Capítulo 6

103 7 5
                                    

_¡HABLA!

_Miranda, tranquila. Pasa adentro, tomás un poco de agua y hablamos.

_¡NO ME TOQUES! TE HICE UNA PREGUNTA, ¡HABLA, CARAJO!

_Si, si soy tu papá.-Miranda comenzó a llorar.-Pero te juro que yo no...

_¡NO ME JURES NADA, NO TE QUIERO ESCUCHAR!-Gritó.-Claro, ahora entiendo porque tantas atenciones, lo hacías por culpa. Pero que te quede claro, ¡YO NO SOY TU HIJA Y NUNCA VOY A SERLO! 

_Miranda, hablemos.

_¿DE QUÉ VAS A QUERER HABLAR? SI POR TU CULPA TUVE UNA VIDA DE MIERDA, CON PADRES A LOS QUE NUNCA LES IMPORTÉ, DESEANDO MORIR PARA ACABAR CON MI SUFRIMIENTO. ¡TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO!-Comenzó a golpearlo en el pecho.

_¡YO NO SABÍA NADA, PERDÓN!-Gritaba Patricio mientras lloraba e intentaba calmarla.

_¡Hey, hey!-Guido llegó y alejó a la chica de su hermano.-¿Qué te pasa?

_¡SOLTAME, PELOTUDO!-Le dijo al rubio.-Y A VOS TE DIGO.-Señaló a Patricio.- NI SE TE OCURRA BUSCARME. PARA MI ESTAS MUERTO, ¡MUERTO!-Gritó y se fue a su casa.

_¡Miranda!-Patricio intento seguirla.

_No vayas, va a ser peor.-Lo frenó su hermano.

_¡LA PUTA MADRE!-Pateó la puerta.-¿Qué hago ahora? 

_Esperar, darle su espacio. ¿Vos se lo dijiste?

_No, nada que ver. No sé cuando ni como se enteró, pero lo que si sé es que me va a costar más de lo que creía.

_Tranquilo, estamos con vos.

_Voy a mi cuarto.-Dijo el morocho y se fue. 

____________

Narra Miranda

Llegué a mi casa y fui corriendo a encerrarme en mi pieza. Lloré, lloré como nunca antes lo había hecho.  Muchas veces me sentí triste, infeliz y lloré, pero jamás sentí este dolor. Era como si mi alma y mi corazón se hubieran partido. Sentía una presión enorme en el pecho que no me dejaba ni respirar.

¿Qué hice mal? ¿Por qué a mi me toca lidiar con esto? Intentaba encontrarle explicación a todo esto, pero no la había. Durante años viví en medios de discusiones de mis papás, después un divorcio y luego de eso, nada, nada más que soledad. 15 cumpleaños a solas, esperando que por un milagro alguno de mis papás caiga de sorpresa a mi casa o que al menos se acuerden de saludarme. Millones de actos escolares esperando que mis padres vayan a verme, pero nunca llegaban. Y así podría seguir enumerando millones de cosas más.  Pero, ¿Qué podía esperar? Si ni siquiera mis papás biológicos me quisieron, menos lo podrían hacer Renata y Leonardo. 

_Hey, llegó el alma de las juntadas.-Me saludó Alexis cuando llegué a su casa.

Si,  después de llorar durante horas, opté por salir un rato. Así que me bañé y partí hacia la casa de mi amigo.

_No iba a faltar.  Además, tuve un pésimo día y necesito olvidarme de todo, al menos por un rato.

_Esa es mi amiga.-Reímos.-Toma, anda entrando en onda.-Me pasó la jarra de vino con manaos pomelo.

La hora iba pasando y de a poco fueron cayendo los demás invitados. Lo que iba a ser una juntada tranqui, terminó siendo una fiesta descontrolada y obviamente, a mitad de la noche yo ya estaba en pedo de tantas bebidas que había tomado.

_Toma, te va a hacer bien para olvidar.-Ale me dio una pipa que tenía marihuana.-Esta prendido, mandale.-Le hice caso y al rato, ya me encontraba muy mareada. 

Hijas del RockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora