Festival de Otoño

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Temari dijo que se adelantaría para hablar con Gaara, sobre la cita que le había organizado, así que, entró corriendo al festival en busca de su hermano.


Lo halló hablando con los kage. La muchacha saludó y se disculpó por llevarse a su hermano, posteriormente, lo apartó del grupo.


-Gaara, tienes una cita esta noche -dijo la chica sonriente. Gaara la miró estupefacto.

-¿Qué? ¿Con quién? Temari, ¿en qué lío me metiste?.
-En ninguno, tendrás una cita con Kioko -dijo y Gaara se ahogó con su cóctel-. Vi cómo la mirabas durante el concierto, así que, le pedí que saliera contigo hoy, durante el festival -dijo palmeandole la espalda.
-¿Estás demente?.
-No, no estoy demente, además Gaara, estaremos en grupo, con los chicos, las parejas juntas, así que, no debes preocuparte de que decir y además, ella es bien sociable -decía la muchacha caminando con su hermano, en busca de los demás.
No tardaron en hallarlos cerca de la entrada del festival. Shikamaru sonrió al ver a Temari.
-¿Que tal? -Saludó Choji.
-¡Hola! -Saludó Gaara, en general.
-Gaara, ¿Qué te pasa?, estás pálido, bueno, más de lo normal -Observó Naruto algo preocupado, revisando al pelirrojo.
-Tiene una cita y está nervioso -Explicó Temari.
Todos empezaron a bromearle.
-¿Y con quién? -preguntó Kiba.
-Kioko -respondió Temari.
Sasuke dio un silbido.
-Ya entendí por qué los nervios -dijo Lee.
-A ver, Gaara, quítate esto -dijo su hermana quitandole el sombrero y traje de Kage, dejándolo con su ropa normal. Se lo dio a una kunoichi de la arena-, así estás mejor, sino, Kioko te tratará muy formal.
Oyeron silbidos y gritos de admiración; al mirar, vieron a Kioko acercarse junto con las chicas, saludando.
Llevaba puesto un top que enmarcaba sus pechos y dejaba al descubierto su abdomen. Su falda, larga hasta el suelo, tenía un par de aberturas bastante altas frente a cada pierna, lo que hacía que al caminar, estas salieran a relucir, torneadas y perfectas.
Gaara tenía el corazón a punto de salirsele por la boca, mientras sus amigos lo molestaban afectivamente, al respecto de la cantante.
Apenas llegaron a ellos, cada quién se fue con su pareja (Kiba, Choji, Lee y Shino tenían citas también, e hicieron las presentaciones correspondientes).
Gaara no se movió, por lo qué Kioko se puso junto a él.
Todos empezaron a felicitarla por el concierto.
-¿Podemos ir al BBQ? -preguntó Choji-, pusieron un puesto más adelante.
Todos estuvieron de acuerdo y se encaminaron hacia allá.
Kakashi reía por un comentario del Raikage cuando vio pasar a Kioko de la mano de Gaara, pensó en ir por ella, pero, recién empezando el festival, se pondría en evidencia si hacía eso; así que, decidió quedarse.
-Está todo muy bonito ¿No te parece, Gaara? -preguntó Kioko sonriente mientras todos juntaban dos mesas y se sentaban.
-Bastante -contestó él mirando el menú.
Temari que los observaba, le hizo señas a su hermano, y cuando el muchacho la miró, le hizo otras para, que siguiera hablando.
-Me gusta venir aquí por los bosques, en nuestra aldea no tenemos -añadió y miró de reojo a Temari que alzó el pulgar.
Hicieron los respectivos pedidos y al cabo de unos minutos, trajeron el encargo a la mesa.
-Te entiendo perfectamente, pero, la ausencia de árboles no hace menos interesante a la aldea de la arena, carece de cosas pero le sobran otras, de hecho, estoy muy interesada en conocer cultura de todas las aldeas, pensaba que quizá, pudieras enseñarme cómo bailar la samba de la aldea de la arena.
Gaara se ahogó con el pedazo de carne que se comía, la chica se carcajeó y lo abrazó, palmeandole la espalda.
-Es una broma -dijo y todos, incluyendo Gaara, se desternillaron de risa.
Temari tenía razón, Kioko hacía que la cita fuera fácil, incluso, le habría gustado estar a solas con ella.
Había música japonesa tradicional sonando a la distancia, aunque se oía fuerte y también se oía a la gente hablando y riendo. Justo cuando la música se detuvo, se oyó a Kankuro decir:
