Goku X Caulifla | Amor multiversal / Terminada

Temporada 6 | Operación "Rescate" Parte I

— ¿¡Tú!?—Goku quedó tartamudo con el miedo colgando en su garganta al darse cuenta quien era el extraño sujeto, nada más ni nada menos que la sombra de un gran guerrero y protector del multiverso. El gran sacerdote Daishinkan-sama en su faceta más oscura.

— ¿Me conoces tan bien como para sorprenderte? Son-Goku—El gran sacerdote mostraba una expresión muy calmada y siniestra, algo así como si indicara que todo estaba saliendo como estaba marcado en sus planes.

— ¿Por qué has matado cruelmente a Vegeta?— Preguntó Goku, preparado para lanzarse a una desesperada lucha para vengar a su compañero.

—No lo entenderías, pero, últimamente disfruto mucho de estas cosas, no sabes lo aburrido que es tener que vivir una eternidad siendo un adorado guardián, así que el tiempo me ha corrompido un poco, ¡mi alma quiere más acción que nunca! —Daishinkan-sama miró descaradamente a Caulifla, ya teniéndola como su objetivo, él disparo una ráfaga de ki fina e inquieta, tratando de atravesarla a quemarropa, Goku con la doctrina egoísta pudo actuar a tiempo y salvar a Caulifla, a costo de su propio dolor, el saiyajin fue atravesado en su hombro de forma muy rápida.

— ¡Cariño!— Exclamó la chica con preocupación, llena de ira se transformó en Súper Saiyajin Dios Azul, usando a su vez de manera prolija el Kaio-Ken X20, lanzando una ráfaga de golpes desesperados al pequeño cuerpo del guardián de Zeno-sama, sin lograr impactar alguno. — ¡Maldito infeliz! ¡MUERE!— Caulifla juntó sus dos manos para liberar una explosión tremenda de Ki, luego cargó dos "Mega Crush Canon" y arrastró a su enemigo algo a lo lejos, la técnica de Caulifla había logrado mantener a raya a su rival pero a cambio de su propia energía, su Ki comenzaba a agotarse a un ritmo peligroso.

—Debes irte Caulifla, yo me encargo del resto—Goku estaba dolido por el traumatismo que tenía en su hombro, la sangre no dejaba de correr pero el saiyajin seguía en el campo de batalla, él regañó a Caulifla con la intención de que ella accediera a huir, pero...

—Estas muy herido Goku, quizás juntos podamos...—Caulifla creía haber visto una posibilidad para ganar la batalla pero, sus esperanzas cayeron por su propio peso.

—No es momento para estar soñando, me descuidé contigo y me dolió el resultado, no lo toleraré más—El sacerdote algo lleno de polvo apareció de frente a ella y trató de embestirla con una palmada llena de furia, lo cual fue detenido a tiempo por un aliado que llegó en el momento oportuno. —Otro insensato más que busca morir hoy—

Bardock había aparecido para proteger a Caulifla y a unirse en combate con Goku, sus dos brazos desnudos fueron el escudo que protegieron a Caulifla, pero, el daño físico y colateral fue enorme, una gran sonda vibratoria se desencadenó por el impacto destrozando así gran parte del bioma en general, y, los robustos brazos del maduro fueron postrados a una fuerza muy inmensa, generando así moretones y fisuras en las extremidades del hombre.

— ¡Tchh! ¡Esto duele como el infierno! ¡Ustedes dos huyan! Yo trataré de hacer frente a este demonio—Bardock se descuidó un poco y en su forma dios azul fue pateado en el rostro por Daishinkan-sama, a una velocidad y fuerza de los mil demonios, el cuerpo de Bardock se fusionó con la velocidad del golpe para no ser visto cuando fue eyectado por el poder del enemigo.

— ¡Papá!— Goku gritó fuertemente y mediante se consumía por la ira procedió a liberar un extraño poder, la doctrina egoísta se estaba desarrollando en su cuerpo, pero, era un color más oscuro y siniestro de lo habitual, ¿Qué diablos le está pasando a Goku? 

Su ki tenía un aura extraña que no conocía de razón, mientras él poco a poco perdía la cordura, su poder emergía aún más, las raices de un extraño poder comenzaban a fluír a flote.

—¿Go...Go..ku?—Caulifla notó rápidamente el extraño cambio de Goku, y ella comenzó a asustarse por eso, más allá de la presencia de su omnipotente enemigo, ella comenzaba a tener más miedo por comprender en que podría convertirse su amado de seguir perdiéndose en su ira, desgarrándose por dentro... Podría consumirse como un cerillo que es encendido por un fuego que no puede controlar.

—Huele a que tienes un extraño y delicioso poder, Saiyajin, tú nunca dejas de sorprenderme—El gran sacerdote se acercó mientras flotaba con interés hacía el furioso Goku que comenzaba a despertar, pero, inesperadamente del cielo comenzaron a descender un centenar de bolas cargadas de energía de destrucción, acompañadas de lo que parecían ser lanzas de luz que llovían del cielo a cada paso que Daishinkan daba, todo eso perseguía en seguidilla al gran sacerdote que fue corrompido por la oscuridad. Tantos ataques eran difíciles de explicar ya que parecía un tipo de ejecución — ¡Que moscas tan molestas son las que han llegado!—Expresó con desinterés al esquivar constantemente los orbes destructivos y rayos puntiagudos que caían hacia él sin tardanza. — Whiss, Bills, ¿Acaso no saben que los dioses y ángeles tienen limitaciones?—Daishinkan desvió la mirada hacía el dúo de guerreros que habían llegado. —

—Al diablo las limitaciones, tú eres el único molesto que está aquí, nunca me has caído bien imbecil—Bill hizo una burla en contra de su superior mientras disparaba millares de ráfagas hacía él, el planeta tierra bailaba en una vibración destructora.

— ¡Señor Bills! ¡Señor Whiss!—Comentó Caulifla con algo de esperanza al ver dos aliados más unidos a su causa, ella aprovechó la abertura para correr hacía su pareja y tratar de ver que era lo que sucedía con él y su extraño ki.

—Hemos interferido porque no podemos dejar que la última esperanza muera, aún si perdemos la vida, ¡Tenemos que sacrificar para ganar!—La expresión de Whiss era muy seria, aterradora, decidida y absoluta al mismo tiempo, mientras él manipulaba su báculo y disparaba flechas de luz hacía su corrompido padre, él hizo aparecer una pareja de pendientes potara oscuros, usando uno y arrojándole el otro a su compañero Bills.

¿Podrán cambiar las riendas de esta batalla entre deidades?