El reloj marcó las 12 de la noche y las campanas comenzaron a sonar.
-"Ah mierda, es muy tarde, perdóneme Señor Valden, pero ya voy a cerrar"- Sonrió y tomo sus cosas, pero al ver al pintor con la cara pegada en el mostrador, esta sonrisa se volvió un poco dudosa.
Ya que este parecía claramente sin la capacidad de levantarse, la barista tuvo que cargarlo en la espalda.
-"...D-demi?,...dile a Melly que no se coma esa polilla...hip!"- Balbuceo medio dormido y notoriamente borracho.
"Dios, ¿cuántas copas le serví?"
Subir las escaleras fue de lo más agotador, pero mientras pasaban por el largo pasillo, Bourbon pudo divisar una figura a lo lejos.
Al ya estar más cerca, se dio cuenta que se trataba ni nada más ni nada menos que el prisionero.
-"Disculpe!, Señor Balsaaa!"- El azabache levantó la mirada y sonrio, al parecer se encontraba dándole algunos ajustes a un artefacto tecnológico desconocido para cualquiera.-"Disculpe, Edgar se pasó de copas, y bueno...no tengo ni idea donde esta su habitación, pensaba dejarlo en algún sofá cercano, pero le vi a usted, y si no mal recuerdo ustedes son cercanos. ¿Me haría el favor de ir a dejarlo a su cuarto?, ¿por favoooor?"-
-"Claro!, déjemelo a mi"- Exclamó sonriendo Balsa, aunque por dentro en realidad tenía un poco de pánico.
-"Ahh, muchas gracias, eres bienvenido a tomar algo cuando quieras, yo invito"-
-"Jajaja, no hay de que!"-
Pará muchos Luca Balsa sería un idiota de primera, pero eso no le quitaba su gran caballerosidad, después de todo, el fue la segunda mano de un famoso Inventor.
Cargo al pintor en su espalda, y camino rumbo a su cuarto.
Sus mejillas ardientes chocaban con las suyas, y balbuceaba de vez en cuando palabras absurdas, su voz se escuchaba más tierna sin ese tono enfurecido.
"¿Demi pasó por lo mismo?", tenia que admitir que le puso un poco celoso ese pensamiento.
Edgar no pesaba mucho, así que no le costó demasiado llegar a su cuarto. Lo recostó en su cama y se sentó al lado suyo un buen rato, observándolo silenciosamente.
El pintor poseía muy bonitas facciones, pestañas largas, labios carnosos y rojos y su cabello era realmente suave. Sus mejillas y nariz estaban algo sonrojadas por el frío y el alcohol, y se veía adorable con la bufanda tapandole hasta la mitad de su labio.
Tenía ganas de besarlo, pero sería grosero sin el concentimiento del de menor estatura. Se limitó por acariciarle la mejilla, esta estaba suave y caliente.
Luca pensó que tal vez dejarlo así toda la noche le daría demasiado frío, y no quería que se resfriara para mañana. Le quito cuidadosamente la bufanda y la chaqueta, su corazón latía muy fuerte.
El pintor estaba totalmente indefenso, y esto para el prisionero era demasiado tentador.
Lo acostó nuevamente en su cama, y le puso las sábanas encima. Ahora si ya no podía perder más tiempo, era muy tarde y mañana le costaría levantarse para servirle el desayuno al pintor.
Cuando se estaba por ir, una mano le tomó suavemente el brazo. El prisionero se volteo, y Edgar tenía los ojos levemente abiertos, agarrandole el brazo.
-"Balsa..."- Dijo casi susurrando.
"Mierda, su voz es muy tierna"- El prisionero intentaba no verle a los ojos, sus mejillas ya se sentían rojas.
-"E-Edgar, sería mejor que duermas, intenta olvidar que me viste, ¿si?"-
-"Ehh?, ¿porque?, quedate conmigo"- Edgar sonrió, el prisionero ya quería volver a ver esa hermosa sonrisa, pero no era justo si esta no era sincera.
-"No puedo, tengo que volver a mi habitación, es muy tarde"- Dijo en un tono dulce.
-"Pero te puedes quedar a dormir..."-
-"No entiendes Eddie, estas ebr-"-Antes de terminar la palabra, el pintor jaló de su brazo y junto sus labios con los del prisionero.
Luca quería separarse, pero sus otros deseos le estaban controlando, era injusto, pero probablemente no podría volver a tener esta oportunidad, y Edgar no recordaría en la mañana de todas formas, ¿verdad?.
Sus labios eran tan suaves, carnosos y con un curioso sabor a cereza. Edgar lo agarro del cuello y el de cabellos oscuros cayó encima, cumpliendo la intención del menor.
Después de unos segundos se separaron por la falta de aire, y Luca observo los ojos azulados del pintor, que también le miraban con deseo.
-"...Duerme conmigo"- Balsa sabía que estaba mal, pero el ambiente no ayudaba, y mañana se tendría que levantar temprano. Solamente sería dormir, después de todo.
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𝐥𝐮𝐜𝐚 𝐛𝐚𝐥𝐬𝐚 𝐢𝐬 𝐚 𝐟𝐢𝐫𝐬𝐭 𝐜𝐥𝐚𝐬𝐬 𝐝𝐮𝐦𝐛𝐚𝐬𝐬!
FanfictionEn su reciente estadía en Oletus Manor, Edgar Valden se percató de algo. Luca Balsa, el prisionero, es un idiota de primera clase. Arte: yio