Love and War •ShikaSaku•

Two ♡

Con la primera luz del día, Shikamaru se liberó de los brazos de Sakura y se vistió en silencio. La pérdida de calor de su cuerpo contra el de ella despertó a la joven, quien se enderezó mirando a su amante. Habían compartido una noche increíble, pero ¿cómo deberían comportarse el uno con el otro ahora?

Sakura quería besarlo de nuevo, quedarse en sus brazos, sobre todo no pensar en el día que estaba por comenzar. Quería huir de la inevitable batalla sangrienta que pronto se desataría. Antes de abrir la tienda para irse, Shikamaru se volvió hacia ella y la miró fijamente. Sus ojos parecían llenos de tristeza, dolor… ¿Se arrepintió de esa noche con ella?

No se arrepintió de nada, al contrario ... Pero no supo qué decir, ni cómo decirlo. ¿Había algo que decir en otra parte? Ella solo le sonrió cálidamente, juntando toda su gratitud por esta noche y todo el respeto que tenía por él.

La cara de Shikamaru se relajó y le sonrió antes de salir.

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Sangre ...
Cuerpos destrozados ...
Gritos de agonía ...

Sakura estaba petrificada por el terrible espectáculo que se impuso en sus ojos. ¿Cuántas horas había estado intentando salvar a estos ninjas desmembrados? ¿Cuánto tiempo le zumbaban los oídos con los gritos de los heridos?

Sus labios estaban temblando. Sus ojos estaban nublados. Ella estaba exhausta. Fue demasiado duro. Todo fue inútil. Ella no pudo ayudarlos. Ella no pudo salvarlos. La terrible realidad la golpeó y la petrificó en el acto: todos iban a morir con un dolor insoportable. ¡Todos! Era inevitable.

¿Cómo podrían vencer a un enemigo inmortal? Se enfrentaron a los siete espadachínes de Kumo, los más formidables de todos los tiempos, y ahora eran invencibles. Ningún ataque tuvo control sobre ellos ya que se regeneraron instantáneamente.

Ya había conocido a Zabuza cuando era genin y no le había servido de nada. Kakashi podría haberlo derrotado mejor si no hubiera tenido que protegerla al mismo tiempo. Y ahora, después de todos estos años de entrenamiento, todavía era inútil. Apenas buena para curar a los heridos.
Y lo peor ... era que sabía que no estaría a la altura de la tarea. Ella sería solo un trozo de carne más para apilar sobre los otros cadáveres.

Inútil ... Débil ... Ella no era nada.

Las manos la temblaban pero ella no reaccionó. Gritaron su nombre, pero ella no respondió. Solo la risa de los spadassins, el sonido de las cuchillas cortando la carne y los gritos de los muertos en el tiempo prestado llegaban a sus oídos. Su mente abandonaba su cuerpo para huir del horror de la situación. Era peor que cualquier cosa que hubiera imaginado. Ella estaba en el infierno.
Una bofetada le dio en la cara. El dolor que le picó la mejilla la devolvió a la realidad. Con una mano sobre su piel se sonrojó, miró a la joven que la enfrentaba.

—¡Pero a la mierda! ¡Te necesitamos aquí! ¿Eres una kunoichi si o no?—
Sakura parpadeó varias veces, hasta que el significado de la palabra "Kunoichi" le hizo recuperar la conciencia.
—Vamos, retrocedemos, te esperan en la carpa médica ¡Ahora!

De hecho, a su alrededor, los supervivientes se estaban retirando. Los miembros de la alianza shinobi corrían para refugiarse lejos del frente. Sakura se levantó y siguió a la joven cuyo nombre no conocía a la gran tienda donde decenas y decenas de hombres y mujeres moribundos estaban casi apilados.
Ella apretó los puños con rabia. Tenía que ayudarlos. Tenía que darlo todo. Todos aquí dieron lo mejor de sí mismos. No podía sentir lástima por sí misma cuando tantos otros habían perdido todo.