Vicio a la tentación.

10

Una noche de fiesta en compañía de los amigos después de tanto tiempo de privarse en ser joven no le cae mal a nadie. Pero qué pasa cuando esa noche de tragos, música y desestrés, se termina y lo único que te queda a la mañana siguiente es un dolor de cabeza, vómito, y lo peor un sentimiento de culpa mejor conocido como «cruda moral». Esa que, cuanto te levantas de tu cama (o donde sea que hayas despertado) y comienzas a medio recordar las locuras que hiciste anoche en la que inhibidos por el alto consumo de alcohol, comenzaste a hacer cosas que en realidad no deberías hacer, por ejemplo, llamar a tu ex pareja a las 3 de la mañana para decirle que aún la extrañas; bailar de forma ridícula arriba de una mesa; gastarse todo el dinero de la quincena; o de plano tener que recurrir a los amigos para saber qué pasó anoche, son algunas de las causas de la cruda moral.

Y Chanyeol sabía mucho sobre eso.

Esa mañana por ejemplo, cuando recién comienza a despertar sintiéndose mareado, desorientado, sediento y con un horrible dolor de cabeza, y en lugar de en encontrar sus paredes azules repletas de póster de One piece o su escritorio repleto de papeles y su vieja guitarra en el rincón en su lugar se encuentra en una mujillada cama con mantas calientes, paredes blancas y pocos muebles esparcidos por la habitación de forma muy ordenada. Su mente sigue algo nebulosa y si es sincero al principio no reconoce el lugar donde se encuentra, pero al poco tiempo cae en cuenta que está en el apartamento de Kris.

Frunce el ceño al no poder recordar cómo es que termino ahí, y eso lo pone de alguna manera inquieto al solo pensar que nuevamente dejo que Kris lo viera en su lamentable estado de ebriedad y peor aún, sin poder recordar que clase de estupideces pudo haber hecho estando así solo aumentaba su ansiedad.

Sé reincorporo aún en la cama, la habitación seguía a oscuras a escepcion de la poca luz que se cuela de las cortinas semi abiertas del ventanal, no había rastro de que Kris estuviera por ahí cerca, con suerte no estaría en casa y él podría escabullirse sin problema alguno y ahorrarse la vergüenza de enfrentar sus actos, por supuesto, si primero encontraba sus pertenencias para de ese modo no tener que salir con esa camisa de lana y pantalón de franela que, aunque eran bastantes cómodos no reconocía como suyos. Sin embargo, sus pertenencias no se veían por ningún lugar cercano, lo que si vio fue un par de pastillas junto a un vaso con agua sobre la mesita de noche al lado de la cama.

—Es para tu resaca —escuchó una voz conocida hablarle, se giró encontrando al mayor de brazos cruzados a la altura de su pecho recargado en el marco de la puerta que conducía al baño. —¿Cómo te sientes? Ayer bebiste demasiado.

Para Chanyeol esta era la primera vez que veía a Kris aun en ropa de pijama, con el cabello desordenado e inclusive sus ojos seguían algo hinchados de haber despertado hace poco tiempo y es que la última vez que estuvo ahí, Kris ya estaba duchado y arreglado para cuando él se había despertado.

El alto solamente usaba un pantalón de franela a cuadros rojos y negros, sin camisa dejando ver su trabajado cuerpo y con el cabello enmarañado apuntando a todos lados y aún en ese estado Chanyeol solo pudo pensar en una cosa:

¿Cómo alguien puede verse tan jodidamente bien recién levantado?

—¿Vas a quedarte mirándome o vas responderme algo? -—preguntó nuevamente Kris, a lo que Chanyeol desvió la mirada sonrojado. Tomo las pastillas que metió en su boca con un gran sorbo de agua.

—Gracias —habló con la voz más ronca producto de recién despertar y posiblemente de haber gritado mucho la noche anterior. Internamente se preguntó si había follado con Kris, pero descarto eso rápidamente dado que su parte baja no se sentía... adolorida. —Y lamento si hice algo estúpido anoche.