aquí luz-

-Claro boscha, no vemos- dije colgando la llamada

¿Soy asquerosa?, antes pensé que yo era la que podría salir herida pero viendo mi situación actual, viendo lo que soy. Puede que la pobre cafetera salga herida y con ello mi único lugar en paz libre de fantasmas.

Fuck OffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora