Las cortinas fueron abiertas por el albino para despertar a su amigo, el solo se dio la vuelta tapando su cara con las sabanas de su cama. Su amigo al ver esto solo fue a la dirección a donde había dirigido su cabeza. Poso una de sus manos para empezar a sacudirlo a lo cual recibió un gruñido.
-Samuel, ya es ahora de levantarse.-siguió sacudiendo a su amigo el cual saco su cabeza de las sabana con mala cara.
-Tengo sueño, diles a mis papás que en un rato voy-dijo para volver a ocultar su cabeza a lo que Willy lo destapo y empezó a recoger las ropas negras que estaban en el suelo.
-Vegetta, ya son las 10:30. Y el desayuno con tus papás y con Rubius en en 30 minutos.-el ojimorado a escuchar eso fue rápidamente al baño.
El de ojos esmeralda saco la ropa que iba a usar ese día y se la llevo a su amigo para esperarlo a fuera del cuarto. Cuando Vegetta salió del cuarto caminaron a paso apresurado hacia el comedor, al llegar el azabache se disculpo por la tardanza y se sentó a lado de Rubius y de su madre.
-Y que paso para que te despertaras tarde?-pregunto su padre mirando a su hijo.
-Estuve entretenido leyendo y mirando las estrellas, ya sabes estudiándolas y todo es-comento Vegetta empezando a comer.
-Deberías empezar a medir tu tiempo, cariño-dijo su madre a lo que el asintió.
-Y como les fue a los guardias al repartir la noticia?-pregunto el padre de Rubius mirando al padre del contrario.
-Bien, ya todo el pueblo lo sabe y algunos nobles ya han confirmado, algunos hasta vendrán acompañados-comento el padre del ojimorado.
Así pasaron el desayuno, Vegetta estaba un poco incomodo por el anuncio en el pueblo pero decidió ignorar ese sentimiento, para no levantar sospechas de lo que hizo estos dos días. Después de eso, Vegetta se dirigió al jardín para leer un rato en la sombra de un árbol.
Rubius estaba paseando por el castillo en busca del azabache, se asomo por la ventana para luego ver a quien estaba buscando.
-VEGETTA-grito el oso dirigiéndose a su amigo el cual salió de su lectura para mirar a su amigo-que tal, te estaba buscando por todos lados.
-Perdón, que pasó?- comento cerrando el libro mientras el teñido se sentaba a su lado.
-Nada solo quiero pasar el rato contigo.-dijo mirando al cielo.-oye te acuerdas del collar de tu madre.-el contrario asintió.
-Ya sabes quien es tu destinado? Te acuerdas la promesa? y que piensas de la decisión de nuestros padres? por que te gusta mucho estudiar el cielo? y- y...
-Oye tranquilo de poco a poco-dijo el azabache a lo que el contrario rio-uno hasta el momento no, dos sip, tres pues creo que esta bien, cuatro el cielo son las evidencias mas antiguas que tenemos y es curioso.-contesto Vegetta.
-Mmmm, bueno...-se hizo un silencio cómodo por parte de Vegetta ya que se puso a leer pero para Rubius es un poco incomodo, estos años su amigo cambio mucho; aunque eso era poco.
-Oye-comento el oso ganándose un ¨mmgh¨ de que lo estaba escuchando-crees que podamos hacer algo en la noche? como en los viejos tiempos.
-Lo siento, pero estaré un poco ocupado-el oso ante esa respuesta solo bajo la mirada, el azabache lo noto. Soltando un suspiro pesado dijo-esta bien, pero solo un rato.
El híbrido se emociono ante eso, se levantó y también levantó al de ojos amatistas para llevárselo a dentro del castillo y poder organizar su reunión/pijamada. El azabache solo se dejo llevar negando con una sonrisa lo infantil que era ese chico.
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You and me|Luzugetta
AdventureAquellos ojos anhelaban ver el pueblo y mas allá de ello, pero las paredes de su castillo no lo dejaban salir, el solo quiere encontrar su verdadero amor pero su familia tenia otros plane. El solo quería el bien de su pueblo que estaba en los lugare...