Track 3: The honeysticks, Ricky Montgomery: Out Like a Light

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Me siento como una adolecente al encontrarme de nuevo con Eda lo cual me parece extraño al recordar el cómo término nuestra última conversación. Han pasado poco más de tres años desde que estuvimos de frente y ahora, ella está aquí. Con; Su típico y largo cabello plateado (en donde pase largos minutos por no decir horas viendo detenidamente esas finas grises) Su piel tan blanca que cuando ella se esfuerza de más se pone colorada y por su puesto su sonrisa fanfarrona.

-Sabes que sigues exactamente igual a como te recuerdo- bromeo Eda acariciando mi cabeza como si fuera una niña pues ella dentro de todo tiene el factor de altura con el cual me molesta a diestra y siniestra

-Hola Eda- salude de forma cordial por no decir "profesional" -¿Cómo te ha ido?-

-Luz- respondió evitando cualquier cosa –Ella sí que es un problema para viejas como nosotras-

-El problema soy yo... Eda, yo-

-Lo entiendo Camila- dijo tomando mi mano para llevarme dentro del bar en donde quedamos –No tomamos las mejores decisiones, nadie lo hace realmente-

Eda me habla como si nada entre nosotras hubiera pasado, como si nuestros viejos problemas jamás hubieran empezado desde un inicio. A veces (cuando estoy sola sobre todo) Me pregunto el que pasaría si le hubiera dado esa oportunidad a Eda, una oportunidad que siempre imagino cuando estoy en soledad.

-Me siento rara, como si no perteneciera a este lugar- me queje mirando la gran cantidad de jóvenes bebiendo y festejando quien sabe que

-Vamos Camila, este lugar nos encantaba en su tiempo-

-Tiempo en donde las dos no teníamos 40... Eda, ¿No crees que sería mejor el ir a otro lugar?-

Eda paro entre la enorme multitud y me miro sonriente lo cual (claramente) Me saco de contexto alguno. Me jalo con más fuerza entre la multitud para llegar a una puerta. Entramos y el cambio fue más que notable pues todo el bullicio y olor a alcohol desapareció, y fue cambiado por un bar de esos que pasan en la televisión de alta clase.

Los pocos comérseles de ese lugar me deja pensar que es un lugar más que exclusivo, O. Solo es fachada alguna y en realidad es que a los chicos de afuera solo les interesa en bullicio del lugar a solo tomar algo.

-El bar cambio en estos años- explico Eda –Y por cambios me refiero a que soy la propietaria de este-

-¿¡Que!?- pregunte sorprendida

-Hace años te dije que me gusto este lugar... Solo lo remodele un poco-

-Eso es realmente sorpréndete, Eda-

Ella se limitó a darme una sonrisa y guiarme a una mesa (de las pocas que están en ese lugar) Y con un leve movimiento de mano el barman comenzó a servir Whisky el cual llevo años sin beber realmente.

-Parece como si lo hubieras entrenado- dije riendo

-Un poco, si- acepto riendo en lo que el chico nos daba las bebidas el mismo. Eda le dio un trago y finalmente puso una cara que no había visto en años –Dime, ¿Qué paso entre las dos?-

Me incomoda el ver como Eda puede pasar de ser amistosa a seria en cuestión de segundos, pero si es por algo que le llame en primer lugar fue para no pedirle ayuda. Sino para que alguien escuche mis lamentos además de las paredes de casa.

-Ella dejo la universidad para seguir su sueño de escritora-

-Me alegro por ella- dijo dejando el vaso de lado –Tu mejor que nadie sabía que ella no quería esa carrera. ¡Tú sabias su potencial! –

-¡Lo sé Eda!- intervine más dolida que molesta –Tengo una nueva casa, el plan era que Luz regresara a vivir un tiempo conmigo. Tenía planeado el hablar las cosas con ella, el entendernos y dejarle dejar la carrera...-

-¿Pero?-

-Pero nos peleamos- admití con un suspiro –Pero eso no es lo que me importo Eda, su mirada. No sé cómo explicarlo... Ella me miraba con odio, su vista paso de cariño a odio en cuestión de segundos. Y todo es mi culpa-

Baje la mirada para centrarme en mis manos las cuales temblaban sobre la mesa, evite llorar al recordar a una pequeña Luz riendo y la actual Luz con ojeras y mirada de odio irreparable. Eda tomo mi mano y comenzó a acaríciala con su dedo.

Lentamente deje  las lágrimas, Eda no dijo nada o hizo algo más allá de tomar mi mano, los recuerdos de Luz riendo; "comiendo" (por no decir atragantándose) pero sobre todo el amor ciego que ella me tenía.

-La perdí Eda, y es mi culpa. Merezco que me odie-

Eda dejo mi mano, me tomo del mentón y vi sus ojos color ámbar mirándome fijamente. Con cierta molestia pero comprensión sobre ellos, el ver de nuevo sus ojos sobre los míos solo dejó salir más las lágrimas. Había olvidado con la facilidad en la que Eda me dejaba al descubierto en cuestión de segundos y la verdad... Es que amo que ella haga eso con total facilidad.

-Escucha, Camila- ordeno –La cagaste, cometiste errores pensando que eran aciertos... Todos hacemos eso, yo lo he hecho- pauso soltando mi mentón dejándome con un sentimiento de abandono –Muchos errores en realidad- admitió sonriendo pesadamente –Tu error fue el pensar que hacías bien, obligar a Luz a ser quien no es... Y mi error, fue el desaparecer, pensar en mí antes que en todos-

-Eda, tu...-

-Por eso es que arreglaremos tu problema con Luz- dijo con la gran sonrisa que en más de una ocasión alegro mis días y despejo mi mente

-Gracias Eda- agradecí en sollozo

-No pasa nada Camila- me reconforto juntando de nuevo nuestras manos –Todo estara bien-







El plan era salir a algún lugar, despejar nuestras mentes o algo parecido. Por lo que me cuesta el recordar en que momento Gus nos metió a su departamento a beber como si nos ocultáramos de Boscha o de Amity. Willow por su parte no se está quejando, es más. Diría que se está divirtiendo (sobre todo al burlarse de la estatura de Gus, cosa graciosa pues ella a lo mucho le gana por unos centímetros) Gus alegre como siempre junto a su enorme ironía y yo... Bueno, tiene tiempo que no hago esto y la primera vez fue por una obligación social a otra cosa.

-Sabes- llamo Gus con su lata en mano –Este lugar me gusta, tiene todo lo que quiero- presumió borracho señalando su departamento que a decir verdad está mejor que el mío

-Se nota, yo no me quejaría de un lugar así enano- dijo Willow tambaleándose un poco para estar al lado de Gus –Solo mira, tienes un balcón... Si tienes que orinar en la noche solo apuntas-

-¡Lo sé!- grito Gus apartando el comentario asqueroso

-Y luego estoy yo, aún vivo con mis padres.- se quejó –Luego esta Luz... Su departamento esta horrible- comento riendo a carcajadas

-Eso yo misma lo sé- me queje tomando otra lata –Sí que están borrachos-

-¿Y tú?- se quejó Willow

-No soy muy fan de la bebida-

-Pero sabes de que si eres fan. De lastimar a otras personas- dijo enojada

-¡Chisme!- dijo Gus alegre

-No sé a qué te refieres-

-Si lo sabes- aclaro gateando hasta ponerse a mi lado –Boscha estuvo años tras de ti y cuando por fin eran algo tú vas y lo arruinas yendo tras Amity-

-¿Qué rayos? ¡Yo no hice eso!-

-¡Vamos Noceda!- se quejó Willow entre risas –Yo sé que soy una perra, le conté a Boscha lo de tu y Amity por mi propio bien. Pero al menos sé qué tipo de persona soy-

-Cierto- dijo Gus ahora –Tiene un punto amiga-

-Anda Noceda, solo admite que eres una perra como yo- dijo Willow antes de caer de espalda sobre la hielera

-¡Willow!- grito Gus tomando su mano -¡Se murió!-

-Solo está dormida- dije parándome yendo al balcón de Gus

Willow tiene razón, soy una persona terrible en más de un sentido y es peor al saber que incluso Gus la hace segunda. Mire la ciudad por unos instantes y recordé el cómo antes de todo, antes de sentir algo por Boscha. Yo misma me dije que sería solo para entretenerme, algo con lo que distraerme de mi amargada vida.

-Doy asco- dije sentándome en el piso 

Fuck OffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora