UNO

5 0 0
                                    

Era el ultimo sábado que Ezra no iba a pasar con la cabeza enterrada en libros.

A pesar de que no tenia un promedio excelente, le gustaba mantener sus notas altas. Le ponía esfuerzo, hacia lo necesario para que los profesores no estén detrás de él pisandole los talones. Gracias a eso había podido pasar los últimos tres meses haciendo absolutamente nada.

 Desde que su única amiga, Florence, se había ido de vacaciones, el no tenia con quien hacer planes. Su verano consistió en largas noches de comedias románticas y comida chatarra. Había hablado un poco con Kevin, el chico con el tonteò el ultimo mes de escuela, pero el solo quería sexo y no era eso lo que Ezra estaba buscando en ese momento.

 Definitivamente el Kev era hermoso. Tenìa tez oscura y ojos de un gris profundo. Su cuerpo estaba bien trabajado por todas las horas que pasaba en el gimnasio, porque era obvio, nadie amaba mas a Kevin que él mismo. Tenìa un encanto que no muchas personas poseían, y Ezra sabía que si hablaba con él o se encontraba demasiadas veces terminaría enamorado, y él no era el tipo de personas de las que debías enamorarte. No le gustaba el compromiso, sus relaciones eran màs casuales. Todas las chicas y chicos que habían estado con el después terminaban llorando y rogando por atención. Ezra no iba a ser de esos.

El lunes comenzaban las clases. Solo faltaban dos días para que comenzara el infierno. Era sábado a la noche, y como cualquier otro día, Ezra estaba buscando una película que no haya visto, o al menos no demasiadas veces. Tenìa la casa sola, su madre Anna había estado saliendo con un hombre.¿Dan?¿Van?¿Mike? Ezra no podía recordarlo. Parecía una buena persona. Ella se merecía todo lo mejor después de todo lo que sufrió.


Ya había preparado los pochoclos y buscado una manta. Se dirigió a la sala y se sentó en el cómodo sillón. Mientras buscaba entre todas las opciones de películas su celular vibrò en la mesita de enfrente. "Ugh, ¿quien puede ser?" pensó, aunque no lo ignorò. Tenìa una notificación de Florence. Un mensaje.


'Hey Bonito ¿que haras hoy?'


'Noche de películas ¿vienes?'


'Aburrido. Me invitaron a una fiesta, ¿quieres ir?'


'Quien?' preguntò, no era como si fueran precisamente muy sociales. Siempre habían sido solo ellos.


'Liam :)''Deberás contarme luego' respondió con una sonrisa.


 Florence y Liam siempre se habían gustado. Ella se lo había hecho saber en varias oportunidades, la chica era muy segura de ella misma. Pero Liam era un chico tímido. Parecía un dios caído del cielo, pero no era de hablar mucho ni de tener demasiados amigos.

 '¿Liam organiza una fiesta? wow lo debes tener muy enamorado'.

'No es en su casa. No se como se llama la chica, pero tengo su dirección ¿vienes o no?'


'Por supuesto, quiero ver como coqueteas ;)'


'Idiota. Paso por ti en 20'


Y así fue como la noche de películas quedo cancelada. No era como si le importara demasiado. Ezra paso a su habitación y busco algo que ponerse. Era una fiesta ¿que se ponía a gente normal para ir a estas?. Busco entre remeras y pantalones y la única opción con la que quedò conforme fue unos skinny jeans negros, unas botas marrones y una camisa roja holgada. Habìa quedado bastante conforme con como se veía. Su pelo por otro lado... no era como si se pudiera hacer mucho. Sus rulo estaban incontrolables y ya tan largos que casi le tocaban los hombros. Agarrò una goma para el pelo y la puso en su muñeca, solo por si acaso. Buscò su perfume y luego de ponerselo sonó el timbre. Florence había llegado.

Lo que queda de nosotros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora