Love and War •ShikaSaku•

Eight ♡

La piedra fue instantáneamente  pulverizada por la patada de Sakura, antes de que llegara al suelo. La kunoichi solo tenía esa para desahogarse ya que todas las demás rocas ya habían sufrido su ira.

—¡Pero qué idiota!— Ella escupió.

¿Cómo pudo haberle hecho eso? Sabía que había tenido un aborto espontáneo y que pensaba que había sido violada y no dijo nada. ¡¡¿Cómo se había atrevido?!! La dejó deprimida y dolida, dejó que torturara su mente, casi volviéndose loca por no saber cómo quedó embarazada. ¡Había cerrado la boca, maldita sea! ¿Y ahora quería explicárselo?

—¡Mierda!— Gritó mientras rompía otra piedra entre sus dedos.

Y pensar que le estaba empezando a gustar. ¡Realmente lo aprecio! Incluso iba a besarlo jodidamente justo antes de que los interrumpieran y supiera la verdad. Era una locura pensar que el momento anterior no quería nada más que sus labios sobre los de él, y justo después ... ¡su puño en la cara!

Sakura colapsó al suelo y tomó su cabeza entre sus manos. Ella estaba exhausta. Todo a su alrededor se habia arruinado en cuestión de horas. Ella estaba muy resentida con él. Todo estaba jodido ahora. Lo había arruinado todo.

Sin embargo, últimamente había sido tan amable con ella. ¿Cómo podía ser tan adorable después de deshacerse de ella así? Tal vez una parte de él se sentía culpable y fue amable al enmendarlo. Sí, pero ¿qué le importaba a ella cuando no recordaba nada? Debería haber continuado con su vida en silencio. Sin ella.

Y esta vez cuando insistió en que ella fuera a almorzar con él y su equipo. ¿Por qué había hecho esto? Y además, ¿por qué la había acompañado a casa justo antes? La joven estaba perdida. Ella no entendió nada. Trató de recordar todas las veces que se había cruzado con él desde su amnesia. En cada ocasión había sido considerado, amable e incluso divertido.

Su corazón se hundió en su pecho. Le hubiera gustado que le dijera que estaban juntos cuando se despertó. ¡Además, es cierto que había venido a verla! Sí, ahora volvía a él. Había venido y parecía realmente afectado por su condición. Ella pensó que él se sentía culpable, pero ... ¿y si ... y si no fuera culpa? ¿Y si le dolía porque estaba preocupado por ella? O porque lo había olvidado ...

Su ritmo cardíaco aumentó ante el pensamiento. ¿Y si se preocupaba por ella?
Al momento siguiente, se ordenó a sí misma detener ese delirio, que él no se preocupaba por ella. Todavía le dejó creer que había sido violada cuando podría haberle dicho la verdad.

Dejó escapar un grito furioso. Ya no sabía qué pensar. A su rompecabezas le faltaban demasiadas piezas. Todo fue contradictorio. Necesitaba saber qué había sucedido. Ella necesitaba saberlo. Y para eso... tenía que conocer la versión de Shikamaru. Tan enojada como podía estar con él, tenía que escucharlo.

Entonces Sakura se levantó de un salto, apretó los puños y respiró hondo.
—Shikamaru, será mejor que tengas una buena explicación.

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Sakura regresó a la entrada de la aldea. Ella había preferido llevar sus nervios lo suficientemente lejos para no ser molestada. Durante todo el camino a casa no pudo evitar darle vueltas a todas estas preguntas en su cabeza una y otra vez. Fue una tortura.

Tan pronto como pasó por las puertas de la entrada principal, vio al que acechaba sus pensamientos. Shikamaru estaba apoyado contra un edificio de enfrente, con las manos en los bolsillos. Él la miró y la miró mientras se acercaba. Ella entendió que la estaba esperando. Tenía que ser completamente estúpido para querer hablar con ella dado su enojo.