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–¡Harry!– Le gritó por lo bajo Hermione por quinta vez en los veinte minutos que llevaban de clase luego de que Harry haya vuelto a entregarle el ingrediente equivocado para la poción.

–Perdon– Dijo apenado y devolvió el ingrediente a su lugar –¿Cuál era el que querias?– preguntó tocándose la nuca nervioso mientras miraba los ingredientes.

–Te dije que me pasarás el frasco con babosas cornudas– le respondió la castaña empezando a impascientarse, mientras intentaba mantener la poción revolviéndola en sentido contrario al reloj.

–¿Que te sucede hoy? Estás más torpe y despistado de lo normal... en pociones me refiero–agrego ante la mirada ofendida que le dedicó su amigo mientras le pasaba el frasco correcto está vez.

–No es nada Mione. Es solo que no dormí bien– Se escuso.

–Hablando de eso, Ronald me dijo que no dormiste en el cuarto anoche. ¿Dónde estabas? ¿No habras...?–Harry solo pudo tragar duro, no solo porque había hecho lo contrario a lo que la castaña le había advertido una noche antes que no hiciera, sino, por la profunda mirada que sentia hacia su dirección que por una vez, se negaba rotundamente a devolver.

–Pues yo ehh...– antes de que fuera capaz de inventar una escusa de su escapada infraganti a media noche y de la increíble revelación que tuvo hace apenas quizás unas ocho horas, (nada estresante obviamente) se escuchó un estruendo en el salón.

–¡Longbottom!¡Weasley!–grito el profesor levantándose de su asiento en dirección a los dos adolescentes tesnidos de negro y con los pelos de punta por la explosión del caldero que habían provocado–Par de gatos inútiles, a este paso me quedaré sin calderos por que son unos ineptos incapaces de hacer una poción sin explotar alguno. Y por una vez no será solo culpa de Seamus.–dijo haciendo  sonrojar al mencionado mientras él se sostenía el puente de la nariz estresado.

–L-lo s-ssenti-mo-mos profesor S-snape– Murmuró tembloroso Neville

–¡N-no fue nuestra culpa!–Entregrito Ron–una de las serpientes nos...

–¡Silencio! 10 puntos menos para Gryffindor. Y si están lo suficientemente bien para andar murmurando incoherencias, lo están para limpiar el desastre que hicieron más el del resto luego de esta clase. Sin varitas.– sentenció Severus con desprecio en la voz, viendo la cara de pánico del pelirrojo antes de volver a su escritorio con la clase en total silencio, dejando de lado alguna risa contenida de alguna serpiente. –¿Que esperan, que el señor tenebroso les venga a explicar la clase? ¡Continúen con sus pociones!.

La clase en seguida volvió a cómo estaba, cada uno concentrado en como no hacer que su caldero explotará.

–Ah y Potter– Agregó duramente el pociónista haciendo que a Harry le diera un escalofrío y se viera obligado a levantar la vista.– Más le vale que se baje de la escoba en la que está su mente y no seguir a sus amigos en estropear otro de mis calderos ¿Entendió? No creo que quiera sumarle más peso a su castigo.

–Si señor– fue lo que se limito a responder, queriendo que acabe la clase de una vez para poder escapar de esa profunda mirada.

(...)

–Me duele la muñeca...–

–Lo sabemos Ronal, es la tercera vez que lo dices–

–Tengo hambre también– La castaña solo pudo negar con la cabeza, su amigo era imposible.

–¿Y a ti que te pasa Harry?–pregunto preocupada Hermione– has estado distraído todo el día y prácticamente no nos has hablado. Además de que caminas como alma en pena.

–Si amigo ¿Que te sucede?– agrego Ron abriendo la puerta del gran comdor– anoche no dormiste en la torre.

–¿Al final fuiste, cierto?– la castaña lo miro con cierta acusación en la mirada sentándose frente a el en la mesa.

Harry estaba agobiado por el torbellino de preguntas que le estaban haciendo, no solo porque se sentía interrogado sino porque sabía que no podía decirles la verdad, al menos no completamente. El todavía estaba procesando lo sucedido y aún así tenía que inventar alguna escusa rápida.

–Perdon Herms– dijo después de un rato– ya se que me dijiste que no lo hiciera pero, bueno deberías saber que no te iba a hacer caso.–

–En eso tiene razón Mione, sabes que nunca nos hace caso– agrego Ron.

–Bueno si, pero cuando Ronald dijo que no habías llegado a dormir y cuando no apareciste en clase me preocupe.–

–Perdon por preocuparlos chicos, intentaré no volver a hacerlo.–

–Esta bien amigo, pero ¿Lo encontraste? ¿Sigue funcionando? ¿Que viste?.–

El corazón de Harry sintió que una pequeña aguja se clavaba en el ante la última pregunta.

–¡Ronald!.–

–¿Qué? ¿Y ahora que hice?.–

–Tan insensible como siempre. Eso no se pregunta.–

–Pero...–

–No te preocupes Ron, lo encontré si. Por eso no llegue anoche me quedé dormido viendo el espejo.–

–Harry recuerda lo que dijo Dumbledore, ese espejo puede ser peligroso.–

–Lo se Herms, pero...– el sonido de las puertas abriéndose lo distrajo y curioso de quién entraba giro la cabeza, mala idea, el profesor Snape se abría paso entre las mesas a paso firme con su acostumbrado porte altanero pero elegante, Harry pudo ver cómo por una fracción de segundo lo llegó a mirar, pero rápidamente alejaba su mirada y continuaba su camino hacia su asiento con el resto de profesores.

–Buenas noches mis queridos alumnos, espero que les este yendo bien en sus clases–Hablo Dumbledore con su copa en mano y dando un chasquido de dedos para que apareciera en las mesas el banquete de todas las noches– Cómo siempre espero que disfruten de nuestro gran banquete. Mis últimas palabras son ¡papas, hurones y escarbatos!

–Creo que tanto caramelo de limón le esta jugando mala pasada Gred.–

–Opino lo mismo Feorge.

(...)

–ahh ah– Jadeaba Harry casi llegando.

–S-solo un poco más ah– comenzó a aumentar  la velocidad en el último tramo.

–Uff, al fin... llegué –Dijo mientras se acomodaba las ropas, los lentes y el pelo parándose recto antes de tocar la puerta del despacho de Snape, estaba empezando odiar tener que correr por todo el colegio tan seguido.

–Veo que por una vez llega a tiempo Potter, que milagro.– Hablo Severus luego de abrir la puerta y haciendo lugar para que pase el menor.

–Profesor– le respondió Harry a modo de saludo ignorando lo que le dijo.

–Pase de una vez Potter, que no tengo toda la noche para quedarme como estúpido con usted en mi puerta.

–V-voy.–


To be continued...

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No me odien escribo sobre la marcha y cuando hay inspiración xb




Espejo De OesedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora