El extraño, de ojos azules

24 6 0
                                    

Agosto 5/2019

-Pero, ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Por qué?- dice Ariadna exaltada, caminando de un lado a otro por mi habitación.

Ariadna es mi mejor amiga, es de esas chicas que con tan solo una sonrisa, te trasmite, alegría, paz y tranquilidad. Te hace sentir como si todo estuviera bien.

-No lo sé ari, yo...- y ahí vamos de nuevo. Dejo caer las lágrimas sobre mi rostro libremente, sin importar nada; se que ariadna no me juzgará.
-Ari yo lo amo tanto, y me odio por eso, porque el no me valoró nunca- sollozo. -¿Sabes? Yo siempre supe que el no era para mí, pero en el fondo quise creer que sí; me aferre a él y yo...- las lágrimas salen descontroladas, no puedo parar de llorar.
-Me arrepiento tanto, ari-.

Ari, se arrodilla a mi lado y me abraza.

-Tranquila hasley, yo estoy aquí. Ese hijo de perra no te merece, no merece una lágrima de tus lindos ojos- me toma del mentón, mientras me limpia las lágrimas y me deposita un cálido beso en la frente. Yo sonrió y la abrazó con toda mi fuerza

Un sonido, proveniente de la puerta de mi habitación, nos hace saltar a ambas, por la impresión. Volteamos y era Dylan, nuestro mejor amigo. Siempre hemos sido los 3, somos el mejor equipo.

-Joder Dylan, me asustas te- dice ariadna agarrándose el pecho. Muy dramático a mi parecer
-Has, voy a ir ahora mismo a romperle la cara a ese idiota- dice Dylan muy molesto, apretando sus puños. Hasta siento que se está haciendo daño.
-No, no Dylan, no hace falta, tranquilo- suelto una risa triste
-Creo en el Karma, y que si él se la disfruta ahora, tú más adelante- dice ari, mirándome con triunfo
-Vamos a por un helado, yo invito chiquibabys- dice Dylan, colocándose sus gafas de sol. Es muy apuesto eh, pero siempre lo he visto como mi mejor amigo.
-¿Chiquibabys?, pfft, patético- dice ariadna burlona. Se levanta y se retoca sus labios de su labial rojo. Contrasta con su cabello negro

Yo por mi parte, me digno a levantarme, lavarme la cara y peinarme un poco.

Una vez en la heladería del pueblo, pedimos nuestros helados. Siento que alguien me está mirando, así que busco quién, pero no lo consigo; hasta que mis ojos avellana, se chocan con unos ojos color azul profundo y brillantes, como él cielo.
Veo al extraño desaparecer tras la puerta, dándome una pícara sonrisa.

Tan amante del cielo, como de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora