Ghonazie: La caza de los Herensuges

C E R O

Ghonazie 6950

Los años en donde las razas debían permanecer alejadas, está llegando a su final, y una nueva se avecina. Pero como siempre, los cambios, le da miedos a los ancianos y son los que más se rehúsan a tales mezclas entre razas. Hace más de dos mil siglos se había logrado que todas las razas de Ghonazie se sentaran juntas sin matarse violentamente en unos segundos.

En esos años se logró lo que nunca antes se había logrado en Ghonazie. Se estableció  una entidad de gobierno, la cual tenía toda la autoridad para sentenciar a todas y cada una de las razas de Ghonazie. El Tribunal, un sistema de gobierno demócrata representativo, el cual se encarga de velar por el cumplimiento de sus reglas. Reglas de las que aún vela para que se cumplan y nadie se atreva a romper el orden que ellos han impuesto.

La base de estas reglas, según el Tribunal, es la paz y estabilidad de Ghonazie. La verdad es que la base de muchas de las reglas es el miedo, sobretodo el control que desean tener sobre todas las razas. Los diez representantes de las razas que llevan el orden y la estabilidad de Ghonazie, tienen miedo de perder ese poder. El Tribunal es capaz de cualquier cosa por mantenerse en sus puestos, y harán cualquier cosa para asegurar que “su estabilidad” no se pierda.

Cada raza de Ghonazie tiene sus propias reglas. A parte de eso, existen las llamadas “Leyes de Urrea” las cuales si se llegan a cometer infracciones a dichas leyes, la condena es la muerte y exterminio de toda la línea de sangre. El incumplir alguna de estas leyes es imperdonable y todas las razas de Ghonazie la conocen, es fácil aprenderlas ya que son solo cinco simples reglas.

La primera: “Las razas no deben de aparearse con otras razas. Se debe procurar mantener los linajes puros de sangre” con esta ley se evitaría el surgimiento de nuevas razas y más puestos dentro del Tribunal.

La segunda: “Está prohibido las consultas a La Heriotza y cualquier trato, contrato y/o trueque que puedan hacer con dicha divinidad”. La tercera: “Nadie se puede autoproclamar Rey, Príncipe, Salvador, Dios si no comparte algún puesto en el Tribunal”.

La cuarta: “Las marcas que identifican a cada una de las diez razas nunca deben ser borradas de su cuerpo”. Las marcas de identificación de las razas, son muy parecidas a los lunares, pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo y en cualquier tamaño. Borrarlas es rechazar a la raza y rechazar el Tribunal. Algunos borran sus marcas para seguir con vidas y guardar secretos.

Y la quinta: “Están prohibidas las maldiciones que ponen en peligro la estabilidad de Ghonazie. No pueden ser castigadas las Sorginak, ya que ellas solo están cumpliendo su deber”. Las Sorginak al momento de nacer vienen con la misión de profetizar todos los eventos de un futuro próximo y lejano, pero últimamente, ellas suelen seguir órdenes de alguien más sentando en el Tribunal. Lo que puedan ver o no está en tela de duda.

Las leyes de Urrea ya han sido desobedecidas por más de uno.

Lamentablemente toda mi descendencia sufrirá por mis decisiones. Espero que ellos puedan contar con la ayuda necesaria. Pero sobre todo, espero que ellos puedan vengarse como es debido por todas y cada una de las muertes injustas que ha hecho el tribunal.

Estoy segura que muchos otros levantarán su voz y se revelarán contra el Tribunal. Los más afectados por esto serán las razas dóciles, las que por su dominio suelen agachar la cabeza. Pero, en Ghonazie, no todos podrán agachar sus cabezas y soportarlo todo.

Ha llegado el momento de tirar abajo todo ese maldito sistema y dar a conocer todas las cosas que han pasado por debajo de la vista pública. Sé que llegará el momento en donde los Herensugues puedan levantar su cabeza y sentarse en donde corresponde. Nosotros no nacimos para ser avasallados por razas frívolas e inferiores.

Esta carta debe ser entregada si llego a desaparecer o a morir. Desde este momento comenzarán los pequeños movimientos para ir en contra del Tribunal. Si es necesario alguno de nosotros deberá sentarse entre ellos. Mientras esté con ustedes no sabrán lo que ha sucedido en las cuevas de Itzalak pero al irme de aquí deben ir y excavar. Todos escondemos secretos. Sé que serán capaces de mantenerse con vida.

Recuerden que los Herensuges son los Reyes del Cielo...

Para: mis queridos O.M y Z.M.