-¡Que suerte tiene Gaara!.
Hubo un silencio en la mesa, y luego todos rompieron a reír. Kankuro se sonrojó.
-Bueno, bueno -dijo Naruto en voz más alta para hacerse oír, sonriendo, mirando su vaso antes de echarle un trago al sake-, aquí todos estaban fanfarroneando de qué harían cuando llegaran las chicas, y hasta ahora, no veo movimiento.
Los chicos se incomodaron y enrojecieron, las chicas, vieron a Naruto fijamente esperando que él les aclarase el asunto, curiosas.
-Naruto... -dijo Hinata mirándole.
-No me corresponde a mí, mi amor -respondió el rubio-, yo sólo estoy echándoles una mano.
-Ok -dijo Neji levantándose de su asiento y tomando la mano de Tenten-, ven, tenemos que hablar.
Neji fue el primero en tomar la mano de su prospecto e irse con ella. Todos los demás hicieron lo mismo con su chica.
Quedaron en la mesa Kankuro, Naruto, Hinata, Sakura, Sasuke, Gaara y Kioko.
-¿Ahora si vas a decirnos? -preguntó Hinata curiosa.
-Hablaban de pedirles que fueran sus novias -contestó el rubio.
Ambas chicas dieron grititos de emoción. Los chicos sonrieron divertidos.
Sasuke se levantó, llamó a Naruto y ambos se pusieron a hablar aparte, recostados de un par de árboles cercanos, dándole de vez en vez, un trago a sus vasos.
-Sakura, no estés triste -Le dijo Hinata al ver la mirada que la muchacha le dirigía a la gente que pasaba caminando-, estoy segura de que Sasuke no te llevó a parte como los demás porque está dándote tu espacio.
Sakura asintió.
-No quiero entrometerme, pero quizá la próxima vez que Sasuke quiera buscarte una vez más, deberías aceptar -Le aconsejó Gaara.
Sakura lo miró y luego a Kioko que asintió sonriendo.
-Chicos, ya debo ir con la Mizukage, no la veo desde que empezó mi gira; hasta luego Gaara, me divertí mucho contigo hoy -dijo la chica plantandole un beso en la mejilla al pelirrojo-. Me despiden de los demás -dijo comenzando a alejarse.
Encontró a la Mizukage junto a Kurenai (Tenía a su hija sentada en las piernas), Tsunade, Shizune y Anko.
Se sentó con ellas muy animada, al momento empezó a reír con los comentarios de una ebria Tsunade. Las demás también se desternillaban de risa.
Kakashi buscaba a Kioko por todo el festival, había estado con sus amigos, pero ya era momento de ir por ella y terminar de pasar el festival juntos, poco le importaba si Gaara estaba pegado a ella.
La vio con las mujeres, muerta de risa. Cuando la mirada de ella se posó en él, le hizo una seña con la cabeza y desapareció tras uno de los puestos de venta.
Kioko se despidió de las mujeres, (ya tenía buen rato bebiendo y hablando con ellas) y fue tras Kakashi.
Lo vio recostado de un árbol, con los brazos cruzados, y una pierna cruzada frente a la otra, mirándola.
-¿Y bien? -preguntó ella.
-Tengo el sitio perfecto para ir esta noche -contestó el ninja.
-¿No pasarás el festival conmigo? - preguntó la chica cruzándose de brazos, sonriendo divertida.
-Claro que sí, el hecho de que nos alejemos del sector del festival no quiere decir que no pase el día del festival contigo -contestó el hombre, en la misma posición
-Fingiré que lo que dijiste tiene sentido -dijo ella haciendo reír al Hokage.
-¡Que hilarancia!, princesa, en fin... -dijo con su tono de voz despreocupado-, sígueme.
Kakashi saltó sobre un árbol, y se fue entre los arboles hasta salir de la aldea con la chica siguiéndole de forma grácil.
Luego de un rato, Kakashi descendió a tierra, deteniéndose por completo. Kioko también se detuvo.
-¿Estás lista?.
-¿Para qué? -preguntó ella. Los ojos de Kakashi casi se cierran producto de la sonrisa que tenía tras su máscara.
-Para ver el lugar que reserve para ti -dijo. Ella sonrió.
Él estaba comportándose como un niño.
-A ver -espetó ella.
Kakashi apartó un arbusto alto y la luz de la luna se coló de detrás. Él le hizo un gesto para que entrara y pasó tras ella.
Estaban en un claro bastante grande, había una enorme cascada y un rió algo profundo. Había también muchas flores, luciérnagas y mariposas.
Kioko estaba maravillada. Kakashi sonrió complacido.
Él se tiró en el césped, cerca del río, tomó del brazo a Kioko y la haló hacia él haciéndola caer.
La chica se desternilló de risa contagiando a Kakashi.
La luz de la luna le arrancaba destellos al cabello plata de Kakashi. Él se puso boca abajo, cruzó los brazos frente a él y recostó su cabeza en ellos, mirando a Kioko, llenando sus ojos con la belleza de la kunoichi, parecía sobrenatural.
-¡Ay, mi niña! -comentó tras uno de sus acostumbrados suspiros-, la bebida no es buena consejera -dijo luego haciendo alusión a la caída que había tenido por su culpa.
Ella rió con ganas y él sonrió.
Se volvió sobre su espalda y se las arregló para tomar a Kioko por la cintura y ponerla sobre él. La estrechó.
Para Kioko, él estaba actuando raro, pero su nueva actitud le gustaba.
Ella puso su cabeza en el pecho de Kakashi que la estrechó aún más. Podía oír los latidos acompasados de su corazón y el ruido lejano de la cascada.
Estuvieron hablando un poco, luego se quedaron en silencio, disfrutando de los sonidos de la noche y el rumor del agua fluyente del río.
Las manos del ninja, acariciaban el cabello de Kioko, ella con una mano, le acariciaba, distraída, la cara al ninja, sobre la máscara.
Duraron un buen rato en silencio, solo así, hasta que Kakashi rompió el silencio.
-Deberíamos nadar -dijo. Ella alzó la cabeza para mirarlo.
-¿Enloqueciste?, ¡el río debe estar helado! ¡estamos entrando en otoño!.
-¡Vamos!, será divertido -Insistió sonriendo.
La muchacha se levantó y él también.
Se acercaron al río, se desvistieron completamente y pusieron su ropa sobre una roca alta.
Sin más, entraron caminando. Kioko dando gritos por lo fría del Agua, Kakashi la abrazó, tapándole la boca, muerto de risa.
-No estará tan malo cuando te acostumbres a la temperatura del agua - dijo entre risas tomándole la mano y nadando, ella obviamente tuvo que seguirlo, sintiendo escalofríos por la baja temperatura del agua.
Los rayos de la luna hacían reflectores danzantes bajo el agua. Kakashi la abrazó mientras estaban sumergidos y ascendieron hasta la superficie, nadaron hasta una roca cercana, dónde ambos tocaban el fondo del río con los pies.
Él la besó, pero ésta vez era diferente, era un beso tierno, pausado, no demandante ni apresurado. Kakashi tampoco usó su lengua. Solo capturaba los labios de la cantante entre los suyos, besó su mejilla. Eran pequeños besos seguidos que hicieron un camino hasta la clavícula de la chica y ascendían de nuevo hasta sus labios.
La mano del Hokage, bajó hasta acariciar la entrepierna de Kioko que comenzó a jadear, él la miraba fijamente, ella echó su cabeza hacia atrás, sobre la roca y cerró los ojos, disfrutando.
Luego de un rato más de frotar el clítoris de Kioko y penetrarla con sus dedos, Kakashi se acomodó para entrar en ella. Lo hizo suave y lento, sintiendo la agradable y ya conocida sensación de su estrechez, su interior mojado y tibio.
La abrazó, ella hizo lo propio con él, le enroscó las piernas al rededor de sus caderas mientras él se movía.
Esta vez él no tenía nada para decirle, solo gemía o jadeaba, pero cuando ya llegaba al clímax, la abrazó más fuerte.
-Te amo -susurró entre espasmos de placer.
Ella estupefacta, no supo que decir y sólo se aferró a él disfrutando el orgasmo.
Él la miró a los ojos luego de salirse de ella.
El cielo empezó a iluminarse con una milésima de bengalas de colores, eran el indicativo del final del festival. Ambos miraron hacia arriba, ella sonreía y se volvió para ver mejor las bengalas. Kakashi la abrazó y entonces ambos se quedaron contemplandolas.
Kioko empezó a cantar una canción, Kakashi ignoraba si era suya o de alguien más pero se fue por lo primero. Como la chica cantaba mientras miraban las bengalas y acariciaba sus brazos, él entendió que ella estaba cantandosela específicamente a él.

Entre las Sábanas del Ninja que Copia (Kakashi Hatake +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora