Se balanceaba. De atrás hacia adelante, lleno de nervios y emoción. Aún faltaban unos minutos para que la campana sonará y la mayoría seguían concentrados en sus clases, pero allí estaba Prem afuera del salón de alguien que no conocía con una caja de galletas caseras.
Le había costado algunos movimientos obtener información en la sala de profesores. Por supuesto su tutor era alguien joven que adoraba a los menores, incluso se rumoreaba que tenía una relación con un estudiante. Sin embargo, todo quedaba en rumores. Prem le había batido las pestañas de manera tierna y había conseguido todo lo necesario. Desde nombre hasta horarios de estudios.
Su objetivo inicial había sido obtener el número de clase e ir para agradecerle por su ayuda. Pero se entretuvo mirando la foto del registro con una sonrisa boba en los labios. El muchacho tenía el cabello planchado y una sonrisa burlona, casi parecía estar guiñando el ojo, y Prem estaba seguro que lo habían regañado por aquello debido a las normas estrictas del colegio.
Fue de tal manera su encanto que le había sacado una foto al registro en cuanto el profesor se distrajo para atender a una chica que entraba al salón cargando unos archivos. La había guardado en lo más profundo y oculto de su galería, entre archivos aburridos y sus partituras de piano para que sus amigos nunca la encontrarán. No estaba dispuesto a soportar las burlas.
''¿Nong Prem?''
Tung observaba al menor con confusión, soltando los hombros de sus amigos, Na y Game que miraban con interés. Era la primera vez que lo veía por aquellos pasillos y tan callado sin tramar algo. En especial cuando se notaba nervioso desde los pies a la cabeza.
''¡Phi Tung!''
''¿Qué estás haciendo tú aquí?''
Prem miró hacia otro lado con desesperación, buscando cualquier excusa que se le ocurriera. ¡Hoii, no quería que Phi Tung lo viera y le contará a otras personas sobre esto!
''Hm, veras, yo...''
Se calló. Quedando completamente mudo cuando el chico al que buscaba apareció por el marco de la puerta, iba caminando distraído y guardando algo en su bolsillo delantero. El uniforme estaba desprolijo y la corbata mal atada, como si un niño de kínder lo hubiera hecho ¡y ni hablar del cabello! Lo traía despeinado, Prem apostaba que había estado durmiendo en clase y era producción de ello los mechones rebeldes.
Se acercó, con timidez, ignorando por completo la curiosidad de los otros tres espectadores, para pararse delante del mayor. Sus manos se extendieron, mostrando la caja transparente donde iban las galletas. El chico de rulos lo miró sorprendido pero una sonrisa ancha lo invadió, estirando su mano para ponerla sobre los cabellos del niño.
''¿Qué estás haciendo por aquí, Nong? ¿No deberías estar en clases?''
''¡Es un agradecimiento!'' no quería sonar tan nervioso, pero lo hizo, sonrojándose al instante. ''Muchas gracias por haberme ayudado ayer y por no reírte de mí.''
''Eres muy dulce, muchas gracias, nong.''
Pleum habló con un tono suave. Despeinando los cabellos bien arreglados del menor en un gesto amistoso que provocó una sonrisa amplia en él. Tomó la caja con cuidado, observándola con curiosidad primero hasta encontrar la forma de las galletas peculiares. Algunas tenían forma de estrella, otras realmente no.
Pero se notaba el esfuerzo que le había puesto y Pleum no tenía corazón para rechazarlas. Además, el menor era adorable, tan adorable que no pudo evitar querer acariciar esas mejillas rosadas pero el sonido molesto de su novio lo hizo volver a la realidad.
Na miraba celoso, con una ceja alzada, la escena ¿quién diablos se creía ese mocoso y por qué le estaba dando comida a SU novio? No estaba entendiendo de dónde se conocían. Tung al darse cuenta de la repentina atmosfera tensa no dudó en intentar aliviarla aunque sea un poco.
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CONFESSION (español)
Lãng mạnPrem es un estudiante de secundaria que nunca se ha enamorado pero que intenta escribir una canción de amor para el festival de invierno. En su desesperada búsqueda para que los sentimientos se transfieran a sus letras, empieza a crear un cuestionar...